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Made in Rosario

Estudian las propiedades medicinales del alcaucil

Tiene compuestos que estimulan la función biliar y atenúan el colesterol. Además previenen enfermedades crónicas. Lo realizaron Andrea Escalante y Ricardo Furlán, del Iidefor, junto a Stella García y Rosana Rotondo, de Ciencias Agrarias.


Un grupo de científicos del Instituto de Investigaciones para el Descubrimiento de Fármacos de Rosario (Iidefar, Conicet-UNR) y de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Rosario analizó el contenido de dos sustancias utilizadas por la industria farmacéutica, cinarina y ácido clorogénico, en tres tipos de cultivares diferentes de alcaucil.

Estos compuestos estimulan la función biliar y tienen efectos beneficiosos sobre el colesterol. Además contribuyen en la prevención de enfermedades crónicas: cardiovasculares, neurodegenerativas, cáncer.

“La determinación de los principios activos en cultivares locales de alcaucil y en diferentes etapas de su desarrollo es importante para poder aprovechar la totalidad de la planta”, afirma Andrea Escalante, investigadora del Conicet y directora del proyecto. Si luego de la cosecha de la cabeza floral inmadura, que se utiliza como alimento, las hojas de las plantas aún conservan una cantidad adecuada de principios activos, estas podrían ser utilizadas para la producción de medicamentos.

En el estudio, Escalante y Ricardo Furlán del Iidefar junto a Stella García y Rosana Rotondo de la Facultad de Ciencias Agrarias analizaron tres variedades genotípicas de alcaucil: Oro Verde, Gauchito y Gurí, cultivadas en el campo experimental Villarino. Los investigadores evaluaron la calidad química de las hojas de cada cultivar antes y después de la floración. Para hacer estas determinaciones prepararon extractos de las hojas de cada una de las variedades en etapa de pre y pos floración y realizaron análisis químicos cualitativos y cuantitativos. Luego compararon los resultados tanto entre las variedades como entre las fases de desarrollo de la planta.

Tres tipos de alcaucil

El estudio permitió concluir que Gauchito posee la mayor concentración de principios activos en las hojas antes y después de la cosecha de la cabeza floral. “Los resultados demuestran, en concordancia con otros estudios, que la variedad genotípica de alcaucil influye en el contenido de los principios activos y que su producción puede ser realizada con doble propósito: la cabeza floral para consumir como alimento y las hojas para uso medicinal, ya que los principios activos se mantienen presentes en las hojas después de la floración”, concluye Escalante.

Este proyecto planteado con nuevas perspectivas fue seleccionado para su publicación en el catálogo de la competencia Innovar 2016 donde se exponen los trabajos que han sobresalido en este concurso organizado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación con el objetivo de estimular la transferencia de conocimiento y tecnología desde el sector científico al socioproductivo.

Estudio inédito sobres bosques secos en Latinoamérica (Por: Ana Paradiso / Conicet Rosario – Especial para El Ciudadano)

Un grupo de 63 investigadores, entre los que se encuentran científicos del Instituto de Investigaciones en Ciencias Agrarias de Rosario (Iicar, Conicet-UNR), publicaron en la revista Science un estudio inédito de los bosques secos de Latinoamérica, que aporta una base de datos de 7.000 especies únicas y destaca la urgencia de establecer nuevas áreas protegidas a lo largo y a lo ancho de todos los países involucrados.

“En este momento es uno de los ecosistemas tropicales más amenazados del mundo, principalmente por la deforestación descontrolada y los incendios intencionales, en pos de sumar suelos para la agricultura”, señala Darién Prado, investigador independiente del Conicet y director del grupo de Botánica del Iicar, que integran la becaria posdoctoral del Conicet Virginia Mogni, y los docentes de la Universidad Nacional de Rosario Luis Oakley, Hernán Maturo y Luciano Galetti, del Herbario de la UNR. Por la Argentina, también participó la doctora Olga Martínez perteneciente al Instituto de Bio y Geociencias del NOA (Ibigeo, Conicet-UNSa).

Los investigadores argentinos, junto a colegas de Latinoamérica y el Caribe, conforman la Red Florística Latinoamericana del Bosque Tropical Estacionalmente Seco (Dryflor), autores de la publicación científica de la prestigiosa revista Science, que además fue tapa de la misma.

Secos, fértiles y exclusivos

En el artículo científico se analiza la riqueza florística, la diversidad de las plantas y el nivel de endemismos presente en estos ecosistemas donde predomina la sequía. Al respecto Prado señala: “Los bosques secos neotropicales se caracterizan por tener una notoria estación seca que es muy variable en su duración, es decir, se puede extender desde un mes a casi un año; sus lluvias rara vez superan los 1.500 milímetros anuales y se asientan sobre suelos fértiles y pedregosos”.

“A partir de la investigación se logró elaborar una base de datos de árboles de los bosques secos, que contiene 1602 inventarios florísticos de Latinoamérica y el Caribe y abarcan cerca de 7.000 especies, que presentan la ventaja de poder adaptarse a las altas temperaturas y a las prolongadas sequías”, destaca Prado y agrega que varios de los cultivos fundamentales para la alimentación y el comercio mundial actual, como el maní, el tomate, el maíz y los porotos, se originaron en estos ecosistemas.

Cada sector del bosque seco contiene ciertas especies únicas que no crecen en ningún otro lado y al respecto Prado señala: “Sólo en los bosques secos de Argentina y Bolivia existe el llamado quebracho flojo, Loxopterygium grisebachii, pariente de los quebrachos colorados del Chaco. También crecen sólo en esta región, aunque a veces aparecen en bosques linderos a los bosques secos, los tan conocidos jacarandás (Jacaranda mimosifolia) y las tipas (Tipuana tipu), ambas cultivadas en todo el mundo por sombra y su belleza”.

Por el motivo citado, en el artículo científico se hace especial énfasis en la necesidad de la conservación de los bosques tanto al nivel regional como continental y se revela que de algunas regiones sólo queda un 10% de la extensión original, muy distinta a la situación de las selvas húmedas de la Amazonia, que conservan hasta el 80%.

“La investigación otorga un marco de referencia para los tomadores de decisiones políticas sobre la conservación del medio ambiente y la sustentabilidad de los ecosistemas”, concluye Prado.

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