Estaba escrito. O al menos parecía el final feliz de una historia de desencuentros y desprolijidades que tenía a AFA y Chiqui Tapia como villanos. Estudiantes se coronó campeón del torneo Clausura. Y más allá de levantar la Copa y clasificar a la Libertadores, para Juan Sebastián Verón y el pueblo pincharrata el título tiene un valor moral y sentimental muy distinto a otros.
Fue 1 a 1 en los 90 minutos y una definición por penales agónica dónde Estudiantes siempre corrió de atrás, pero al final se quedó con la gloria. Maravilla Martinez hizo un golazo que parecía darle el titulo a Racing a los 37 minutos del segundo tiempo, pero Rojas hizo una falta cerca del área y Carrillo aprovechó un buen centro de Sosa y mandó el partido al alargue. No hubo goles en el tiempo extra, y llegaron los penales. Cambeses le atajó a Cetré, pero falló el cuarto Martinena y el Pincha estiró la definición. Como si el final estuviera escrito, a Cambeses se le escurrió entre las piernas un penal mal pateado. Y Estudiantes se coronó tras un remate al palo de Racing.
Así, en menos de un mes, el Pincha pasó de clasificar con lo justo a ser campeón. En el medio estuvo aquel pasillo de espaldas a Central que desencadenó una pelea entre Tapia y Toviggino con Juan Sebastián Verón, con sanciones, boletines truchados, mucho enojo del hincha futbolero y una puerta que se abrió para una investigación judicial contra Tapia que parece complicarlo.
Justamente Tapia tuvo que entregarle las medallas a los campeones, aunque zafó de no tener que cruzarse con Verón, que vio el partido desde la platea y no bajó a la entrega de trofeos porque está suspendido por AFA.
Santiago del Estero fue testigo de otro campeón. Uno que pocos imaginaban hace un mes, y muchos pasaron a alentar a partir de esta pelea con AFA. Estudiantes campeón, todo dicho señor juez.
