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Talento y trayectoria

Este martes, a los 68 años, murió el reconocido baterista local Omar Pogonza

El talentoso músico que supo formar parte de bandas como El Ángulo, Crisis, Frankenstein, Madre Pulpo y Misterio, además de tener en su haber la creación de la primera escuela de batería en la ciudad, falleció tras una descompensación derivada de su diabetes


Omar Pogonza uno de los bateristas más reconocidos de la ciudad, quien supo formar parte de bandas como El Ángulo, Crisis, Frankenstein, Madre Pulpo y Misterio, al tiempo que también fundó la primera Escuela de Batería de la ciudad y se desempeñó como conductor del envío radial El Estuche, murió el martes, a los 68 años, luego de una descompensación relacionada con sus problemas de salud derivados de la diabetes.

Pogonza había nacido en Rosario el 7 de julio de 1952. Comenzó sus estudios de batería con los legendarios René Maenza y Vicente Giosa. Sus inicios en el rock datan de finales de la década del 60, con los grupos El Ángulo y Apocalipsis. Y fue a mediados de los 70 que se volcó definitivamente al jazz.

En 1978 se radicó en Paraguay, donde integró la banda Diamante. A su regreso al país, formó parte del grupo El Umbral. Además de su labor como docente, tocó junto a Gustavo Girves y Gabriel Sena en Pogonza Project.

En marzo del 2018, el músico lanzó su disco debut como solista, el único registro de su música y en el que se animó a cantar. En el material, que fue producido por la Editorial Municipal de Rosario, Pogonza mostró sus diversas facetas: la de compositor, baterista y cantante. El material incluye temas propios, algunos en coautoría con Gustavo Girves, Luli Montedo, Gustavo Marozzi, Mono Hurtado y Pablo Ledesma; y una personal versión de “Durazno sangrando” de Machi Rufino, Luis Alberto Spinetta y Pomo Lorenzo.

Entre los recordados hitos de su carrera en los últimos años están los homenajes que encabezó recordando a Oscar Moro. El primero se realizó el 11 de julio de en 2015 cuando se cumplieron diez años de la muerte del baterista de Los Gatos. Para ese encuentro, una veintena de bateristas se reunieron en el Galpón de la Música y tocaron al unisono, una experiencia que se repitió un año después en la intersección de las calles Buenos Aires y Rioja.

Una persona llena de historias

Al periodista y músico rosarino Diego Giordano le costó seleccionar algunos recuerdos sobre Pogonza ya que lo conoció a sus 19 años. “Tengo 45 y al gordo lo conocí cuando tenía 19, en su casa de toda la vida, de Italia al 1000, al lado de un banco. Ahí tenía su sala de ensayos y yo tocaba en Mortadela Rancia con Gonzalo Aloras y Lisandro Falcone, así que fuimos a su casa por casi dos años a ensayar, en los 90. De hecho, le compré su batería Ludwing, laminada en acero, era una preciosura, una cosa increíble”, evocó.

En la lista de momentos compartidos, Giordano mencionó: “Tengo un montón de recuerdos, porque siempre fue muy divertido estar con él, era un tipo muy simpático, buena onda, compartimos miles de asados e hizo tanto en tu carrera que siempre te sorprendía con alguna historia, entre ellas cuando vivió en Paraguay y tocó con la primera banda de rock de allá: La Banda Diamante. También estuvo de gira por Europa con distintas agrupaciones de jazz”.

“Después, cuando comencé a trabajar en la Editorial Municipal de Rosario, estaba a cargo del catálogo discográfico y hace un par de años decidimos hacer un disco con sus mejores canciones, porque la gente no conocía esa faceta de Omar y tenía canciones hermosas. Estaban en un plan de blues y nos dio dos CDs con grabaciones con grandes músicos del jazz, muy grosos y con sus canciones, además de un paquete enorme lleno de fotos “, mencionó Giordano, quien comentó que el proceso de edición de dicho material fue junto a él. “Hablamos mucho en esas tardes de trabajo. Fue una muy linda experiencia y un pequeño gran homenaje a su obra”, expresó. Y remarcó: “Otra de las cosas de Omar para destacar fue su gran labor docente porque por su escuelita pasaron cientos de chicas y chicos que comenzaron a estudiar música con él, sé que muchos de la escena musical de la ciudad pasaron por ahí”.

Alejandro Bianchi, baterista de New Beats Sinfónico, fue uno de sus tantos alumnos y recordó que junto a Pogonza estudiaron con el profesor Vicente Giosa, “un gran maestro y  músico de jazz reconocido a nivel internacional, donde estudió también Oscar Moro”, puntualizó. “La muerte de Omar provoca un dolor enorme no sólo a quienes lo conocimos, sino también al ambiente musical de la ciudad”.

Por su parte, el bajista Nahuel Antuña, integrante de Vudú, remarcó: “Omar fue transversal a toda la historia del rock de Rosario. Siempre creando, produciendo”. Y recordó: “La primera vez que vi a Pappo fue gracias a él, que lo trajo cuando yo tenía 13 o 14 años. Los vi tocando juntos y fue algo tremendo. Con el tiempo, Omar se dedicó al jazz y yo al rock, así que no nos cruzamos mucho en el ambiente, hasta que un día me llamó cuando organizó el homenaje a Oscar Moro, donde hubo un montón de baterías sonando al mismo tiempo. Ahí fui a tocar con el bajo junto a Bonzo Morelli y Willy Echarte. Fue una cosa majestuosa y muy emotiva”.

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