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Estimulación global con adultos mayores

Por: Gina Verona Muzzio.- Se trata de actividades que van mucho más allá de la función de la memoria, razón por la cual, es llamada: “estimulación global”. “La finalidad es mantener ágil la mente de la persona mayor y a la vez construir y descubrir estrategias para transitar el proceso del envejecimiento con calidad y buena vida”, explica la Psicogerontóloga Ester Altvarg, pionera en el tema en Rosario.


La expectativa de vida para los adultos mayores ha crecido considerablemente en las últimas décadas y especialistas de la salud se han puesto a investigar sobre el tema, en Argentina y en muchos países del mundo “Actualmente, hay cambios de paradigmas y tenemos la posibilidad de vivir 35 años más que nuestros abuelos. Vale la pena que nos dediquemos a pensar de qué manera queremos hacerlo”, analizó Ester Altvarg, psicogerontóloga, Coordinadora General de los Talleres de la Caja Mutual del Banco Provincia de Santa Fe desde su fundación, en 1994, y de los mismos Talleres de Estimulación Global de la Memoria en el Club Español de Rosario y en la Asociación Mutual Mercantil Argentina (AMMA).

“Una estimulación global va mucho más allá de la memoria. Se trata de estimular todas y cada una de las funciones mentales e incluir ejercicios que atraviesen e integren aspectos afectivos, sociales, culturales y recreativos de la persona mayor”, explica Altvarg, especialista en el área y pionera en talleres y estudio sobre el tema.

Ester tuvo en claro desde muy joven que quería trabajar con adultos mayores. En su infancia, era la niña mimada de las abuelas del barrio, siempre sintió una fuerte ligazón de afecto con los mayores y su misma madre, fue una persona que le legó ejemplo de fortaleza.

En los 90 comenzó a trabajar en geriátricos. “En ese entonces, los geriátricos no eran lo que son hoy… había en muchos de ellos, deficiencia en cuanto a la atención que se le ofrecía al adulto mayor y escasa preparación y conocimiento gerontológico” contó la psicogerontóloga. Y agregó: “Trabajé durante cinco años visitando 25 geriátricos por semana. Había fundado con una querida amiga, hoy la Dra. Valentina Maltaneres, un Servicio Terapéutico para Ancianos: SETEA. Fue entonces que decidí armar un proyecto que genere caminos y abra preguntas sobre el buen envejecer. Fundé los Talleres de Estimulación Global de la Memoria, que son precisamente, un espacio de creatividad, libertad, dialogo, ejercitación… para construir una vida con sentido renovado y mirada optimista”.

En la gestación del proyecto, según contó Altvarg, tuvo la suerte de que Elías Whpei, en ese entonces Presidente de la Caja Mutual del Banco Provincia de Santa Fe, la escuchara y le abriera las puertas de ese espacio. “Ahí fue cuando comencé a andar, ahora llevo 18 años de labor fecunda en dicha Institución. Soy la Coordinadora General de los Talleres desde el 1994. Me gusta decir que ha sido ‘mi quinta’, porque ahí ha florecido mi proyecto y ha florecido la gente que participa en él”.

La especialista destaca el creciente interés de los rosarinos en este tipo de talleres y en todas las actividades referidas a la estimulación de adultos mayores. No sólo de aquellos que participan, sino también de distintas instituciones que brindan espacios, de los jóvenes profesionales que se interesan aportando sus proyectos y de las autoridades municipales, que generan y mantienen políticas de expansión al respecto.

Sin embargo, lamenta que aún no se haya logrado trabajar interdisciplinariamente. “Es uno de de los grandes objetivos que conlleva sus desafíos” aclara.

“Los referentes teóricos de mi proyecto son la neurociencias, la psicología cognitiva, la psicogerontología, la psicología social, el psicodrama, la dinámica de grupos”, detalló Altvarg. La psicogeróntologa consideró que “el proceso de envejecimiento conlleva tal complejidad, que debe ser estudiado y trabajado desde varias disciplinas: trabajadores sociales, psicólogos, fonoaudiólogos, psicopedagogos, médicos. Todas las disciplinas que tienen que ver con el contacto humano deberían tener una especialidad en formación gerontológica. Es importantísimo”.

Ella analiza su experiencia trabajando durante más de veinte años en este proyecto de su autoría. Cuenta que ha visto paulatinamente “crecer el deseo y la conciencia de la persona mayor, a participar en talleres y recibir estímulos como forma de cuidar y cultivar la mente y el espíritu”.

“El cerebro es un órgano muy específico y podemos hacer algo por él, hacerlo trabajar. Un cerebro que no recibe estímulos socioculturales adecuados es un cerebro que se va deteriorando”, explica.

Por otra parte, comenta la resistencia del género masculino a asistir a talleres: “Mis talleres son del 90 al 100 por ciento integrados por mujeres. Hay razones psicológicas en esta resistencia que presenta el género masculino a integrarse en actividades grupales de estimulación, donde se exponen afectos y emociones. Memoria y emoción, tienen íntima relación. De todas maneras hay un pequeñito cambio. Cuando yo empecé no había ningún hombre y ahora hay tres o cuatro por grupo. Cuento con algunos que se acercaron y hoy están felizmente integrados”.

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