Una joven de 28 años- y madre de dos niños, fue expulsada del Instituto de Seguridad Pública (ISEP) de la ciudad de Santa Fe donde estudiaba para ser policía, por una contravención en 2002, cuando la muchacha era trabajadora sexual. El juez de Faltas Héctor Valli, sostiene que la sanción prescribió. Hace siete años, la chica ejerció la prostitución y al poco tiempo, cambió por otros trabajos que le permitieran mantener a sus hijos, fue empleada doméstica, seguridad privada, y cocinera. Pero este año decidió estudiar para ser policía, y pasó los exámenes con buenas notas por lo que renunció a su trabajo y se concentró en el estudio. Con mucho esfuerzo buscó ingresos alternativos, como vender empanadas, para poder costear su casa y sus estudios.
Según una nota que aparece hoy en la edición de Rosario 12, Laura- tal su nombre, recurrió al Inadi, Instituto Nacional contra la Discriminación, donde llevaron el tema hasta la fiscalía de Estado hace dos meses, y continúan esperando la respuesta. En declaraciones a ese medio, Stella Vallejos, delegada del Instituto dijo que el caso se enmarca “en violencia institucional”.
Las autoridades de la Escuela de Policía argumentaron la expulsión en la ley 12.333, en su artículo 8 inciso d, prohíbe ingresar a la escuela con antecedentes de contravenciones. Las gestiones derivaron en una audiencia pública con el fiscal de Estado Jorge Barraguirre, que se realizó el 16 de octubre pasado, donde llevó todas las constancias que tenía: los buenos conceptos que recibió en la escuela, la nota del juez Valli donde constaba la prescripción de la falta, la renuncia a su trabajo anterior. Y sobre todo, argumentó su voluntad de ser “una buena policía”. Laura está esperando una resolución que le permita volver a la escuela de policía…
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