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Parte III

Evo: en Bolivia “ya no mandan los gringos”

“Ahora tenemos un Estado digno”, dijo Morales al jurar su tercer mandato.


“En corto tiempo abandonamos el Estado colonial, mendigo, limosnero y ahora tenemos un Estado digno, que sólo se puede conseguir con la unidad”, dijo el presidente boliviano Evo Morales, al jurar ayer su tercer mandato consecutivo. “Aquí, ahora, no mandan los gringos, mandan los indios”, agregó en alusión a la histórica dependencia a las políticas de EE.UU, en especial en temas de lucha antidroga.

Morales asumió su tercer mandato hasta 2020 con un importante apoyo popular y el compromiso de reducir la pobreza, impulsar reformas a la justicia e intensificar la industrialización del país.

Juró con el puño izquierdo en alto “por el pueblo boliviano y por la igualdad de todos los seres humanos” desempeñar el cargo para el cual fue reelegido en octubre pasado con un 61 por ciento de los sufragios.

A la ceremonia de investidura asistieron los presidentes Dilma Rousseff (Brasil), Nicolás Maduro (Venezuela), Rafael Correa (Ecuador), Horacio Cartes (Paraguay), Luis Guillermo Solís (Costa Rica) y Anthony Carmona (Trinidad y Tobago), además de delegaciones de 40 naciones. Por Argentina estuvo el vicepresidente, Amado Boudou.

Bolivia, una de las naciones más pobres de Latinoamérica, tiene los mayores índices de crecimiento de la región, con 30.000 millones en 2014, y una proyección de desarrollo del 5,9 por ciento, además de unas reservas netas de 15.000 millones de dólares, según datos oficiales.

Morales recibió de manos del presidente de la Asamblea, Álvaro García, a su vez vicepresidente, las insignias patrias: un medallón y la banda presidencial, que lleva desde 2010 junto al escudo nacional una bandera “whipala”, símbolo de presencia de los indígenas y campesinos en el poder.

Morales, que desde que asumió su primer mandato en 2006 implementó políticas de inclusión social, se regodeó por que, “por primera vez, las mujeres tienen en la Asamblea el 50,09 de representación y la mayoría son Bartolinas (campesinas sindicalizadas)”.

La fiesta popular concentrada en la plaza de armas de La Paz, donde se encuentra el Palacio Quemado, estuvo matizada por música folclórica aymara, quechua y guaraní, pero resaltó que cientos de indígenas, con poncho y ojota, cantaran la Internacional, himno del movimiento obrero. Sin embargo, anteayer Morales, en su entronización como líder indígena en un rito ancestral en el centro de Tiwanaku, sostuvo que “el liberalismo y el socialismo europeo no nos sirven” para apuntalar “el mundo en donde el vivir bien sea nuestra filosofía”.

En medio de todas esas simbologías, un coro entonó en el acto de posesión el Himno al Mar, luego de que Morales afirmara: “Nuestra demanda está bien encaminada”, en referencia al litigio contra Chile en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para obligarle a negociar una salida soberana al Pacífico.

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