Policiales

Verso a verso

Estafadores se hicieron con un botín millonario con dos cuentos del tío

Uno de los ardides fue un secuestro virtual donde una mujer entregó 40 mil pesos y 20 mil dólares para la liberación de su hija y en el otro, engañaron a la damnificada para que le facilitara sus datos bancarios y le sacaron dos préstamos a su nombre de 300 mil y 10 mil pesos


Dos rosarinas fueron víctimas del cuento del tío, viejo ardid que se fue adecuando y se viene acrecentando año tras año. En uno de los casos utilizaron la modalidad de un falso secuestro de un familiar donde la víctima entregó unos 20 mil dólares y 40 mil pesos mientras que el otro consistió en una operación en un cajero por la venta de un sillón, donde sacaron dos créditos a nombre de la damnificada por 300 mil y 10 mil pesos.

De acuerdo con las primeras informaciones que brindaron las fuentes policiales, una de las mujeres denunció que a las 4 de este sábado recibió un llamado. Aprovechando la confusión, la voz de una joven del otro lado de la línea se hizo pasar por su hija mientras le decía que estaba secuestrada y le advertía que para recuperar la libertad tenía que entregar el dinero que tenía a sus captores.

Sin poder de reacción por estar aturdida y asustada, la víctima juntó todos sus ahorros –20 mil dólares y 40 mil pesos– y los entregó, explicaron los voceros aunque no brindaron especificaciones sobre la modalidad, ya que no se supo si una persona pasó por el botín o si la damnificada tuvo que dejarlo en algún lugar.

Como pasa en los secuestros virtuales cuando la mujer logró contactar a su hija, se dio cuenta de que todo había sido un engaño.

La otra estafa denunciada este sábado se comenzó a gestar 24 horas antes cuando la víctima recibió el llamado de un hombre, quien dijo estar interesado en la compra de un sillón que ella había puesto a la venta por redes sociales. En este caso tampoco hubo precisiones sobre la mecánica del ardid que utilizó el falso comprador, los investigadores aportaron que tras acordar una transferencia, el estafador le pidió a la mujer que fuera a un cajero automático, donde estipulan el estafador le indicó una serie de pasos para poder conseguir su clave y datos personales.

En ese momento, la mujer no se dio cuenta hasta este sábado cuando recibió una notificación de que había sacado dos préstamos: uno de 300 mil pesos en el banco Nación y otro de 10 mil pesos en el banco de Entre Ríos. Cuando la víctima intentó verificar esas operaciones descubrió que el dinero habían sido transferidos a otras cuentas.

Ahora la investigación por las dos estafas quedaron a cargo de la Unidad Fiscal de Investigación y Juicio, concluyeron las fuentes relacionadas al caso.

Recomendaciones del Ministerio de Seguridad

Los malintencionados envían información o mensajes que pueden parecer de fuentes confiables, empresas telefónicas, organismos estatales u organismos oficiales. Los mensajes pueden incluir archivos adjuntos o enlaces que descargan un virus informático en celulares o computadoras. De esta forma, los delincuentes  se apropian de información personal, contraseñas o datos bancarios.

La pandemia puede ser una oportunidad para las organizaciones cibercriminales. Algunos intentan obtener acceso a las cuentas de sus víctimas simulando ser asistentes que los ayudarán a cobrar los presuntos bonos o beneficios del Gobierno Nacional u otras ayudas económicas. El requisito, dicen, es aportar su número de DNI y acceso a su cuenta de banco.

Además, están los mensajes que ofrecen una improbable “ayuda alimenticia” de supermercados del país por motivo de cuarentena.

Otros ardides incluyen falsos bancos que actualizan datos para postergar cobros de deudas. Los argumentos de estos engaños son amplios: acceso gratis a Netflix, GB gratis para navegar por internet, cobros de servicios, recargas gratuitas en la tarjeta de transporte Sube.

El cambio de dólares “viejos” por billetes “nuevos” es una treta que se volvió a poner en marcha.

Llamados telefónicos: las llamadas nocturnas se aprovechan de la somnolencia de la víctima y del efecto sorpresa. En estos casos pueden hacerse pasar por bancos, empresas de telefonía, del Ansés o empresas que asignan premios. Otros fraudes y estafas incluyen la simulación de identidades de amigos o familiares que quieren “devolver” dinero con la finalidad de ingresar en los domicilios.

Los llamados con advertencia de un pariente secuestrado, la exigencia del pago de un rescate son engaños que generan gran alarma entre sus víctimas.

¿Qué hacer ante estos llamados?
  • Cortar y llamar al 911.
  • Nunca brindar datos personales, de tarjetas de créditos o cuentas bancarias.
  • Los organismos públicos no se comunican telefónicamente para ofrecer subsidios. Tampoco ofrecen asesoramiento pago para la gestión de subsidios. La gestión es gratuita y personal en la entidad bancaria.
  • Si el llamado comunica un premio, cortar y cotejar con la entidad en cuestión.
  • No gestione créditos en los cajeros automáticos, ni transfiera dinero a desconocidos.
  • No brinde a terceros las claves de acceso al cajero o al home banking.
  • En caso de los secuestros virtuales, recuerde que se trata de una estafa. Corte, denuncie al 911 y llame a su familiar para verificar que esté bien.
  • En el domicilio: los criminales pueden simular que son empleados de empresas de servicios públicos. Si usted no llamó para acordar una entrevista no abra la puerta. Algunas bandas más organizadas montan verdaderas puestas en escena. Por eso es importante recordar: nunca abrir la puerta a extraños.

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