Ciudad

Coletazos de la pandemia

Espacios culturales piden reabrir junto con gimnasios y declaran la emergencia en el sector

Según un relevamiento que hicieron desde el Colectivo Rosarino de Espacios Culturales (Crec) durante la pandemia ya cerraron al menos 10 institutos. Además solicitaron medidas concretas como subsidios y exenciones impositivas


Arte El Ciudadano: Ana Stutz

Titulares de espacios culturales piden que se declare la emergencia en el sector y que el gobierno provincial los habilite a retomar la actividad. Un relevamiento que hicieron desde el colectivo rosarino de espacios culturales (Crec) arrojó que durante la pandemia ya cerraron al menos 10 institutos. La modalidad de clases virtuales dificultó la continuidad de las clases, que retomaron con protocolo y restricción horaria y espacial durante la etapa del distanciamiento, pero que volvieron a suspenderse tras las últimas restricciones del Ejecutivo provincial. Este jueves mantuvieron una reunión con autoridades municipales donde pidieron que los habiliten en igual condiciones que los gimnasios y, además, solicitaron medidas concretas para el sector: una legislación específica para el rubro que les permita acceder a préstamos y subsidios, incorporarlos a la asistencia económica de emergencia, un subsidio universal para espacios culturales no concursable, y la exención de TGI y DREI. Desde la Secretaría de Cultura y Educación dijeron que acompañan el reclamo para que sean considerados parte de la cadena productiva y puedan retomar con las clases y talleres cuando amplíen las habilitaciones.

“Estamos trabajando a pérdida por la reducción horaria y de personas. Nunca nos habilitaron el horario de gimnasio. Estamos de acuerdo con las medidas sanitarias pero no tuvimos ninguna ayuda económica más que un sólo pago de 20 mil pesos en toda la pandemia de parte de la provincia”, dijo a El Ciudadano Florencia Salamone, una de las integrantes del Crec.

Desde el inicio de la pandemia los espacios culturales fueron uno de los rubros que debieron cerrar sus puertas. Talleres y clases continuaron de modo virtual, pero con menos estudiantes y docentes. En la etapa de distanciamiento reabrieron con un protocolo que, entre otros puntos, redujo la cantidad de alumnos y alumnas y el horario en el que podían permanecer abiertos. Con las últimas restricciones del gobierno provincial debieron regresar al formato virtual y hasta el momento no está contemplada su reapertura. “Nuestra situación nunca cambió. Si bien pudimos empezar a trabajar, lo hicimos con otras condiciones que son muy difíciles de sostener. Primero nos permitieron trabajar de 13 a 21 y después de 13 a 19.30. Además las clases están espaciadas cada 30 minutos para desinfectar todo. Los que damos tela es mayor el tiempo y la complejidad para desinfectar. Bajamos los cupos, en mi caso pasé de 12 a 4 alumnes para respetar el protocolo. Lo seguimos de forma estricta y no tuvimos ningún contagio. Si algún alumne tuvo covid, enseguida aislamos a toda la clase y la suspendimos por 14 días”, explicó Salamone.

Durante los últimos 14 días algunos espacios volvieron a dar clases en formato virtual, pero otros optaron por suspender todo tipo de actividad. “Pude sostener algunas clases porque las alumnas venían de un grupo previo, pero notamos que la predisposición ya no es la misma. Algunos ni siquiera las ofrecieron ya que no cuentan con los dispositivos o la disposición de las y los alumnos. No nos terminamos de acomodar con los cambios”, agregó.

A poco de finalizarse el plazo de las últimas restricciones, piden que el sector sea considerado como una actividad productiva y puedan retomar junto con los gimnasios por considerar que en muchos se desarrollan actividades similares. “En algunos gimnasios también dan clases de danza, tela, circo. Nos preguntamos por qué ellos pueden trabajar y nosotros no. Apoyamos las medidas sanitarias pero sentimos que no hay escucha hacia los reclamos de nuestro sector”, dijo Salamone.

Desde la Secretaría de Cultura y Educación dijeron a El Ciudadano que elevaron el pedido al gobierno provincial y que esperan la resolución del gobernador. “Estamos acompañando el pedido para que sean considerados como trabajadores y no como hacedores del espectáculo, como muchas veces se los trata, sino como parte de la cadena productiva de la ciudad. Si puede abrir un gimnasio también puede abrir un centro de enseñanza, no para dar espectáculos, sino para enseñar disciplinas. Estamos trabajando con ellos y para ellos”, señaló la titular del área, Carina Cabo.

En emergencia

Un relevamiento del sector expresó que de los 70 espacios registrados, 10 debieron cerrar sus puertas durante la pandemia: La Bartolina, Le Bal, Bracco, Quilombo 27, Club 1518, Combo Club, entre otros. A esto se suma el cierre de otra decena de espacios en los últimos 5 años como El Olimpo, El Espiral, La Chamuyera, La Isla, Nómade.

“Las problemáticas que afectaban a estos espacios se profundizaron y la total e histórica ausencia de políticas culturales municipales y provinciales para acompañar el desarrollo del sector se convirtieron en un cóctel explosivo que, junto a 4 años de recesión económica, hacen inviable el sostenimiento de los mismos”, señalaron desde el Crec en un comunicado.

“A seis meses de no poder trabajar a nuestra capacidad habitual y sin poder realizar todas las actividades que habitualmente se desarrollan en nuestros espacios, hemos vuelto a la actividad parcial con protocolos que se cumplieron firmemente sin tener casos de contagios ni irregularidades. Sin embargo, nuestra actividad sigue siendo relegada en las permitidas en los últimos anuncios, siendo perjudicados tanto los espacios como les docentes que allí desarrollan sus actividades laborales”, continuaron.

Los espacios culturales no sólo son espacios fundamentales para el crecimiento de la actividad cultural de la ciudad y la región, sino que son espacios de trabajo para artistas, docentes, gestores, técniques, agentes de prensa, en fín, los distintos eslabones de la industria cultural. Muchos de los espacios están dedicados a la formación, brindando cursos y talleres que no se encuentran en otros lugares”, concluyeron.

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