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Estalló la interna

Algunos dirigentes quieren rescindir contratos a la mayor parte del actual plantel.

Por: Franco Trillini

La cosa está que arde por el barrio de Tablada. Al parecer, la comprometida situación futbolística no es el único inconveniente que hoy en día debe afrontar Central Córdoba. Es que la situación de que el equipo continúe en el fondo de la tabla de los promedios y que no logre levantar cabeza no es suficiente. Es que, lamentablemente, el Charrúa parece estar dispuesto a agudizar cada vez más la crisis institucional que viene atravesando durante los últimos años.

Ahora, además del difícil presente económico y futbolístico, hay que sumarle una dura batalla interna en lo dirigencial, que mantiene dividida a buena parte de la comisión directiva del club.

Es conocido que desde hace un tiempo las cosas no marchan sobre ruedas en la sede de calle San Martín al 3200, allí donde los directivos de la institución se reúnen a diario para discutir todos los pormenores de cómo dirigir al club.

En estos momentos, la ruptura se acrecentó debido a que el equipo es incapaz de levantar cabeza y la situación con el promedio es cada día más alarmante. El conjunto que dirige Omar Santorelli no logra sumar de a tres y algunos dirigentes ya estarían abriendo el paraguas ante la gran tormenta que se podría originar en un par de fechas si el rumbo de navegación sigue apuntando hacia la Primera C.

Por tal motivo, aguantarían sólo dos o tres partidos más para ver si los resultados comienzan a darse. De lo contrario, la idea es la de rescindir el contrato de todos aquellos jugadores que se sumaron desde principios de temporada, a excepción de los que ya pertenecen a Central Córdoba, como el lateral Francisco Cruz, el volante Diego Delmastro o el arquero Juan Cruz Leguizamón. La posibilidad de que algunos se queden en la institución dependería única y exclusivamente de los futbolistas que acepten reducir un porcentaje de su sueldo actual. El resto, si no acepta la rebaja estipulada, tendrían un pie fuera del club (ver recuadro).

Si semejante idea no bastaba para demostrar que ya hay algunos que dan por perdida la batalla contra el descenso, la cosa no termina ahí. Luego de resolver todas las desvinculaciones previstas, el equipo hasta la finalización del campeonato estaría integrado por los jugadores que hayan decidido permanecer hasta el final y algunos juveniles del club que desde hace un tiempo ya se entrenan con los profesionales.

La etapa final del plan consistiría en poder transferir a todos los futbolistas de los cuales la institución posee el pase para así poder reunir una buena cantidad de dinero que permita armar un equipo competitivo en la Primera C y pelear por el ascenso a la B desde la primera fecha.

De todas maneras, este rumbo aún no estaría totalmente confirmado. El otro sector de la dirigencia todavía confía en el entrenador y su proyecto de trabajo, por lo que mantienen intactas sus esperanzas de permanecer en la categoría.

No caben dudas de que el duelo del lunes ante Morón no será un partido más, ya que el resultado final podrá marcar el camino a seguir en las próximas semanas.

Así están las cosas por Tablada. En el momento donde todos deberían permanecer más unidos que nunca para afrontar cualquier tipo de inconvenientes, la armonía y la tranquilidad siguen brillando por su ausencia en este Central Córdoba que, desde hace ya un tiempo, parece tener los días contados en esta divisional.

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