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Estiman alto crecimiento del crédito

El crédito será uno de los grandes protagonistas, si no el principal, de la economía en 2011.

El crédito será uno de los grandes protagonistas, si no el principal, de la economía en 2011. La expansión de los préstamos al sector privado llegaría en el año que recién arranca al 40 por ciento y superaría el máximo histórico en relación con el PBI.

Para la estrategia oficial, la expansión crediticia debe ser el principal elemento que mantenga el alto crecimiento de la economía. Claro que al mismo tiempo el peligro es que termine generando más inflación si la mayor parte se dirige a financiar el consumo de corto plazo.

La estimación de semejante incremento surge del Programa Monetario de 2011 elaborado por el Banco Central, que calcula una expansión en el stock de préstamos de nada menos que 65.000 millones de pesos. Es tal la inyección de dinero proyectada que

la propia entidad que preside Mercedes Marcó del Pont destacó que “la creación secundaria de dinero, promovida por el incremento del crédito al sector privado, será el principal factor  de la expansión monetaria, superando el efecto expansivo de las compras de divisas”.

Esto significa que a la hora de evaluar cuáles son los efectos que incrementan la cantidad de dinero en la economía, ya no sólo habrá que mirar las compras diarias de dólares del BCRA (para las cuales emite pesos). Ahora también habrá que seguir de cerca el ritmo en que los bancos aumentan la oferta crediticia.

Esta tendencia no es nueva, sino que ya en el segundo semestre del año se produjo un verdadero boom crediticio, que según evalúan en el gobierno se mantendrá durante 2011.

Es más, el Central dará el puntapié inicial a través de una nueva licitación de la línea de Créditos del Bicentenario, a 5 años de plazo y tasa fija del 9,9 por ciento anual en pesos (costo final).

Será la tercera desde que este programa se puso en marcha y la gran novedad es que el monto será mucho  mayor al de las licitaciones anteriores. Según estimaciones previas, podría acercarse a los 1.000 millones de pesos. Esta licitación podría realizarse esta misma semana o a más tardar la próxima. La intención es marcar el sendero de lo que se busca promover en materia crediticia para 2011: un alargamiento de los plazos y más préstamos dirigidos a apoyar la producción.

En la lectura oficial, el crédito aún se encuentra en niveles bajos en relación con el PBI. El máximo de la última década se alcanzó en 2007, cuando llegó a representar el 12 por ciento. Ahora apenas supera el 11 por ciento, por lo que queda un amplio margen para continuar la expansión. “Incluso estamos muy por debajo de lo que el crédito representa en prácticamente todos los países de América latina”, razonan en el Central.

El año terminó con una fuerte aceleración crediticia. Sólo en diciembre, el crecimiento llegó al 4,9 por ciento y el acumulado anual finalmente ascendió al 36,1 por ciento. En los últimos meses la tasa de crecimiento del crédito superó a la de los depósitos, que terminaron el año con una tasa de incremento del 32,3 por ciento (los plazos fijos crecieron un poco menos, un 29,5 por ciento).

Las líneas que más crecen son las de corto plazo. El descuento de documentos, por ejemplo, aumentó un 52,6 por ciento y los adelantos en cuenta corriente, un 26 por ciento, en lo que respecta a líneas para empresas. En el caso de los individuos, lo que más aumentó fue la financiación con tarjetas de crédito (44,7 por ciento), mientras que los préstamos prendarios crecieron más que los personales (35 por ciento contra el

31,8 por ciento). Siguen muy rezagados los préstamos hipotecarios, que aumentaron sólo el 14,7 por ciento en 2010, aunque con un salto del 2,2 por ciento en los últimos treinta días.

Claro que también creció más del 60 por ciento en el rubro que el BCRA denomina “otros”. En esta categoría se encontrarían, por ejemplo, las operaciones de leasing (alquiler con opción a compra), que permiten a las empresas modernizar su maquinaria

y por lo tanto mejorar sus niveles de productividad. Se trata, por ende, del tipo de crédito que el BCRA busca que crezca por encima de los vinculados a necesidades de corto plazo.

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