Espectáculos

Berlín cumple 23 años

“Es un espacio de la resistencia cultural”

El espacio rosarino celebra un nuevo aniversario y su creador, Lulo Corradín, analizó el tiempo que le toca jugar en la actual coyuntura. El jueves en ese marco se realizará el Ciclo Artas, el viernes tocará Punto G y el sábado Cortito y Funky


Foto: Alejandro Guerrero

Berlín Pub celebrará este fin de semana 23 años de existencia, de resistencia. Ubicado en el colonial Pasaje Simeoni, a la altura del 1100, rodeado de adoquines, desniveles y murales, es de los pocos –sino el único– espacios históricos del circuito independiente local que aún se mantiene en pie. Lejos quedó el recuerdo de su vecino más cercano: el bar La Luna que cerró en 2015 y sus cimientos fueron arrasados por la ola inmobiliaria. “Berlín es lo que va quedando y no lo digo como algo bueno”, confió Luis María “Lulo” Corradín, creador y dueño del establecimiento en diálogo con El Ciudadano. “Si me pongo a hablar del momento económico y político te tengo que decir que tengo ganas de cerrar. Berlín se sostiene por la convicción y compromiso con el proyecto inicial para que sea espacio de encuentro de las culturas y la diversidad”. A pico y pala, la crisis de esta nueva batiente neoliberal le viene pegando bastante duro a todos y los productores culturales no son la excepción: “El esparcimiento y la diversión es lo primero que ajusta cualquiera”, analizó el empresario.

No obstante, como quien no quiere dejar que le roben la alegría, Berlín celebrará con la necesaria memoria y con historia pero también con las expresiones culturales emergentes que trazan una mirada propia que configura el espectro cultural en su devenir (ver aparte).

Instaurado en una época en que los bares literarios lograban cierto esplendor en la ciudad, Berlín comenzó a convocar a sus seguidores a partir de propuestas artísticas que ponían el eje en el teatro y la música. Desde entonces, con ese norte, propició encuentros, experiencias y sociabilidad con sus visitantes y, a la par, fue escenario de figuras que saltaron a la fama en los escenarios porteños o hicieron temporada por meses. Uno de los más recordados, quizá, fuera aquella puesta que semanalmente realizaban Mimí y Mariquena del Prado. Berlín nació en 1996.

La Argentina ya padecía el ajuste neoliberal salvaje. El mundo vivía la post caída del Muro y la idea de “Lulo” era relacionar el naciente bar con el encuentro de culturas y todo lo que tenía que ver con un proyecto artístico. Hoy dice: “Yo no soy Robin Hood pero el compromiso está puesto en hacer el aguante y resistir, ya ni siquiera para nosotros, sino por el espacio en sí. Simbólicamente significa más de lo que alguna vez soñé. Para mí es un espacio de la resistencia cultural de Rosario”. Como dueño y productor cultural con los pies en la tierra, “Lulo” cuenta cómo se percibe la crisis y de qué manera repercute en lo emocional de su público: “La economía de la gente está mal y en la medida que eso cambie, este tipo de espacios automáticamente cambiará: la energía que se respira es otra.

Cuando la energía está bien estos espacios son hasta ecológicos, hay un aire que hace bien. Cuando la economía está mal son lugares donde hay que ponerle el hombro y defenderlos”. El empresario comenzó en el rubro cuando tenía unos veinte años. Hoy con casi cincuenta analiza que los espacios como Berlín “se gestionan con sangre joven”, dijo al tiempo que opinó: “No está bueno, para que el espíritu siga latente, que uno envejezca acá dentro. Añoro, algún día, en otro contexto del país, darle la posta a otro. Para mí, el espacio tiene una energía y una vibra especial. No me veo envejeciendo acá”. Y disparó: “Si le ganamos a la crisis, en la próxima bocanada de aire populoso, habrá que hacer la valija y mirar a Berlín de costado, correrme a la esquina y verlo desde el balcón”.

—Sobrellevaste los 90,¿cómo te encuentra el presente?

