Entre lo sonoro y la canción vocal

Espontaneidad, emancipación, improvisación, azares, son palabras con que se podría describir la obra de Fernando Kabusacki, ese músico cosmopolita que desde hace varias décadas huye de las convenciones per se y con sus búsquedas borra barreras, cruza fronteras y abre horizontes en quienes se dejan cautivar por su cielo de posibilidades sonoras.
Residente hace años en Buenos Aires pero oriundo de Rosario, Kabusacki es un eximio guitarrista que desde principio de los 90 lidera lo que dio en llamar National Film Chamber Orchestra, un proyecto desde el cual musicaliza películas mudas en vivo. En 2012 llegó a la ciudad para estrenar Luck y ese mismo año musicalizó la multitudinaria proyección del film mudo Metrópolis, de Fritz Lang, una de sus últimas presentaciones locales.
Esta noche, a las 21, en el Túnel 4 del Centro Cultural Parque España (Sarmiento y el río) volverá a subir a un escenario para dar cuenta de su presente en un recital que el guitarrista definió como “íntimo” y donde dialogará expresivamente con los músicos Alex Anthony Faide (guitarra eléctrica y lap steel), Matías Mango (teclados), Julia Capoduro (voz y guitarra) y Pol Nada (voz y guitarra) sobre un concepto que se mueve entre lo instrumental y la canción vocal.
Kabusacki acaba de lanzar The Champion, un disco editado en Japón y Argentina que se mete en una “colorida colección de miniaturas, covers e improvisaciones en estudio” –describió– y donde participan, entre otros, Loli Molina, Marina Fages, Fernando Samalea, Maxi Trusso, Santiago Vázquez, Matías Mango y Gaby Kerpel.
Kabusacki sabe que lo importante es crear con libertad y ser honesto con sus búsquedas artísticas más íntimas: “No me gusta el género experimental, no me identifica, los músicos experimentales son otras cosas: yo hago música, no experimento nada”, dijo en diálogo con El Ciudadano.
Aunque tocará alguna de las canciones de su nuevo trabajo, el músico anticipó que no será éste un show de estreno porque eso “requiere otro espacio, la participación de músicos que estuvieron en el disco”, dijo. “The Champion es un disco que posee mucho de batería, tiene mucho más rock que otros”. Contó que en Rosario no habrá batería pero sí mucha guitarra eléctrica “porque tanto Alex como yo tocamos ese instrumento y nos gustan mucho los procesadores. Matías (Mango) está al día con el trabajo sobre voces y guitarras y llevará muchos sintetizadores”.
—Se dice que sos un artista experimental. ¿Cómo te sienta?
—No me gusta el género experimental, no me identifica, las músicas experimentales son otras cosas: Yo hago música, no experimento nada. Lo que hago es, básicamente, música instrumental y me gusta que en el medio siempre aparezca alguien cantando. Es un lenguaje que quiero mucho; como no canto tengo siempre cantantes invitados. En mis discos conviven lo instrumental y otras cosas más abstractas; me gusta el diálogo entre lo instrumental y la voz
—Volviste a editar en Japón, ¿qué te nutre de aquel lejano país?
—Voy todos los años. Iba a viajar en octubre pero me salió una gira por Holanda con la orquesta de Robert Fripp. Se siguen editando mis discos allá. Me encanta ir porque hay músicos buenísimos; sus artistas tienen otra mirada, una sensibilidad y un respeto impresionante.