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Bajo fuego

“Estamos en guerra”

“Vamos a actuar y a golpear a ese enemigo”, dijo el premier francés Valls y en internet supuestos integrantes del Estado Islámico reivindicaban ataque.


Francia está “en guerra” y atacará al grupo Estado Islámico “para destruirlo”, advirtió ayer el primer ministro francés Manuel Valls tras los atentados presuntamente reivindicados por el grupo extremista que dejaron al menos 129 muertos en París y conmocionaron al mundo.

“Quiero decir a los franceses que estamos en guerra (…), sí estamos en guerra” y “vamos a actuar y a golpear a ese enemigo” yihadista “para destruirlo” en Francia, Europa, en Siria e Irak, dijo Valls 24 horas después de los hechos, agregando que la  respuesta francesa será “del mismo nivel que el ataque”.

En un comunicado difundido en internet, aunque no autenticado de forma oficial por las autoridades francesas, el grupo Estado Islámico reivindicó el ataque perpetrado por “ocho hermanos con cinturones explosivos y rifles de asalto contra lugares cuidadosamente escogidos en el corazón de París”. “Que Francia y aquellos que siguen su rumbo sepan que serán los blancos principales del Estado Islámico”, advirtió la organización yihadista, que cuenta entre sus filas a miles de extranjeros, incluyendo varios cientos de franceses.

Miembro de la coalición internacional contra el Estado Islámico, Francia bombardea blancos en Irak desde hace más de un año y en Siria desde septiembre.

El presidente François Hollande ya había calificado por su parte de “acto de guerra” el ataque, “cometido por Dáesh (acrónimo árabe del EI), organizado desde el exterior y con complicidades internas que establecerá la investigación”.

El mandatario decretó tres días de duelo nacional en Francia, además del estado de emergencia, restableció estrictos controles en las fronteras y desplegó fuerzas de seguridad adicionales en la capital.

Mientras tanto, horrorizados o con lágrimas en los ojos, los parisinos que se encontraban ayer en las inmediaciones de la sala de conciertos y otros lugares atacados y no daban crédito ante tanta violencia.

Libia: matan un capo del EI

El jefe del grupo Estado Islámico (EI) en Libia, el iraquí Abu Nabil, murió en un ataque estadounidense antenoche, anunció el portavoz del Pentágono, Peter Cook. “La muerte de Nabil va a reducir las capacidades del EI para alcanzar sus objetivos en Libia”, añadió Cook. Este bombardeo aéreo “fue autorizado e iniciado antes del ataque terrorista en París”, precisó.  Abu Nabil, alias Wissam Najm Abd Zayd al Zubaydi, según el  portavoz, fue durante mucho tiempo “un militante de Al Qaeda” y era “el responsable más alto del EI en Libia”, dijo Cook.

También arde Beirut

No sólo París está de luto: un atentado que también se atribuyó el EI dejó saldo provisorio de 43 muertos y 250 heridos en Beirut, capital de El Líbano. El ataque se produjo también el viernes en la zona sur de la ciudad, bastión de la organización chiíta Hezbolá. Versiones apuntaban que era una represalia por la participación de Hezbolá en la guerra civil siria en apoyo al gobierno de Bashar Al Assad, al cual el El pretende derrocar.

La cumbre climática se hace

Francia decidió mantener la cumbre del clima prevista desde el próximo 30 de noviembre al 11 de diciembre con la presencia de más de un centenar de jefes de Estado o Gobierno, que se realizará con seguridad reforzada. El presidente estadounidense, Barack Obama, confirmó su asistencia. Obama fue uno de los primeros en expresar su solidaridad, citando en francés la divisa republicana francesa, “Liberté, Égalité, Fraternité”.

Francia es blanco para la prédica de los yihadistas

Francia es un blanco privilegiado, pero no único, de los yihadistas radicales, que le recriminan desde la prohibición del velo en las escuelas hasta la participación en la coalición contra el grupo Estado Islámico (EI). Unos cinco millones de musulmanes viven en el país, la mayor comunidad musulmana de Europa, y sufren no pocas discriminaciones por lo que analistas consideran que es tierra fértil para la captación del odio extremo.

