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Cupo laboral trans

“Este tipo de políticas vienen a salvar vidas”, dijo uno de los ingresantes a la Municipalidad

Esta semana la Municipalidad anunció el ingreso de cinco personas trans a planta, en cumplimiento de la ordenanza de cupo laboral trans. Hablan dos de ellas y una de las veedoras del proceso de selección


La primera vez que Santiago Quizamás asistió a una entrevista de trabajo fue a mediados de los noventa, cuando tenía 19 años. Vistió camisa, jean y zapatillas. En la fila se sintió “un bicho raro” pero no se animó irse porque le dio vergüenza. El anuncio que solicitaba “señoritas” para el personal de una conocida librería local había sido publicado en un diario y Santiago, que entonces no era Santiago sino una chica, decidió intentar.

“Estaban todas súper producidas y yo siempre había sido muy “masculina”. Fue muy incómodo, aunque a los 13 años ya había salido del clóset con mi familia. Fue la primera y la última entrevista de trabajo de formal que tuve. No conseguí el trabajo”, dice quien hoy tiene 42 años, empezó su transición a varón trans hace cuatro años y es una de las cinco personas que ingresaron a la planta municipal en cumplimiento con la ordenanza de cupo laboral trans.

Quizamás está contento, emocionado, siente que todavía “no cae” de la noticia. Será parte del equipo de la Dirección de Diversidad de la Municipalidad de Rosario. Hace unos años milita en pos de visibilizar identidades de varones trans en Rosario y provincia. Recuerda que en los noventa “no existían esas palabras, no tenía conocidos que pasaran por esto”, por eso le parece fundamental hacer visibles estas historias.

Trabajó con su familia y con conocidos en distintos rubros, pero siempre de forma inestable. Hace siete años fue papá y eso le hizo preguntarse qué dejaba para su hija, qué vida podía darle. Su incorporación a un trabajo estable y formal es una gran noticia: “Este tipo de políticas vienen a salvar vidas, no sé si la gente tiene dimensión de cómo nos puede llegar a cambiar la vida. Para el colectivo LGBTIQ+ es un montón, nos permite pensar que podemos aspirar a un trabajo así. Hoy me pasa a mi pero son un montón les compañeres que lo necesitan y esto tiene que cambiar, la sociedad tiene que cambiar”.

Lo mismo piensa Virginia Rivero que tiene 32 años, otra de las ingresantes al Municipio. También es su primer trabajo estable. “Para mí esto es un cambio de vida rotundo, me levanto a la mañana con otras ganas. Pasás a tener un trabajo fijo, no tenés preocupaciones, te juntás con otra gente, otro ambiente, es importantísimo eso para la cabeza también”.

Rivero subraya una realidad dolorosa para la comunidad de mujeres trans: en Argentina tienen una expectativa de vida que no supera los 45 años. “La mayoría ejerce la prostitución. Hay que estar todo el día atendiendo tipos en una habitación… A los 20 años quizás no lo piensan pero cuando crecen sí. La sociedad avanzó muchísimo pero cuando llevás un CV a una empresa nunca eligen a la chica trans. Por eso es tan importante que la ciudad y la provincia lo empiecen a hacer”.

Su ingreso será en el área administrativa del Distrito Centro, ya conoció a sus próximos compañeros de trabajo y se siente muy feliz, “con todas las expectativas”. Otra cosa que destaca es que durante el proceso de de selección todos fueron “muy cuidadosos, amables, te hacían sentir cómoda para que puedas explayarte bien”.

Derechos, autonomía y construcción de ciudadanía

El proceso de preselección se inició los días 26, 27 y 28 de octubre con entrevistas a las personas pre-seleccionadas y culminó el 11 de noviembre con una reunión donde el jurado integrado por representantes de las secretarías de Modernización y Cercanía, de Género y Derechos Humanos, y de la Dirección Municipal de Empleo, junto con miembros del Sindicato de Municipales y con presencia de referentes de organizaciones del colectivo travesti trans, realizó el dictamen.

