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Está cerca el regreso de LAN a Rosario, cuatro año después

La compañía de capitales chilenos comenzó a vender pasajes para viajar de Fisherton a Lima y también Los Ángeles.


La compañía aérea LAN volverá a operar desde el aeropuerto Internacional de Rosario “Islas Malvinas”, a partir del segundo semestre de este año, con vuelos directos a Lima (Perú), y a Los Ángeles, Estados Unidos –con escala en Lima–, según se anunció desde la página web de la línea aérea. Actualmente operan desde el aeropuerto de Fisherton las líneas aéreas TAM y Aerolíneas Argentinas.

El plan de LAN, que todavía no tiene confirmación oficial de parte de las autoridades nacionales, sería reflotar los vuelos LA2410 y LA2411 –con cuatro viajes semanales– que unan a Rosario con la capital peruana, con un Airbus 319, un avión de porte menor que tiene una capacidad de 56 pasajeros. Los vuelos partirán desde la terminal local a las 7.35 llegando a la ciudad peruana a las 10.05.

Según el portal especializado en información de la industria turística Reportur.com, ya está cargada en los sistemas de LAN la conexión que se anexaría al vuelo Rosario-Los Ángeles, con escala en Lima, a partir de los primeros días de julio.

LAN estudia también poner en funcionamiento una nueva ruta entre Mendoza y Perú, en principio, a partir de marzo. La idea es operar vuelos internacionales desde la capital mendocina, tal y como prevén hacerlo desde Fisherton.

De concretarse los planes de LAN, sería la tercera compañía que operará vuelos internacionales desde la estación aérea local. Esta empresa dejó de operar en marzo de 2012 por decisión del gobierno nacional, que pretendió alejar un competidor directo de Aerolíneas Argentinas.

El titular del aeropuerto Islas Malvinas, Raúl Garo, explicó a El Ciudadano que los acuerdos están avanzados pero todavía falta la confirmación oficial de LAN, pese a que en su página de internet ya vende pasajes.

“Hace unos meses estamos en tratativas con la Administración Nacional de Aviación Civil (Anac). Sabemos que las intenciones de la compañía es retomar los vuelos en Rosario, y una una vez que se les dé viabilidad se harán los anuncios. Formalmente, no nos llegó ninguna información oficial que tengamos que habilitar la frecuencia y los horarios de los vuelos”, expresó Garo.

El titular del aeropuerto subrayó que hay una gran concentración de aeronaves de LAN, y advirtió que la idea es que “el pasajero que sale desde Rosario y llegue a Lima, pueda tener la oportunidad de tomar un ticket que lo lleve a Los Ángeles, San Francisco, Miami, Bogotá y Caracas”.

Todo positivo

“Si todo se da como esperamos, entraríamos en una movilidad aérea para los pasajeros de Rosario y la región con una gran capacidad de oferta de destinos. Esto, no solamente ayudará a los pasajeros que años atrás tenían que viajar a Buenos Aires, sino que directamente lo puedan hacer desde nuestro aeropuerto”, destacó.

Frente al incremento del movimiento de pasajeros que esta situación traerá aparejada, las autoridades del aeropuerto de Fisherton ya tienen en marcha un plan de remodelación del aeropuerto que incluye la ampliación del segundo piso y la instalación de mangas para los aviones.

Las tensiones y los celos que derivaron en el fin de un servicio necesario

La empresa LAN dejó de operar el vuelo Rosario-Lima el 1º de marzo de 2012 después de varios meses de tensión con el gobierno nacional, que entre líneas terminó reconociendo que no quería que Aerolíneas Argentinas perdiera pasajeros ante la aceptación que había tenido este servicio que ofrecía la compañía chilena desde Fisherton sin necesidad de trasladarse a Buenos Aires.

El gobierno de Cristina Fernández había otorgado un permiso provisorio para que LAN explotara la ruta Rosario-Lima con cinco vuelos semanales. Ante la gran demanda, la compañía había comunicado en junio de 2011 que llevaría a siete los servicios por semana. Un mes después de ese anuncio empezaron los problemas con la Nación.

LAN inauguró su operación desde el aeropuerto rosarino en diciembre 2010 con un Airbus 319 de 144 plazas. Lo hizo mediante la figura de “vuelos exploratorios” por un plazo de 180 días otorgado por la Administración Nacional de Aviación Civil (Anac).

Ante el exitoso resultado comercial (llegó a transportar a unos 3.000 pasajeros por mes), la empresa de capitales trasandinos solicitó un permiso de manera definitiva para explotar esa ruta. Un trámite que se realiza vía diplomática, y por eso estuvo a cargo de la Embajada peruana en Argentina, que hizo llegar una nota a la Cancillería para gestionar la habilitación correspondiente. No hubo respuesta, porque en realidad no había decisión política de sostener el servicio. O, mejor dicho, se había tomado la decisión de no continuarlo.

Ante la posibilidad de que se perdiera el vuelo, el arco político rosarino y provincial comenzó a presionar públicamente al gobierno nacional. Una de las primeras gestiones formales las hizo el entonces intendente Miguel Lifschitz ante quien por esos días ocupaba el cargo de secretario de Transporte de la Nación, Juan Pablo Schiavi. El argumento de Lifschitz era puro sentido común: la importancia del desarrollo económico, cultural y de servicios que este servicio tenía para la ciudad y la provincia. Todo eso estaba a la vista, era comprobable.

Es que ese vuelo le dio conectividad a los rosarinos y habitantes de su zona de influencia con buena parte del mundo. Algo que no existía hasta ese momento. Desde Fisherton era posible llegar, escala mediante en Lima, a destinos como el Caribe, Estados Unidos y Europa. Se ahorraba tiempo, comodidad y dinero también al no tener que soportar el engorroso viaje hasta Ezeiza con diez horas de antelación. Por eso, la desaparición de esa ruta impactó de lleno a una buena parte de la población de la región Centro del país, que tenía un canal de conexión internacional “a la vuelta de la esquina” y con precio competitivo.

Cuando se hizo evidente que la decisión de no renovarle el permiso a LAN estaba sustentada en una cuestión de competencia con Aerolíneas Argentinas, desde el gobierno se implementó un paliativo para los pasajeros que tuvieran que viajar al exterior: un vuelo Rosario-Ezeiza. Pero ya no era lo mismo.

Durante los 15 meses que operó LAN, la aeroestación rosarina lució con una actividad inédita hasta entonces: cambió el desértico paisaje habitual por uno de vitalidad constante, comercios abiertos y taxis y remises circulando por la zona.

En el comunicado que emitió para anunciar que dejaba de operar desde el 1º de marzo de 2012, LAN aclaró que cumplió con “todos los pasos jurídicos pertinentes y establecidos por la normativa aérea internacional y de la República Argentina a fin de llevar adelante los vuelos a Lima”.

Incluso recordó el permiso judicial que le permitió mantener la ruta activa por un tiempo: “LAN Perú hizo una presentación ante la Justicia Federal de la ciudad de Rosario, dispuso una medida cautelar que permitió seguir operando la ruta, medida que por disposición de la Cámara Federal, de la misma ciudad, fue finalmente revocada”.

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