Coronavirus

Primera línea sin un mango

Esenciales para el servicio pero no para el cobro: trabajadores protestaron frente al Cemar

Mas de medio centenar de trabajadores de la salud afectados exclusivamente al Covid-19 se convocaron en asamblea en las puertas del Cemar. Forman un equipo que recibe llamados, tabula síntomas y, si son compatibles, van a los domicilios a tomar las muestras anal. Y dicen que no les pagan desde marzo


Trabajadores con base en el Centro de Especialidades Médicas Ambulatorias (Cemar) se convocaron ayer en una asamblea en la vereda del efector para mantener la distancia social pero a la vez poder tratar lo que les ocurre: son medio centenar –aunque en localidades aledañas también hay personal con similar tarea y los mismos padecimientos– y están todos afectados a la pandemia de coronavirus desde el 15 de marzo, pero también desde entonces no vieron un centavo, según sostuvieron. Todos estuvieron de acuerdo en que su tarea es esencial y que un cese de actividades es “la última alternativa” que tienen, pero advirtieron que si no les pagan, finalmente irán al paro.
Los trabajadores forman equipos que se mueven en ambulancias del Sies. Son cinco móviles afectados a la tarea, que comienza con la recepción de llamados de personas que presentan síntomas, y temen estar contagiados de Covid-19. Quienes atienden repasan el cuadro y, si es compatible, van armando una nueva lista, la de quienes serán visitados en sus domicilios.
Los cinco equipos toman muestras por hisopado, a cada persona que integra esa ultima lista, que son enviadas a analizar. Y en 48 horas informan los resultados, y se ponen en marcha los protocolos para uno u otro caso: positivo o negativo.
“Hacemos un seguimiento personal”, describe una de las trabajadoras tras la asamblea. El mismo curso siguen los llamados fuera de Rosario, pero todo tiene epicentro en el Cemar, una de las primeras instituciones que comenzaron a analizar muestras para confirmar o descartar casos de coronavirus en todo el país, tarea que en un principio sólo se hacía en el Instituto Malbrán hasta que el pasado 23 de marzo se concretó la etapa inicial de descentralización, con cinco provincias.
En Rosario los trabajadores que protagonizaron este viernes una asamblea son la pieza clave de ese proceso de testeo. Dependen del Estado provincial, algunos son monotributistas, y todos fueron asignados exclusivamente para la tarea que desempeñan. Pero ninguno cobró, según refirieron. “Un paro es la última opción que vamos a tener en cuenta. No queremos parar. Pero si no hay respuesta y no queda otra opción, vamos a tener que hacerlo”, advirtieron este viernes.

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