Este jueves se incorpora a la plataforma pública Cine.ar Play el film documental Dorados 50 escrita y dirigida por Alejandro Vagnenkos y Víctor Cruz. El film plantea que los 50 años pueden ser dorados aunque duelan las rodillas, aunque el aire no sea el mismo o una capa de angustia se instale en un rincón del cerebro. El protagonista reflexiona sobre sus cincuenta, filma una película sobre amores infinitos e indaga con humor existencial acerca de la lucha diaria de vivir.
“¿Cómo sostiene una pareja la mirada amorosa durante cincuenta años?”, se plantea el protagonista de esta propuesta que se presenta como una comedia judía (no solamente) argentina, con un personaje empujado a resolver su neurosis en medio de la crisis de la mediana edad.
Dorados 50 se podrá ver este jueves y este sábado, a las 20 por Cine.ar Tv. Ese mismo día quedará disponible en la plataforma Cine.ar Play para ver gratis por una semana.
Según el catálogo del Bafici de este año lo más interesante de Dorados 50 es su “renuncia al discurso de los vínculos posmodernos, y su entrega desprejuiciada a la humanidad y ternura del amor entre dos personas. Su estructura, en clave de docuficción expositiva, se vuelve a veces reflexiva y siempre emocionante en su afán por entender el amor a través del lenguaje del cine”, apunta el texto que firma Fiorella Valente.
La película cuenta con las actuaciones de Carlos Skliar, Jorge Gismondi, Marcela Urtasun, Julieta Escardo, Norma Beatriz Del Pup y Juan Carlos Gutiérrez, entre otros y otras.
En primera persona
“En el 2017 cumplí 50 años, unos meses antes mis padres cumplieron 50 años de casados. En ese momento me di cuenta que habían pasado 30 años desde que conocí a Gisela, mi pareja de toda la vida”, comienza el relato de las motivaciones del film Alejandro Vagnenkos. “Hace veinte años que corro maratones de 42 km. Los entrenamientos suelen ser los momentos del día en los que más reflexiono, pero es un tiempo de nuevas preguntas : ¿Por qué corro?, ¿por qué sigo en pareja?, ¿por qué en una época donde nada es para siempre hay personas (como yo) que apuestan a seguir juntas toda la vida?”, apunta.
“Victor (Cruz) es uno de los pocos que me escucha desde hace muchos años, sabe que detrás de cada pregunta existencial puede haber una película, a él no le pasa lo mismo que a mi, pero algo lo inquieta, a él no le falta mucho para los 50, ha comenzado a correr y está nuevamente enamorado.
Soy parte de una generación donde juntarse y separarse luego de algunos años es la regla, a mis hijos adolescentes los sorprende que sus padres sigan juntos, piden a gritos los privilegios que implicaría la separación, doble mensualidad, doble habitación, doble vacaciones, los beneficios de la autoridad compartida que se diluye, nuevos hermanos y hermanas; bondades que estas nuevas generaciones de hijos de padres separados disfrutan y que los hijos de padres en pareja padecen”, continúa el relato el realizador que se pregunta porqué su historia es particular. “Necesito indagar por qué es tan importante para mí construir un nido fuerte y duradero. Necesito saber como otros han construido el suyo de manera tan sólida que han logrado llegar hasta los cincuenta años o más”, concluye.
Por su parte Víctor Cruz apunta que con Alejandro se conocen hace mucho tiempo, juntos compartieron gran parte de su desarrollo profesional y de los vaivenes de sus vidas sentimentales. “Sobre todo los míos, ya que como verán la vida sentimental de Ale es muy, muy estable. Compartimos cierto humor seco, nos paramos más o menos del mismo lado en muchos asuntos, pero tenemos puntos de vista muy distintos en otros, lo que hace que tengamos cierta fricción creativa que nos potencia. Alejandro tenía la idea de realizar un documental sobre parejas cercanas a sus bodas de oro desde hace bastante tiempo, pero sólo me di cuenta cuán profunda era su motivación hace algunos años. Se estaba empezando a hacer las preguntas de la mediana edad, ese momento en el que muchos miran la vida en perspectiva y no saben si alegrarse por cómo han vivido, o pegar un volantazo. Me dieron muchas ganas de acompañarlo, me intrigó mucho saber cómo era eso que le estaba pasando y que no falta mucho para que me pase a mí también”, apunta Cruz.
“Mi involucramiento como productor en los proyectos anteriores de Ale siempre fue intensa. En este caso en particular nos dimos cuenta durante el proceso de escritura, que el proyecto pedía la presencia de Ale como hilo conductor narrativo, también que mi interés por el mundo de los adultos mayores y la forma en que me estaba apropiando de la propuesta nos convocaba a dirigir juntos. Creo que la codirección le permitió a Ale involucrarse a fondo en esta búsqueda personal y a la vez equilibrar la tensión existente en su doble rol de protagonista y director”, agregó el director y productor que concluyó: “El resultado es un documental en primera persona, lúdico, en clave de humor, una comedia documental. La película es un tour de force que nos llevará mediante la búsqueda personal a explorar territorios universales, a rastrear las pistas que nos expliquen qué motiva a estas parejas a compartir cinco décadas de amor”.
Tanto Cruz como Vagnenkos son cineastas y docentes. Se conocen y trabajan juntos desde hace más de veinte años, esta es la primera codirección que llevan adelante. Víctor dirigió las películas La noche de las cámaras despiertas, El perseguidor, Boxing Club, ¡Que vivas 100 años! y Taranto. Alejandro dirigió Jevel Katz y sus paisanos y Escuela Trashumante. Ambos fueron invitados a los festivales y mercados más importantes del mundo. Este año presentaron en el Bafici sus últimas obras documentales Taranto y Dorados 50.
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