La rosarina Nadia Podoroska perdió la semifinal de Roland Garros ante la polaca Iga Swiatek. Termina así una tarea histórica para la jugadora de la ciudad que la metió entre las grandes del mundo.
La derecha de Swiantek acabó con el sueño de Nadia Podoroska. La polaca impuso su potencia y en una mañana ventosa la rosarina no pudo hacer nada y se despidió de un Roland Garros soñado en semifinales tras caer 6-2 y 6-1.
Desde el inicio la polaca dejó en claro en claro que su drive iba a imponer condiciones, mucho más cuando lo hacía con viento a favor. A Podoroska sólo le quedó correr y pegar como podía, que en general fue incómoda y tomando riesgos. Un break tempranero de la juvenil europea le dio una ventaja que se mantuvo en todo el primer set. La rosarina sólo tuvo una chance de quiebre cuando la polaca sacó 4-2, pero no pudo capitalizar frente a una rival dominante.
El primer set fue 6-2 para Swiantek, y el segundo fue una continuidad, con la polaca pegándole cada vez más fuerte y con la rosarina sin encontrar opciones para entrar en partido, ni siquiera cuando le jugaba al revés para tratar de incomodarla.
El 4-0 rápido del segundo set anunciaba un final rápido. Nadia la peleó con el saque de la polaca y tuvo cuatro breaks, le costó quebrar, en un gane que duró ocho minutos y al final lo logró. El 1-4 al menos le dio ánimo, aunque el marcador seguía muy cuesta arriba.
La polaca mostró el aplomo de una jugadora experimentada y los 19 años nunca salieron a la cancha. Ni siquiera cuando Nadia intentó ponerle alguna duda a su juego.
La polaca volvió a quebrar y terminó su gran partido a puro tiro ganador para dejar a la rosarina sin esa chance de final.
No importó. El torneo de Nadia fue fantástico, soñado, inigualable. Llegó para pelear su ingreso desde la qualy y fue creciendo durante tres semanas donde su tenis se consolidó y permitió que todo un país soñara junto a ella.
Podoroska hizo recordar los tiempos de Gaby Sabatini, obligó a madrugar a muchos argentinos, y puso al tenis femenino argentino de nuevo en el primer plano mundial.
Ahora quedará entre las primeras 50 del mundo y eso le permitirá acomodar mejor su calendario y seguir creciendo. Y este Roland Garros será sin dudas un recuerdo imborrable.
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