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Espíritu navideño ecológico

Vecinos realizaron adornos festivos reutilizando materiales de deshecho. La iniciativa, pergeñada por la dirección de medio ambiente local, tuvo como fin concientizar a la gente darles otro uso a las cosas.

Luciana Sosa

Vecinos de la zona de Juan José Paso al 8000 participaron de una interesante movida organizada por la Secretaría de Servicios Públicos y Medio Ambiente municipal que consistió en reciclar plásticos, cartón, papeles y telas para la realización de adornos navideños. La actividad se realizó durante la mañana de ayer en el SUM de la Biblioteca Popular Gastón Gori, de Juan José Paso 7990.

Esta iniciativa se estuvo realizando con distintas temáticas en algunos barrios de la ciudad y ayer se produjo desde el programa Separe (ver aparte), de la Secretaría de Servicios Públicos. “Como al lado de la biblioteca hay un contenedor anaranjado, destinado a la separación de materiales que pueden reciclarse, trabajamos en esta actividad con el fin de concretizar a los vecinos en la reutilización de elementos que solemos tirar a la basura y que, con ingenio y pocos materiales extras, se les puede dar un nuevo uso y función”, explicó a El Ciudadano Andrea Paoloni, coordinadora del grupo de reciclado.

Fue así como familias enteras y algunos chicos por su cuenta se acercaron al salón contiguo a la biblioteca y, materiales en mano, comenzaron a dar nueva vida a esos deshechos.

“En la ciudad existen unos casi 80 contenedores anaranjados, están en algunos distritos y en espacios públicos como el parque Independencia, el Urquiza y el Scalabrini Ortiz. El material obtenido de estas separaciones se destina a una cooperativa que luego lleva el material a otras que se encargan de seleccionar y vender todo”, comentó la coordinadora sobre la idea de “fomentar el uso de los contenedores y de reutilizar el material reciclable”.

Entre las propuestas mostradas, que luego fueron colgadas en el arbolito de Navidad situado en la entrada de la biblioteca, había flores realizadas con la base de botellas pequeñas de gaseosas; candelabros fabricados con la base de las botellas de plástico y las tapas de esas mismas bebidas para sostener la vela; arbolitos de Navidad hechos con retazos de tela, o bien con el pico de una botella “camuflado” con adornos (perlas de colores, lentejuelas, canutillos); además de tarjetas alusivas a estas fiestas con mensajes expresados por los mismos chicos.

“Costó creerlo, pero muchos adultos se engancharon con la idea. Si bien los chicos lo tomaron como una actividad manual en la que podían hacer adornos para el arbolito de la biblioteca y el de su casa, muchos padres y alguna abuela que vino dijeron que iban a pensar en algunas ideas más para incorporarlas a la decoración de sus propias casas”, agregó Paoloni.

Una de las que estuvo trabajando para decorar su habitación fue Micaela (12). Esta nena mostró las flores que había realizado y las que quedaron a medio hacer, “Pero ahora las decoro en mi casa y me hago un móvil para ponerlo en mi pieza”, dijo entusiasmada. En tanto, otro de los chicos del barrio tenía los dedos pegoteados de plasticola, por el Papá Noel en cartulina que terminaba de hacer.

Las señoras en el salón, en tanto, se lucieron con sus roscas navideñas realizadas con virutas de madera alrededor de un círculo de alambre y trozos de tela de todos colores. “Voy a hacer una para mi casa, sin colores navideños, así me dura todo el año”, sostuvo una de ellas.

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