Carlos Brian Lugo estaba la madrugada de este sábado con conocidos en la zona de calle Benítez al 3500, metros al oeste de avenida Circunvalación y en la intersección con Capitán Eduardo Isern, cuando se desató un confuso hecho que tuvo desenlace fatal. Otro muchacho le sacó el teléfono celular y cuando la víctima forcejeó para retener su pertenencia recibió un puntazo en el cuello que acabó con su vida. Su matador se entregó poco después y quedó detenido.
Lugo tenía 23 años. El joven que lo atacó, identificado como I.O., un año más. El hecho fue alrededor de las 5.30 en esa esquina de barrio Godoy, en la zona oeste de Rosario. Ante un llamado al 911, el personal policial que se acercó al lugar encontró al herido tendido en el suelo, con un corte en el lado izquierdo del cuello. Los médicos de un móvil del Sies convocado para la asistencia diagnosticaron la muerte del muchacho en el sitio.
El caso quedó a cargo del fiscal en turno de la Unidad de Homicidios Dolosos, Ademar Bianchini. El funcionario pidió la intervención de la Brigada de Homicidios de la Agencia de investigación Criminal y del Gabinete Criminalístico para las medidas de rigor: relevamiento de la escena, toma de testimonios y levantamiento de rastros.
Lo que pasó, de acuerdo a los testimonios recogidos y vocados en el parte oficial, es que Lugo estaba con otros jóvenes cuando I.O. le arrebató su celular. Allí se produjo una pelea, que terminó cuando la víctima sufrió un profundo corte de arma blanca en el cuello y su agresor escapó a la carrera.
Poco después del crimen, I.O. se presentó –en la mañana de este sábado– en la sede de la comisaría 32a para entregarse, y quedó detenido a disposición de la Justicia. La audiencia imputativa está prevista para los próximos días.
Comentarios