Jackeline Romero es la presidenta de Red Diversa Positiva y participó como veedora del proceso de selección del personal para garantizar el cupo trans. Es una luchadora por este derecho hace muchos años. Hace hincapié en lo que piensa fue fundamental para llevar adelante esta política pública: voluntad política.

Cuenta que hubo entre 35 y 40 presentaciones para ingresar a la planta. “Tuve lugar para ver, escuchar, voz para  opinión, se nos consultó si estábamos de acuerdo con estos ingresos y claro que sí”, destaca.

“Fue un proceso muy claro, donde se seleccionó y donde el cupo laboral trans estuvo bien enfocado, como debe ser. Siempre con la visión y el control del Ejecutivo. Esto viene a garantizar derechos de empleabilidad. Estuvo bien enfocado, se evaluó, se visualizó correctamente la necesidad de estas personas de conseguir un trabajo y también se visualizó el cumplimiento: tenemos derechos pero también responsabilidades”.

Romero plantea que no existen estadísticas oficiales de Rosario para conocer con mayor exactitud la población trans. “Hay datos inciertos, muchas personas se mostraban en su ámbito más privado y recién ahora, en los últimos años, empiezan a visibilizarse más. Es una comunidad donde lamentablemente no podemos tener estadísticas completas, porque se va agrandando cada vez más. Un 98 por ciento de nuestra comunidad viven del trabajo sexual porque es la única forma que tenemos de ganarnos el pan. Esta política fue muy esperada”.

El Cupo Laboral Travesti Trans es una iniciativa pionera en el país, resultado de un trabajo conjunto entre municipio, concejales y organizaciones del colectivo LGBTI, que permite la incorporación de personas travestis, transexuales y transgénero a la planta municipal, con el objetivo de dar respuesta a una población que encuentra grandes dificultades para ingresar al mercado laboral formal.

El ingreso de las cinco nuevas trabajadoras y trabajadores municipales se formalizó el pasado 22 de diciembre en un acto del que participó el propio intendente Pablo Javkin. La Secretaria de Género y Derechos Humanos expresó: “El cupo trans es el resultado del activismo y de la lucha de los colectivos de la ciudad, y desde el Estado tenemos la obligación de garantizar su cumplimiento”.

También agregó que “el cupo laboral trans es una política propositiva de inclusión, necesaria para poder garantizar derechos a una de las poblaciones más vulneradas en la actualidad. Con esta acción se apunta a generar una mayor autonomía y construcción de ciudadanía, fortaleciendo capacidades y posibilitando otros proyectos de vida”.

Por su parte, Martín Clapié, director de Diversidad Sexual, afirmó: “Para todo el equipo fue muy importante haber llegado finalmente a esta instancia, porque el proceso de selección fue realmente arduo ya que cada una de las personas que se presentaron en la convocatoria estaba muy preparada y nos representó un verdadero desafío. Cada une de les ingresantes que se suman a nuestra planta municipal realmente se destacaron en sus entrevistas”.

Finalmente, la presidenta del Concejo Municipal, María Eugenia Schmuck, destacó: “La ordenanza de cupo laboral trans es una iniciativa que trabajamos junto a Vox y Putos Peronistas, aprobada en 2016 y que convirtió a Rosario en una de las ciudades pioneras de cupo laboral trans del país. Hoy, con el ingreso de cinco nuevas compañeras y compañeros, cumplimos con nuestra palabra, garantizando oportunidades para que Rosario sea un poco más igualitaria”.

En este marco, Clapié valoró esta instancia como la posibilidad de hacer un reconocimiento ciudadano hacia la comunidad travesti trans. “El logro también es colectivo; porque el hecho de que las mujeres y varones trans formen parte de espacios en los que la ciudadanía transita cotidianamente, implica poder plasmar la visibilidad del colectivo y humanizar la mirada de les otres, deconstruyendo y derribando prejuicios hacia las personas travesti trans”.

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