“Si ustedes quieren matar a un infiel norteamericano o europeo,  en particular los malvados y sucios franceses, (…) cuenten con Alá y mátenlo de cualquier manera”, proclamó en septiembre de 2014 un portavoz del EI, Abú Mohamed al Adnani, después del comienzo de los bombardeos contra su organización en Irak.

Inspirados o no por esa consigna, los yihadistas atacan con violencia inusitada a Francia desde hace un año. En enero pasado, 17 personas murieron en los atentados contra el semanario satírico Charlie Hebdo, contra una mujer policía y contra un supermercado kósher. En junio pasado, un hombre decapitó a su empleador.

Francia es un “blanco a causa de sus actividades antiterroristas en el norte y en el centro de África, pero también a raíz de presuntos malos tratos y discriminaciones contra la  minoría musulmana del país”, señala Matthew Henman, del centro londinense IHS Janes.

Francia, cuyo ejército combatió a los islamistas en Malí y apoya la acción africana contra el grupo nigeriano Boko Haram, llevó a cabo 283 bombardeos contra el EI en Irak desde 2014. Y desde octubre de 2015 actúa también en Siria, donde aviones de combate franceses realizaron cinco bombardeos contra campos de entrenamiento del EI e instalaciones petroleras. Además, su portaaviones “Charles de Gaulle” estará en la región en diciembre para intensificar esa campaña.

No obstante, Shashank Joshi, investigador del Royal United Services Institute (Rusi) de Londres, considera que “los pretextos y las causas de tales ataques son sumamente complejos y rara vez hay un solo factor en juego”.

“No creo que Francia estaría protegida si cesara esos bombardeos, porque los terroristas la acusarían de otras provocaciones”, estima, recalcando que los ataques del viernes,  dado su nivel de sofisticación, fueron planificados probablemente antes del comienzo de los bombardeos en Siria.

Captación

Además de su acción en el escenario internacional, Francia es criticada a menudo por los islamistas radicales por su concepción del laicismo, que llevó a la prohibición del velo musulmán en los colegios franceses en 2004 y del velo integral en las calles en 2010.

La concepción francesa de la libertad de expresión, que permite criticar ampliamente a las religiones, puso también al país en la mira de los extremistas. El atentado contra Charlie Hebdo, que había publicado caricaturas del profeta Mahoma, fue realizado con  ese pretexto.

En cuanto a los cinco millones de musulmanes que viven en Francia, la mayor comunidad musulmana de Europa, sufren no pocas discriminaciones, en particular en el empleo, según una reciente encuesta del centro de reflexión Instituto Montaigne.

El sociólogo Raphaël Liogier, catedrático del Instituto de Estudios Políticos de la universidad de Aix-en-Provence, sostiene que “Francia es el país en que hay más frustraciones con respecto a ese debate sobre el islam”.

Según él, más allá de las críticas en el mundo musulmán, “eso hace que entrar en el proceso de captación (por parte de los yihadistas) es más atractivo que en otros lados para los jóvenes”.

Importantes contingentes de yihadistas del EI proceden de Francia. 571 franceses o residentes en Francia se encuentran hoy en Irak y en Siria, 245 regresaron tras estadías en esos países, y 141 murieron allí, según estimaciones oficiales. Esos combatientes llaman a atacar a su país de origen.

En los videos de propaganda del EI, instan a realizar atentados en Francia. Pero los yihadistas ingleses exhortan a atacar en Gran Bretaña, los alemanes en Alemania y los norteamericanos en Estados Unidos.

Y Francia no es el único país que ha sufrido ataques yihadistas este año: más de 200 rusos murieron el 30 de octubre al estrellarse un avión en el Sinaí egipcio, acción reivindicada por el EI. Yemen, Túnez, Turquía y el Líbano figuran también en esta triste lista.

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