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Estudiar cuesta más caro

Un alumno necesitará este año 2.004 pesos por mes para cursar una carrera universitaria y residir en la capital de la provincia, según datos de un relevamiento hecho por la Universidad Nacional del Litoral.

Estudiar en la capital de la provincia costará este año un 25 por ciento más que en 2009. El dato surge de un relevamiento de costos encarado por la Universidad Nacional del Litoral (UNL), que determinó que el año pasado estudiar en la ciudad de Santa Fe costaba 1.607 pesos mensuales por cabeza, mientras que en 2010 esa cifra trepará a 2.004 pesos. Un crecimiento que supera largamente la inflación anual, tanto la que calcula el Indec como la que determina el Ipec.

La denominada “canasta universitaria” –alquiler, impuestos, expensas, comida, servicios, material de estudio, medicina prepaga, internet, transporte y recreación– trepó 24,7 por ciento en el último año y si se toma el costo del primer relevamiento realizado por la UNL –en el año 2004– el porcentaje de incremento es del 255 por ciento: aquel año la canasta universitaria era de 564 pesos. Los precios de los alquileres aparecen como el principal motivo que explica esos aumentos.

La mayoría de los universitarios que llegan a la capital de la provincia proviene de las zonas rurales donde la bonanza económica que produjo el boom sojero es una constante. Puesto que los chicos –o, más bien, sus padres– tienen el poder adquisitivo suficiente, alquilan departamentos en la zona denominada “entre bulevares”. En promedio, el alquiler de un departamento de un dormitorio en esa zona cuesta 1.050 pesos: 16,6 por ciento más que el año pasado (900 pesos).

El presupuesto de un estudiante contempla también alimentación, transporte y material de estudio. En 2010 mantener una dieta saludable y a la vez lo más económica posible tiene un costo de 580 pesos, aunque en este rubro las opciones son muchas y los precios varían. El relevamiento de la UNL contempla cuatro comidas diarias –además gas y electricidad– preparadas por los estudiantes en su hogar.

Otro de los gastos que sufrió subas respecto de 2009 es el del trasporte público. El viaje en colectivo desde el departamento hasta la ciudad universitaria –ubicada fuera del casco urbano– subió de 1,80 a 2 pesos. Además, los alumnos deben obtener material de estudio. El informe determina que el gasto en apuntes y libros trepó el último año de 50 a 55 pesos mensuales.

A todas esas cuestiones se le suman otras necesidades, como salud, higiene y diversión. En salud el costo promedio de un plan joven en medicina prepaga es en la actualidad de 60 pesos contra 38 que costaba el año pasado.

El gasto de limpieza e higiene mensual fue calculado en 46 pesos –el único rubro en que se registró una baja: en 2009 fue de 50 pesos mensuales– mientras que el costo promedio en recreación –se tomó como parámetro una entrada al cine, un turno semanal de fútbol cinco y una entrada a un boliche bailable– trepó de 39 a 74 pesos.

El relevamiento de la canasta universitaria se realiza desde 2004. La metodología utilizada en primera instancia fue recurrir a un indicador simple de precios basados en una canasta de artículos ideal o promedio de un joven que llega desde una ciudad o pueblo del interior a estudiar a la capital de la provincia. En los años siguientes se tomaron las mismas variables y se compararon los precios en forma directa.

“Por diferentes razones se mantuvo la canasta de años anteriores planificándose para el futuro inmediato lo que se conoce como encuesta de consumo, que arrojará información sobre los bienes y servicios realmente consumidos por los nuevos ingresantes, dato que nos revelará asimismo las diferentes estrategias que ellos y sus familias diseñan para posibilitar su estancia”, explicó Roberto Meyer, director del Observatorio Social de la UNL y responsable del estudio.

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