Más de un cuarto de la población activa en España, el 25,02 por ciento, se encuentra “parado” (desempleado), según datos publicados ayer en un país sumergido en la recesión y sometido a una cura draconiana de austeridad, con un creciente malestar social como telón de fondo.
A finales de septiembre pasado, España tenía 5.778.100 de desempleados, 85.000 más que el trimestre precedente, un aumento que se aceleró tras el fin de la temporada de verano, según el Instituto Nacional de Estadística. Se trata de un récord histórico.
El desempleo sigue siendo dramático entre los jóvenes, a pesar de un ligero retroceso, y se sitúa en el 52,34 por ciento para los de entre 16 y 24 años, frente al 53,27 por ciento a finales de julio.
Estas malas noticias en el frente laboral se suman a la probable continuación de la recesión en la que cayó España en 2011. El Banco de España prevé para el tercer trimestre una caída del PIB del 0,4 por ciento, mientras el gobierno espera un repliegue del 1,5 para todo el año.
Entre las 17 regiones autónomas, Andalucía, en el sur, la más poblada de España con ocho millones de habitantes, sigue siendo la más castigada, con el 35,42 por ciento de desempleados.
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