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“Es hora de volver a poner a lxs trabajadorxs en el centro de la escena”

Graciela Molina y Agustín Sánchez, quienes aseguran querer recuperar el gremio para que las y los trabajadores sean los verdaderos protagonistas, encabezan el Frente de Unidad Telefónicxs (FUT) que disputará la conducción del Sindicato de Trabajadores de las Telecomunicaciones en diciembre próximo


“Queremos recuperar el gremio para que las y los trabajadores seamos los verdaderos protagonistas”, dice Graciela Molina que, junto a Agustín Sánchez, encabezan el Frente de Unidad Telefónicxs (FUT) que disputará la conducción del Sindicato de Trabajadores de las Telecomunicaciones (Sitratel) el próximo 16 de diciembre.

Molina agrega: “Recuperar el gremio para las y los trabajadores es recuperar nuestro salario, que ante la brutal pérdida de poder adquisitivo está por debajo de la canasta básica de alimentos y en muchos casos bajo la línea de la pobreza”.

En sintonía, Sánchez afirmó que “de los que se trata es recuperar derechos laborales que perdimos producto de un modelo de gestión que no sólo no incluye a las y los trabajadores, sino que los expulsa”.

La apreciación del binomio del Frente de Unidad Telefónicxs, que reúne a cinco agrupaciones, es una severa mirada sobre la conducción actual encabezada por Claudio César, a la cual se le objeta no sólo el escaso llamado a la participación de las y los trabajadores telefónicos, sino también cierta pasividad ante las empresas del sector.

“Tenemos que recuperar la movilización de nuestros compañeras y compañeras, transformar el sindicato en una única organización gremial potente y así construir un único convenio colectivo de trabajo y una única obra social, sin trabajadorxs de primera, de segunda o de tercera. La conducción actual debilitó nuestro accionar y las empresas nos recortaron derechos. Es hora de volver a poner a lxs trabajadorxs en el centro de la escena”, dispararon contundes Molina y Sánchez.

Precarización y fraude laboral

Otro de los ejes abordado por  el FUT es el impacto del salto tecnológico en las condiciones de trabajo. En este sentido, Sánchez señaló que “nuestra actividad se caracteriza por un constante desarrollo tecnológico y bajo esta lógica las empresas justifican cualquier práctica. Nosotros estamos convencidos que lo que hay es precarización laboral y en algunos casos directamente fraude laboral”.

Molina dice: “A partir de la fusión (entre Telecom y Cablevisión, en junio 2018), todo esto se agravó y se profundizó, hoy las compañeras y los compañeros gestionamos todos los productos de todas las empresas del grupo, todos vendemos, cobramos, instalamos, todos gestionamos todo.

Justamente por esta realidad estamos convencidos que es el momento exacto para unificar los convenios, porque tenemos sectores que comparten hasta el mismo lugar físico y sin embargo, los compañeros y compañeras que realizan exactamente las mismas tareas lo hacen bajo dos convenios distintos, lo cual implica, en muchos casos, una diferencia de hasta el 50 por ciento en el salario”.

Es preciso recordar que la tan mentada fusión en términos legales implicó (e implica) una de las mayores operaciones de concentración de capital en un área tan vital y clave como la información y la comunicación.

Desde junio de 2018, según un relevamiento de lxs trabajadorxs, se redujo la planta  de empleadxs de 25 mil a los casi 15 mil de hoy a escala nacional. En Rosario, en tanto, la cifra se modificó de casi 1500 a 1200 en la actualidad.

En este sentido, las variables son múltiples; además de las lógicas jubilaciones, hay que sumarles jubilaciones anticipadas y retiros voluntarios (no siempre tan voluntarios), entre otras figuras, que, en algunos casos, rozan el fraude laboral.

Una estructura gremial que no defiende a los trabajadores

De eso se trata cuando desde el FUT se plantea recuperar la iniciativa gremial y sindical, porque la pérdida del empleo sin incorporación de nuevo personal impacta en las condiciones de trabajo; ergo, se produce precarización, multifunción y flexibilización.

“El salario de todos los trabajadores y trabajadoras está por debajo de la canasta básica, bastante por debajo. Y muchas compañeras y compañeros se vieron obligados ceder a precarizaciones, como por ejemplo el aumento de horas en la jornada. Históricamente el trabajador telefónico tenía siete horas de trabajo, esto fue producto de una lucha, de una historia. Y actualmente, en algunas áreas, los compañeros tuvieron que aceptar la poli función y el aumento de la jornada para poder mejorar su salario y acercarse a la canasta básica” dice Molina.

Y Sánchez agrega: “Son las empresas las que empujan a los compañeros a que acepten condiciones laborales a la baja porque el planteo es en forma individual. Esto nos muestra una estructura gremial que no defiende a lxs trabajadorxs”.

Es en este marco, complejo por donde se lo mire, es que el próximo 16 de diciembre se realizarán las elecciones de comisión directiva de Sitratel, donde casi 2000 trabajadorxs están en condiciones de votar (1200 activos y 700 jubilados).

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