Manuel Parola
“Soy militante desde antes de resolver mi orientación sexual”, contó Esteban Paulón, ex subsecretario de Políticas de Diversidad Sexual de la provincia de Santa Fe. Ser abiertamente gay es un acto político, desde la perspectiva de Paulón, quien tenía 15 años cuando comenzó a militar en el Partido Socialista, sosteniendo las banderas del por entonces concejal Hermes Binner. Treinta años después encabeza la lista a diputado nacional por Santa Fe por el partido de la rosa con una agenda progresista que busca inclinar la balanza en un Congreso que se muestra polarizado.
Los inicios de Paulón datan de su ingreso a la juventud socialista a partir de actividades barriales en el oeste y noroeste de Rosario en los años 90 para luego trabajar en el área de Diversidad sexual de la Municipalidad: “Me sumé al Partido Socialista de la mano de Binner y milité con Pocho Lepratti y otros referentes territoriales de aquellos años, y cuando salí del closet empecé a cruzar militancias”, contó a El Ciudadano.
De Santa Fe al hemiciclo: construir un Bloque Federal
La Subsecretaría de Políticas de Diversidad Sexual, con Paulón a la cabeza, logró desde 2016 agregar en la botonera del Estado provincial una serie de avances pioneros en materia de derechos y reconocimientos a las disidencias sexuales. No obstante, la actividad de Paulón no está completamente destinada a las disidencias, sino que además busca poner el foco en otros aspectos que afectan los intereses de la provincia de Santa Fe, como la cuestión de las vías navegables en el río Paraná, la obra pública y la inversión estatal en educación, seguridad y salud: “Mi trayectoria política me tocó en lo personal ya que, cuando me tocó ser secretario parlamentario, impulsamos la agenda de la diversidad desde dentro. Con esa misma convicción quiero ser diputado. Mi activismo es sólo uno de los aspectos de mi vida”.
“Vamos hacia un escenario incierto con la intención de tener una voz más fuerte, más influyente en el Congreso, y ser el fiel de la balanza con una agenda que defienda los intereses de Santa Fe e incidir en el debate político”, señaló Paulón y agregó: “La provincia tiene que ser protagonista. Santa Fe aportó el 13% de los ingresos nacionales. Debemos convencer a los otros sectores del Bloque Federal, que buscamos construir con Juan Schiaretti a nivel nacional, la importancia nacional de defender los intereses de la provincia”.
Paulón tiene bajo el brazo tres propuestas puntuales que tienen que ver con su militancia histórica y con los puntos de discusión impulsados por el socialismo en el último ciclo político: retomar la discusión por la ley de Humedales, sancionar una ley Integral Trans que garantice el acceso real a los derechos civiles, laborales y económicos de la población travesti-trans, el reconocimiento histórico a las disidencias perseguidas y violentadas durante la dictadura, y una norma fundamental en un contexto de crecimiento de los posicionamientos de derecha: una ley de prevención y sanción de actos discriminatorios.
Un congreso polarizado
“Hay una gran atomización y fragilidad del sistema político que hoy está conformado en dos grandes bloques empatados”, evaluó Paulón. Desde su perspectiva, la actividad parlamentaria está jaqueada debido a la división del Congreso en dos mitades definidas entre Unión por la Patria y Juntos por el Cambio, los bloques mayoritarios en la Legislatura: “Ese proceso se va a torcer ya que los espacios políticos no van a ser los mismos después de las Paso de este domingo”.
Los dos sectores señalados presentaron dos candidatos presidenciales cada uno. El activista entiende que si se suma a Milei en la lista, aún con la interna del Frente de Izquierda, la mayoría de los candidatos tiene un sesgo identificado con la centroderecha desde donde históricamente se han impulsado discursos de persecución y manifestaciones de exclusión a las disidencias sexuales: “Lo peor que podemos hacer es mirar para el otro lado. Tenemos que dar un debate que nos permita una sociedad sin discriminación y nos permita desenmascarar a quienes elevan esas posiciones y esos discursos”.
“Lo peor que podemos hacer es negar la violencia. Nosotros podemos negar, cancelar a una persona o a una cierta actitud, pero el efecto concreto es que eso que se cancela sigue ahí, sigue sucediendo. Lo que hay que hacer es sentarse, debatir el problema”, dijo el activista.
Para el socialista, las opciones reaccionarias se alimentan del descontento de la población: “Hay mucha gente que vota al que más grita, en un contexto donde la política no da respuesta a los problemas cotidianos de la gente. El voto de Milei está compuesto por el voto bronca y la decepción. Pero si vos rascás la pintura y le preguntás a cualquiera si está de acuerdo con negarle un banco en la escuela a un niño porque es trans o porque es inmigrante, no va a estar de acuerdo”, dijo Paulón, y concluyó: “Hay que sentarse, poner las cartas nuestras y las de ellos sobre la mesa y discutir con argumentos”.
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