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Esperanto: carta anónima a los vecinos causó más ruido

En un escrito que recibieron los habitantes de la zona aseguran que los dueños del boliche “son narcos”. Vecinos vinculan a Esperanto con el narcotráfico

Cuando restan pocos días para que se reabra el registro de oposición para la instalación del boliche Esperanto, los vecinos de la zona de Zeballos y Presidente Roca despertaron ayer con un escrito anónimo en la que les advierten que “los verdaderos dueños” de la confitería “son miembros del narcotráfico organizado de nuestra ciudad”. Además, el autor de la misiva se presenta como “un vecino del barrio que no se atreve a dar su identidad por miedo”. Mientras tanto, los vecinos que se oponen al desembarco del boliche se mostraron escépticos sobre la posibilidad de que no prospere la instalación. “Ya está todo armado. Los responsables del lugar van a ganar mucho más si esto se cierra. Ya tienen la habilitación de palabra”, sostuvieron.

La carta anónima que recibieron muchos vecinos de Zeballos y Presidente Roca asegura: “Los verdaderos dueños de la franquicia Esperanto (Rosario) son miembros del narcotráfico organizado de nuestra ciudad, a quienes todos conocemos y sabemos el grado de impunidad que manejan. Así como pudieron coimear a dos conejales, no me cabe duda de que van por más. Hoy quieren adueñarse de este, nuestro barrio”.

Más adelante, la misiva continúa: “No entiendo cómo el antes director de Drogas de Rosario, comisario Hugo Tognioli, y ahora jefe de toda la provincia, sabiendo esto no toma cartas en este asunto”. Y sigue: “El doctor (Carlos) Varela no es más que un simple lacayo de esta gente y Hernán (Capucci), quien da la cara por televisión, estimo que no sabe en lo que se está metiendo. No dejemos que este, nuestro lugar, sea partícipe de esta mafia y cuidemos la tranquilidad de nuestros hijos. Ésta es nuestra última oportunidad de luchar por nuestro barrio, no la derrochemos porque después lo vamos a lamentar. Votemos por el no”.

La carta en sí generó algo de desconfianza entre los habitantes del barrio porque se trata de un escrito anónimo. “Yo no sé si es para darle más publicidad al boliche o si dice la verdad”, sostuvo Graciela, una de las vecinas. En tanto, Nicolás, quien se presentó ante El Ciudadano como “propietario”, comentó que tiene dos hijos pequeños y no quiere que crezcan “frente a un boliche que, encima, va a ser un centro de poder; muchos me explicaron que el nivel de concurrencia tendrá a jueces y otros hombres de poder y quién sabe todas las cosas que se van a arreglar desde acá”.

Faustino, otro vecino y que asegura saber sobre aislamiento del sonido, aseguró que “la mejor manera para que la música y los ruidos no molesten es cubrir las paredes de plomo. Esto es sabido de antaño y con la plata que tienen deberían hacerlo”.

En la mañana de ayer, en medio de los vecinos se encontraba también el titular de Esperanto, Hernán Capucci, quien también tenía algo para decir: “Si el boliche tuviera un nombre de fantasía equis, no habría tal revuelo. Los vecinos, algunos de ellos, se dejaron llevar por habladurías de la competencia”. Y agregó: “Las paredes están debidamente construidas para que no se escape el sonido y moleste al barrio”.

Por su parte, otro de los que recibió la carta anónima, Pedro, dijo estar en contra de la instalación de cualquier local bailable y que va a estampar su firma en el Registro de Oposición. “Pero sabemos que el boliche abrirá sí o sí. Hay un negocio muy grande con esta habilitación, de hecho las obras nunca se suspendieron y va a abrir, pero igual pondremos nuestra firma”, aseveró. A su lado, café de por medio, Oscar, jubilado municipal, dijo conocer el Esperanto de Capital Federal. “Yo lo conocí y jamás escuché de quejas de vecinos, los boliches tienen buena o mala fama de acuerdo a la gente que concurre. Éste será de un alto nivel adquisitivo, por ende, no vamos a tener chicos gritando a la madrugada y otros tirados en la vereda. Igual no me gusta la idea de tener un boliche cerca de casa”, comentó.

Otros habitantes de la zona afirmaron haber dejado su rúbrica en el Registro de Oposición en la primera ocasión que estuvo disponible. Al respecto, entre otros motivos el Concejo aprobó la reapertura del registro con el argumento de que los comunicados que se emitieron para instar a que los vecinos firmaran la oposición se hicieron durante enero, período en el que muchos estaban de vacaciones.

Así las cosas, y tras una áspera sesión, el Concejo determinó en decisión dividida que el Registro de Oposición se habilitará a partir del lunes 16 de abril en el edificio de la ex Aduana, donde los interesados podrán concurrir de forma individual o en consorcio. Asimismo, desde el municipio se volverá a enviar las 595 notificaciones de los vecinos que viven en un radio de 50 metros del lugar y que se verán afectados con el desembarco de Esperanto.

Por ordenanza está establecido que se requiere un mínimo del 33 por ciento del padrón de vecinos para que la oposición sea firme, es decir que en este caso se necesitan casi 200 firmas.

Declaró Varela y ya hay secreto de sumario

El abogado de la franquicia Esperanto, Carlos Varela, concretó ayer una declaración testimonial por la causa penal que se inició a instancias de la fiscal Nora Marull, por la denuncia pública que el propio letrado realizó en diferentes medios contra el concejal de Unión PRO Federal Rodrigo López Molina. En esa oportunidad Varela acusó al edil de haber recibido sobornos por parte de “potenciales competidores” de Esperanto para frenar la habilitación del boliche y aseveró tener filmaciones, registros de llamadas telefónicas y mails que sustentaban sus dichos, aunque la acusación nunca fue plasmada en el ámbito judicial, lo que derivó en una denuncia de la fiscal Marull para investigar el caso de oficio.

Ayer Varela habló ante el juez Juan José Pazos y Marull. Los dichos del letrado quedaron asentados en dos carillas, pero los distintos actores del proceso se negaron a brindar detalles amparándose en el secreto de sumario fijado por el magistrado luego de la testimonial. El juez justificó esa decisión en la necesidad de resguardar las posibles medidas probatorias a partir de los dichos del abogado. Igual, se conoció que Varela presentó alguna documental en la causa, aunque no se divulgó si condice con las pruebas que aseveró tener.

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