Una experiencia multisensorial se podrá vivenciar esta noche, a las 22, en Nómade (Ovidio Lagos 68bis). Allí, el trío de rock experimental Proyecto Gómez Casa, montará un set electrónico que su líder, Rodrigo Gómez (ex baterista de Gordoloco trío), describió como “demoledor” y que acompaña la salida de Construcción, un proyecto multiplataforma que involucra varias etapas: “Una comprende una web donde la gente puede reconstruir los temas de la banda utilizando el teclado de su computadora y, mientras lo hace, altera una especie de manifiesto oráculo que está en esa web. Todos podemos construir”, contó Gómez a El Ciudadano.
En vivo, los shows de Proyecto Gómez se tornan teatrales, montando escenas cotidianas. Los músicos se transfiguran en actores, operarios, performers y toman el escenario manipulando objetos, generando una singular puesta en escena. Construcción incluye la salida de dos discos y videos, en un trabajo mancomunado con diseñadores, programadores, hackers y directores de cine.
—Sus recitales exploran lo artístico más allá de lo estrictamente musical interactuando con lo visual y performático. ¿Con qué búsqueda cruzan esos lenguajes?
—Creemos que las disciplinas artísticas tienen que estar a disposición de la idea. Lo importante es la idea, no la disciplina. La disciplina, en todo caso, es lo que nos puede permitir ser más claros a la hora de mostrar esa idea. También creemos que cualquier idea es trasladable a cualquier disciplina. Trabajamos sobres nuestras ideas y accionamos desde la disciplina que creemos más eficaz para mostrarla.
—¿Dónde se ubica el gesto comunicacional de las puestas?
—Desde el momento que tomamos la decisión de hacer un show en vivo estamos decidiendo comunicar. Tratamos de lograr canales directos. Por ejemplo montamos escenas cotidianas sobre el escenario: el hombre que corre, el que duerme, el que come, el que mira tevé. Esas escenas buscan, no sólo bajar un contenido sino, también, generar un canal comunicativo directo. En algún momento de su vida, la gente tiene que haber dormido, comido, corrido; entonces, al ver algo que le sucedió en su vida, lo que ocurra ahí mismo puede ser parte de la historia.
—¿Qué se siente al ser catalogado como un músico de rock experimental? ¿Por dónde pasa hoy la búsqueda de innovación en la música y en el rock?
—Creo en la experimentación, no como moda ni pose sino como parte fundamental de un proceso creativo. Es fundamental correr riesgos. Es fundamental el error. Y es fundamental accionar las ideas y no dejarlas en el campo de lo posible a futuro, sino accionarlas en el momento, para dejar lugar a nuevas ideas.
—Tras el quiebre que marcó Cromañón en el país, ¿cómo se vive hoy el under porteño?
—Proyecto Gómez Casa tuvo la suerte de girar por muchas ciudades y lo que puedo asegurarte es que la movida que hay en Argentina, y en Buenos Aires, no la encontrás en ninguna parte del mundo. Acá hay conflictos, y eso hace que el instinto siga vivo. Hay ciudades en donde el conflicto diario no existe, donde aparentemente la sociedad es más madura y todo funciona mejor entre comillas. En esos lugares el instinto se adormeció. Acá salen proyectos de abajo de la tierra; existe la necesidad vital de que eso ocurra.
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