El Hincha

Opinión

“Esos locos viejitos que entraron y dieron todo”, por Leo Senatore

El equipo estaba a tiro de dar vuelta el partido y con los ingresos desde el banco logró el objetivo. Los Pumas le ganaron a Gales y se metieron en semifinales. Los nacidos en los 80' como Sánchez y Creevy, demostraron estar más vigentes que nunca. Ambos seguirán haciendo historia con la Albiceleste


Por Leonardo Senatore

Puma 696 (2008-2018)

Todos los que tuvimos la suerte de estar en el Velódrome de Marsella vivimos un partido súper emocionante. El ambiente fue increíble, la marea roja se podía ver desde lo alto de las tribunas, pero la hinchada argentina dispersa por todo el estadio, se hizo sentir constantemente durante los ochenta minutos y en los momentos complicados más redoblaron esfuerzos. París nos espera y ahí estaremos para seguir acompañando a Los Pumas.

El partido arrancó descontrolado, ataques de Los Pumas que no llegaron a efectivizarse en el marcador y un Gales letal, que cada vez que tuvo una oportunidad marcó y puso un firme 10 a 0 en un abrir y cerrar de ojos.

El equipo argentino sin mucha profundidad pero con una ganas tremendas y un hambre de gloria absoluto lo fue a buscar y de a poco con los penales de Emi Boffelli, nos puso a tiro (10-6). Con el diario del lunes, esos sos dos penales valen oro.

En el segundo tiempo lo fuimos a buscar desde el minuto cero y nuevamente con penales de Boffelli achicamos distancia y luego pasamos a ganar transitoriamente. El Dragón no se desesperó y llego el try a través del medio scrum recién ingresado Tomos Williams, que encontró espacios en la defensa y facturo muy fácil y otra vez a remontarlo (abajo 17-12).

Los ingresos de Nico Sánchez y Agustín Creevy, le dieron muchísimo aire al equipo. Los quince trabajaban y mucho. Después de varias fases de los forwards llego el try de Sclavi y de nuevo nos pusimos arriba ahora por dos puntos (19-17). El Toro que recién ingresaba, también fue muy importante para el desarrollo del partido.

Gales siguió igual jugando muy bien con el pie pero Argentina ahora tenía respuestas positivas para ese juego del rival. Cuando se venían los de Rojo a buscar su pasaje a semis, en un ataque muy profundo de sus backs, que fueron un dolor de cabeza para nuestra defensa, apareció Tute Moroni y con su tackle salvador sobre Rees- Zammit salvó el ingoal argentino. Lo que me hizo recordar al Dibu Martínez, en esa famosa atajada en la final ante Francia, así lo hizo el hombre de Cuba.

El equipo dirigido por Warren Gatland, siguió insistiendo con todo pero apareció Nicolás Sánchez, que interceptó una pelota casi en mitad de cancha y corrió hasta abajo de los palos. El tucumano se hizo inalcanzable. Al Cachorro sé lo ve radiante y lleno de energía, como si estuviera haciendo sus primeros pasos en el seleccionado, se lo ve disfrutar cada momento. Párrafo aparte, la hinchada lo ovacionó en la presentación y en el try explotó de alegría. Una conquista que sentenció el pleito, la diferencia era inalcanzable para los galeses.

Quedaron algunos minutos para que aparezca una pelota recuperada, y fue de Agustín Creevy, que en los minutos que estuvo en cancha trabajo muchísimo en defensa, cuando le tocó reemplazar a Montoya, con la jugada del hooker formado en San Luis el partido se cerró.

“¡Vamos Carajo!”, se escuchó en todo el estadio y Los Pumas nuevamente están entre los cuatro mejores del mundo. Sí señor, cuando eran pocos los que confiaban en este grupo, quedó demostrado que a veces sin jugar excelente, se puede ganar y más que eso, se pueden lograr cosas, porque este plantel tiene hambre de gloria y ese sentimiento lo convierte a este equipo en el más peligroso adversario.

Sueño con ver a Argentina por primera vez en la final de un Mundial de Rugby, pero antes habrá que dejar en el camino al multicampeón Nueva Zelanda, que eliminó a Irlanda. Tenemos que recuperar a los soldados que en Marsella, dieron la vida por nuestra camiseta.

Nos vamos a París, que nos espera la mejor semana del Mundial.

Los invito a seguir creyendo.

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