—Surgimos en el 96, en plena crisis. Como todo tiempo pasado uno piensa que lo lejano no fue tan grave y, evidentemente, lo habrá sido pero tener veintitantos años era una cosa y hacerlo ahora es otra. De bueno tiene la experiencia; de malo que, a la hora del balance, pienso: “Otra vez estamos en los mismos puntos de la historia, nos repetimos como país y como ciudad”. También en relación al espacio se está volviendo a viejos formatos, se pierde calidad en cuanto a la calidez y lo rentable de los proyectos de vida en relación a la difusión de la cultura.

—¿La continuidad expresa tu obstinación de militar desde la cultura y no dejarte vencer?

—Se trata de reivindicar los espacios independientes de la cultura en una ciudad y una provincia como la nuestra donde la inversión del Estado es casi ya, no sólo visible, sino de alguna manera sintomática. Habría que hacer un análisis de sí está bien o no el proyecto cultural público. No con esto digo que estoy en contra, todo lo contrario, lo valoro como un síntoma muy bueno. Creo sí que hay que ensamblar y ajustar la producción cultural independiente con la producción cultural del Estado.

—Nunca salió la normativa de bares culturales.¿En cuánto favorecería esa legislación?

—Lo que haría es poner blanco sobre negro y dejar atrás una discusión que ya es bizantina, que ya no tiene sentido. Seguir discutiendo si los pub de la ciudad son espacios donde la gente puede bailar o si durante un show se pueden hacer cosas que la juventud ya viene haciendo hace muchos años. Hay un sector de la política que le da la espalda a los usos y costumbres de la juventud y de los referentes de la cultura.

—En estos años fueron cambiando las expresiones culturales que pasaron por el escenario de Berlín.El público cambió y la forma de disfrutar de un bien cultural se fue transformó a ese ritmo…

—Sí, enormemente. Hay otro tipo de hábitos. Con un celular cualquiera transmite en directo un show desde dentro mismo del show lo que hace que a partir del esos usos de redes, los micro-espacios nos podamos convertir, de momento, en un ámbito mundial. Eso es lo que digo cuando empiezo a entender que las instituciones de la democracia, las instituciones legislativas, no pueden alcanzar el cascabel que les corre por delante.

—¿Cuáles son los retos que tenés para adelante?

—Hay algo que permanece intacto que es el espíritu de la marca. Nacimos como Berlín en la post caída del Muro y la consigna era que el lugar fuera un espacio de encuentro de la cultura. Creo que eso, inevitablemente, es como la sangre que nos corre por las venas: apropiarnos de cualquier propuesta cultural que abracemos, tomarla como propia, darle escenario y tratar de generar, desde nuestro lugar, la mejor recepción y multiplicar.

Ciclo Artas

El festejo del aniversario de Berlín Pub comenzará este jueves con lo que será la primera edición del Ciclo Artas del Colectivo Feminista de Artes Escénicas Rosario.El mismo comenzará a las 21 con un conversatorio a cargo de Mabel Bustos y la conducción de Estefanía Salvucci.En ese contexto Beatriz Vignoli leerá textos de su autoría junto a las actrices Cindi Grüssi y Sandra Cariolo.También habrá una intervención actoral de Andre Galetto,Sofía Dibidino y SiMo PiancaTelli,entre otras y musical de Clara Fusari Corfield y Rocío Fernández.

La mítica Punto G

El viernes los encargados de subir al escenario que está cumpliendo 23 años serán los míticos Punto G que tocarán a partir de las 21.Se trata del reencuentro de aquella banda que Coki Debernardi formó junto a Carlos Verdichio,Juan Albertengo,Rubén “Vínculos”Carrera y Tato Fernández en los 80. Juntos estuvieron en actividad hasta mediados de los 90 y editaron tres discos.La banda se reencontró en 2016,se presentaron juntos nuevamente en los 50 años del Rock en Castellano Rosarino y decidieron seguir tocando.

Cortito y Funky

El sábado, también a las 21,será el turno de Cortito y Funky,una banda “sub 20”rosarina que se juntó para hacer funk, hip-hop, soul y disco “bajo la mirada siempre atenta del rock”,como ellos mismos definen.La formación cuenta con un repertorio de canciones propias que viene delineando desde el 2017.La banda está integrada por Camilo Corradín,Agustín Pérez,Cruz López,Tomas Costantini,Ciro Fernández,Alejo Blanco,Luca Topino,Luciano Moreira y Rodrigo Notta.

Comentarios