Ciudad

crisis en el fuero

Este año ingresó un 20 % menos de demandas laborales


En los últimos seis meses entró al fuero laboral de Rosario un 20 por ciento menos de causas que en el mismo período del 2016. El presidente de la Cámara Laboral, Eduardo Pastorino, lo ató a la incertidumbre generada por el decreto del presidente Mauricio Macri que en enero pasado modificó la ley de ART. La normativa llegó a una justicia laboral colapsada: 22 mil causas entraron sólo en un año y quedaron distribuidas en diez juzgados. Si bien la provincia aún no adhirió a la modificación –como ciudad de Buenos Aires y Córdoba– se formaron 1.300 expedientes menos.

Para el ministro de Justicia y Derechos humanos, Ricardo Silberstein, fue porque los abogados aceleraron las causas por temor a un colapso aún mayor del fuero. El abogado laboralista, Jorge Elizondo, atribuyó la baja a que en épocas de crisis y flexibilización laboral los trabajadores eligen no demandar por miedo a perder el empleo. Y apuntó a que saben que un juicio puede demorar más de 5 años y hacen todo lo posible para evitarlo. Aun, dijo, si eso significa quedarse con menos de lo que les corresponde.

Sin adhesión

En enero el presidente Mauricio Macri modificó por decreto la ley de ART. Dispuso que sea obligatorio y excluyente que los trabajadores que sufran un accidente de trabajo pasen por las Comisiones Médicas Jurisdiccionales antes de promover una demanda en el Poder Judicial. La norma fue inmediatamente cuestionada por la oposición, los sindicatos y los abogados laboralistas. La consideraron un atropello contra los derechos de los trabajadores.

Si bien el decreto vale para todo el territorio nacional, la adhesión es provincial. Pero, hasta ahora, sólo la implementaron la ciudad de Buenos Aires y Córdoba, que le aplicó un paquete de modificaciones en los aspectos más polémicos. En la provincia de Buenos Aires, bastión del PRO, no pasó la media sanción.

En Santa Fe aún no fue tratada y, al parecer, ni siquiera asoma en el horizonte del gobierno del Frente Progresista: Silberstein aseguró que no fue tenida en cuenta porque la provincia encara una reforma del fuero laboral propia que será presentada antes de fin de año.

Más allá de esta decisión, el decreto llegó apenas un mes después de que el colapso del fuero laboral rosarino fuera otra vez noticia. Sólo en 2016, los diez juzgados de la ciudad recibieron 22 mil causas. Si el decreto presidencial tenía el visto bueno, había una sola comisión médica en toda la provincia, ubicada en Rosario. Esto significaba dos cosas. De no crearse más comisiones, todos los trabajadores tenían que viajar para ser evaluados. Y, si los médicos decidían que pasaba a la instancia judicial, correspondía que la investigación se abriera en jurisdicción de esa comisión médica. La consecuencia inmediata era más colapso para Rosario.

Baja en las causas

De acuerdo con el presidente de la Cámara Laboral de Rosario, Eduardo Pastorino, el primer semestre de 2017 cerró con 1.300 causas menos que el mismo período de 2017. Según calculan desde el fuero, 900 equivalen a accidentes de trabajo.

“Sobre fin de año, cuando se hablaba de la sanción de la nueva ley de ART, muchos juicios se apuraron a presentar demanda ante la posibilidad de que la provincia adhiriera”, explicó Pastorino y agregó: “Es una baja circunstancial que no soluciona el problema de fondo. Hoy tenemos juzgados con 2 mil causas, cuando para funcionar bien deberían tener 700”.

Silberstein coincidió en que se trata de una baja excepcional que respondió a medidas del gobierno nacional. “Estamos comparando un período normal como el año pasado con uno extraordinario. Con el decreto de ART, los abogados promovieron mucho más rápido una serie de reclamos”, dijo el ministro.

Para el presidente de la Asociación de Abogados Laboralistas, Jorge Elizondo, la baja responde a otros motivos. El principal es el miedo del trabajador a perder el empleo por iniciar una demanda, temor que crece en épocas de crisis y flexibilización laboral. “Hay que desmitificar esto que se dice desde los medios de que los juzgados están colapsados porque a los trabajadores les encanta hacer juicio”, dijo el abogado y concluyó: “La inmensa mayoría de los trabajadores no llega a Tribunales y termina arreglando por mucho menos de lo que le corresponde. Y hoy más que nunca muchos eligen no demandar y conservar el trabajo por miedo a que los echen”.

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