Bruno Bettiol
Dos internos de la Unidad Penal 11 de Piñero y dos mujeres fueron imputados este viernes por extorsionar a los propietarios de una pizzería, quienes a comienzos de semana recibieron amenazas por la línea de Whatsapp del local. Los cuatro sospechosos quedaron en prisión preventiva por 45 días mientras continúa el trámite de la causa judicial.
El miércoles, las dos mujeres, de 42 y 23 años, fueron detenidas en Batlle Ordóñez y Dorrego al cabo de un procedimiento de entrega controlada en el que personal de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) simuló el pago de 15 mil dólares, 5 mil menos que la abultada cifra que solicitaban quienes se presentaron como “la verdadera mafia”.
“Hola, fíjate qué pensás hacer con el tema de las 3 pizzerías. Ya sabemos todo de vos. Así que si no pasás la plata que debés te vamos a matar a vos y a toda tu familia, y si me bloqueás o algo, voy a empezar por los negocios, después por tu familia. Ya sé todo de vos. Somos la verdadera mafia. 20 mil dólares espero una vez respuesta favorable”, decía el mensaje que llegó el lunes a las 15 al teléfono del local.
Según la Fiscalía, quienes enviaron los mensajes fueron dos compañeros de celda en el pabellón N° 1 de la cárcel de Piñero. Estos fueron identificados por intervenciones telefónicas, el impacto de la antena en jurisdicción de esa localidad y, sobre todo, la posterior declaración de las mujeres detenidas, que estaban autorizadas como visitas de uno de los presos.
Sasha C., de 23 años, y Carolina de las Mercedes G., de 42, prima de uno de los imputados, fueron acusadas como partícipes primarias de la tentativa de extorsión. Fueron detenidas el miércoles, cuando recogieron un bulto en un volquete de Batlle y Ordóñez entre Moreno y Dorrego, donde se había pactado la entrega de dinero. En el procedimiento intervino personal de la Brigada de Balaceras de la AIC.
“A mí me mandaron a buscar un sobre con plata”, dijo una de las acusadas, según la Fiscalía. Como coautores de la maniobra fue acusados Cristian Emanuel S. y Joel “Tata de Ludueña” C., quienes se encuentran en prisión preventiva por causas de robo calificado.
Tras describir los indicios recolectados en la pesquisa, el fiscal Pablo Socca le atribuyó a los reclusos la coautoría de la tentativa de extorsión mientras que a las mujeres las sindicó por el mismo delito pero en carácter de partícipes primarias. La jueza María Trinidad Chiabrera aceptó la imputación y dictó la prisión efectiva por 45 días para los acusados.
Saga interminable y medidas del Ministerio de Seguridad
Las extorsiones tipo plata o plomo se acrecentaron esta semana. La saga, al menos lo que trascendió públicamente, se intensificó desde el domingo. Una carnicería de Formosa al 100, en zona noroeste, fue blanco de diez tiros para compeler el pedido insólito de 60 mil dólares –luego, bajó a 25 mil–, según dijo el propietario. La misma cadena barrial fue tiroteada en la madrugada del miércoles, en un local de Teniente Agneta y Junín. En el mediodía de este viernes, los empleados de este local anunciaron que el dueño decidió ponerle fin al negocio.
A esos casos se sumaron un local del mismo rubro en Parque Casas; un súper de Abanderado Grandoli y Centeno, y un modesto bar de Urquiza y Magallanes. Y en las últimas horas, un lavadero de Liniers al 600 bis. Ello, por no contar la nota amenazante que le dejaron a un almacenero de Camilo Aldao y Juan José Paso. “Eduardo, poné 5.000 dólares, si no mañana te matamos a uno en la puerta con el comercio abierto. Atte la mafia”.
“Los tiros no tienen un único objetivo. No son sólo para la víctima, sino para que el resto lo vea. Extorsionan a diez y balean a uno. Ese efecto se derrama”, analizó al respecto el fiscal Socca, quien integra la Unidad Especial de Balaceras, Amenazas y Extorsiones del Ministerio Público de la Acusación (MPA).
Disparos contra comercios, un mal endémico: los casos se multiplicaron en las últimas horas
El jueves, en diálogo con Canal 3, el ministro de Seguridad Jorge Lagna analizó el fenómeno: “Hay bandas que se dedican al delito complejo que ven un negocio no sólo en el narcodelito, sino también en las extorsiones, quizás a veces más fácil de conseguir que vender droga”. El funcionario instó a las víctimas de extorsiones que “denuncien inmediatamente”.
“Si (la víctima) quiere mayor confidencialidad, le tomamos la denuncia en el Ministerio. Hay mucho temor por denunciar, por las consecuencias. Pero la única manera en que podemos llegar a resultados positivos es actuar con una denuncia previa”, señaló.
En la misma jornada se llevó a cabo en la sede del Ministerio de Seguridad una reunión entre investigadores y la Cámara de Comerciantes. Entre los presentes, estuvo personal de la Brigada de Balaceras AIC y el subsecretario de Investigación Criminal Andrés Rolandelli. En el encuentro “se aunaron criterios de trabajo, protocolos a seguir, tratamiento de víctimas en este caso de hechos de extorsión, amenazas y balaceras. La intención es desarrollar un diálogo fluido con los representantes de comerciantes quienes manifestaron su agradecimiento y apoyo hacía con la flamante brigada por su colaboración y respuesta hacia sus necesidades”, indicaron voceros.
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