Edición Impresa

Escruche, robo y una caída

Desconocidos ingresaron en dos casas de Lamadrid al 3300, de donde se llevaron electrodomésticos y dinero. Cuando la Policía rastrillaba la zona, un uniformado se cayó en un pozo lleno de excrementos.

Un escruche, un robo y un policía adentro de un pozo ciego fue la seguidilla de episodios que se sucedieron ayer a la madrugada en barrio San Francisquito. De acuerdo con las fuentes, un  uniformado estaba investigando el hecho cuando cayó en una fosa de seis metros de profundidad llena de excrementos. Sus compañeros lo sacaron y un vecino le ofreció algunos baldes de agua para que se limpiara.

La seguidilla de hechos tuvieron lugar en una misma cuadra: Lamadrid al 3300. Allí, exactamente a la altura del 3327, vive Simón B. de 62 años, la primera de las víctimas. Según dijo el hombre a El Ciudadano, vive solo en el lugar, y a la noche suele salir a dar vueltas en colectivo por la ciudad, puesto que una enfermedad psiquiátrica que padece hace que le tema más al día que a la oscuridad.

Simón contó que ayer salió de su casa minutos antes de las 0.30 y cuando regresó, cerca de las 3, notó varias cosas fuera de lugar. “Me habían revisado las alacenas, los cajones, todo”, expresó el hombre, mientras mostraba la puerta del patio, la cual barretearon para ingresar en su casa.

Marcas de pisadas en la reja de la ventana que da a la calle dieron un indicio de cómo hicieron los ladrones para ingresar: treparon por la reja, ganaron los techos y bajaron al patio de Simón, para luego forzar la entrada trasera, dijeron fuentes policiales.

Del lugar, los escruchantes se llevaron un televisor, un lavarropas, un grabador, algo de dinero y un reloj. Pero no terminaron allí.

El patio de Simón tiene una escalera que lleva a una terraza. Esa fue la que los ladrones utilizaron para saltar el tapial y llegar a la casa del matrimonio compuesto por Serafín y Nélida, ambos de 73 años, cuya casa está al fondo de un pasillo de Lamadrid 3317.

“Nosotros estábamos durmiendo y por suerte no nos despertamos hasta que se fueron”, dijo el hombre, que notó el robo cuando se despertó cerca de las 3 para ir al baño.

“Suponemos que fue a eso de las 2, porque a la 1.20 nos fuimos a dormir”, agregó Nélida, quien confesó que no habían cerrado la puerta con llave, lo que facilitó el trabajo de los intrusos, que se llevaron un televisor, una videocasetera, varios teléfonos y una estufa.

Tras notar ambos hechos, los vecinos se comunicaron con la Policía. Personal de Comando Radioeléctrico se presentó en el lugar y, luego de tomarle declaración a las víctimas, los efectivos comenzaron a recorrer la zona en busca de algún indicio que permitiera esclarecer los robos.

Fue durante ese rastrillaje que uno de los uniformados, en medio de la pesquisa, dio un mal paso y cayó en un pozo ciego de seis metros de profundidad, ubicado dentro del patio de una vivienda de Lamadrid 3310.

De acuerdo con las fuentes, el policía quedó hundido hasta los hombros en excremento, y sus colegas debieron realizar una cadena humana para sacarlo de allí. Luego, un vecino caritativo le ofreció algunos baldes de agua para que se higienizara, contó una de las víctimas.

El hecho es investigado por el Juzgado de Instrucción en turno, con la colaboración de personal de la comisaría 18ª, que tiene jurisdicción en la zona.

Comentarios