Por: Mariano Faurlin
Una fatalidad de Sebastián Peratta puso al descubierto un mal que aqueja a Newell’s en este Clausura: no saber cerrar los partidos cuando se encuentra en ventaja. Si bien el arquero leproso fue responsable en el inmerecido empate que se llevó Vélez del Parque de la Indepedencia, mucho más culpables fueron sus compañeros al no saber aprovechar el hombre de más que tuvo en gran parte del encuentro y la floja resistencia que opuso su rival. Así desperdició otra chance de acortar ventaja con los de arriba y de meterse en la conversación por el título.
Está claro que a la Lepra le falta contundencia. Joaquín Boghossian no levanta y Jorge Achucarro rinde con intermitencia. Y si encima Mauro Formica se muestra impreciso, tal como sucedió ayer, a Newell’s le cuesta demasiado generar chances y meterla.
Igualmente, dominó a un tímido Vélez, que temprano se quedó con uno menos por la expulsión de Franco Razzotti. Tuvo que esperar hasta el arranque del complemento para encontrar la justa apertura del marcador, cuando Sebastián Domínguez lo camiseteó a Jorge Achucarro dentro del área y Rolando Schiavi puso el 1-0 de penal.
Pero cuando tuvo que apretar el acelerador para sentenciar la victoria y aniquilar las esperanzas de un resignado Vélez, le faltó astucia y jerarquía. Salvo un derechazo de Marcelo Estigarribia, de buen partido, en el arranque del segundo tiempo y otro remate de Cristian Núñez a los 38 minutos, Newell’s no se acercó a Marcelo Barovero en la etapa final.
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