Ante un marco extraordinario, por el público y el propio estadio, especialmente renovado para la Copa América, se cruzaron en uno de los clásicos más calientes del país Gimnasia y Estudiantes.
Con menos fútbol del esperado, hubo más fricción que otra cosa. Cuando el partido estaba cerrado, el inestable Sessa generó emoción e insultos por parte de la parcialidad (sólo hubo público del ‘Lobo’, local) hacia el línea al irse solo con el balón afuera y regalar un saque de esquina.
Sin embargo, el conjunto de Berizzo no parecía fino. Se comprobó sobre los 22’ de juego con un remate de Barrientos, con pierna derecha, desde el punto penal que se fue desviado sobre la portería rival.
Luego Sessa detuvo una buena acción colectiva que culminó con una débil definición de Matías Sánchez. La locura se desató en la siguiente jugada, cuando Córdoba empujó un centro de Neira, pero se encontraba en un notable off-side.
El propio Neira era lo más claro de un partido chato, sin grandes jugadas. Otra fantástica acción y asistencia del delantero habilitó a Córdoba, quien fue atorado por Orión y falló.
La organización del mediocampo de Estudiantes notaba la ausencia de Verón; simplemente carecía de ella y los delanteros recibían sólo pelotazos desde la defensa.
En la segunda parte, un cabezazo de Rieloff hizo despertar el entusiasmo de la afición, pero Orión lucía impasable. Y ya que no se podía jugar por abajo por la ausencia de la ‘Brujita’, a los 6’ del complemento, Desábato envió un pelotazo largo y Gastón Fernández definió cruzado ante la salida de Sessa abriendo el marcador.
En una acción casi clonada, la ‘Gata’ volvió a irse frente al arquero. El desorden de la defensa de Gimnasia se rompió en la jugada de la apertura del marcador y en los minutos posteriores pudieron ampliar la diferencia.
Estudiantes se cerró y pese a la insistencia de Guillermo, la llegada al arco ‘Pincha’ se volvió casi una odisea. El partido pareció acabarse cuando ingresó Encina en el lugar de quien era el único capaz de darle fútbol a Gimnasia, Juan Neira.
Los pelotazos caían una y otra vez sobre el área defendida por Orión, pero los rechazos constantes por parte de Fernández y Desábato hacían que los intentos del ‘Tripero’ fueran inútiles. De contra, buscaba liquidar el partido.
Y tras una tonta acción del central Masuero, quien tocó con la mano la pelota, dentro de su área sobre los 37’ del segundo período, el encargado de ejecutar la pena máxima fue Enzo Pérez, quien con un derechazo cruzado y a media altura superó las manos de Sessa.
El ingresado Leandro González tuvo la gran oportunidad de coronar la victoria pero definió sobre el cuerpo del arquero rival y se acabó la historia en La Plata.
Sin Verón, aunque aprovechando los errores de su rival, Estudiantes silenció el Estadio Único de La Plata con una victoria contundente, condenando cada día más a su eterno rival al descenso directo.
Síntesis
Gimnasia: Gastón Sessa; Boris Rieloff, Abel Masuero, Ariel Aguero y Leandro Sapetti; César González, Fabián Rinaudo y Luciano Aued; Juan Neira; Guillermo Barros Schelotto y Jorge Córdoba. DT: Angel Cappa.
Estudiantes: Agustín Orión; Federico Fernández, Leandro Desábato y Facundo Roncaglia; Gabriel Mercado, Rodrigo Braña, Matías Sánchez y Raúl Iberbia; Enzo Pérez y Pablo Barrientos; Gastón Fernández. DT: Eduardo Berizzo.
Goles en el segundo tiempo: 6’ Gastón Fernández (E), 38’ Enzo Pértez (E), de penal.
Cambios en el segundo tiempo: 26’ Leandro Benítez por P. Barrientos (E), 27’ Hernán Encina por Juan Neira (G), 37’ Germán Pacheco por (G), 42’ Leandro González por E. Pérez (E), 44’ Hernán Rodrigo López por G. Fernández (ER).
Amonestados: Sessa (G), Rinaudo (G), Federico Fernández (E), Barrientos (E), Braña (E), M. Sánchez.
Arbitro: Héctor Baldassi.
Estadio: Ciudad de La Plata (local Gimnasia).
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