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Enseñar las Leyes de Newton desde otro lugar

Un proyecto innovador del Superior de Comercio propone abordar contendidos de física de una manera distinta a lo que habitualmente se acostumbra en las instituciones de educación secundaria


Caviglia y Rosenfeld apuntan a que los estudiantes se interesen por los contenidos

Gonzalo García / UNR

Se habla continuamente de los reiterados fracasos escolares en la conceptualización de contenidos y de lo distante que ha quedado la dinámica desarrollada dentro del aula en comparación de los consumos de los estudiantes. Docentes del Superior de Comercio “Libertador General San Martín” proponen un modo de desarrollar un contenido esencial de la asignatura Física II, que corresponde al cuarto año del nivel secundario: las Leyes de Newton.

Las encargadas del proyecto, Verónica Rosenfeld y María Belén Caviglia, comenzaron hace unos años a presentar proyectos en las Jornadas de Ciencia y Tecnología de la Universidad Nacional de Rosario con el afán de mostrar la labor realizada dentro del Superior. “De a poco empezamos a dar a conocer distintas experiencias que se llevan a cabo dentro de la escuela. Muchas veces el trabajo de innovación queda invisibilizado al tratarse de una institución de enseñanza media, y es por eso que nos pareció una oportunidad importante que había que aprovechar”, comentó Verónica Rosenfeld.

Las docentes presentaron dos proyectos que buscan cambiar la forma de presentar ciertos conocimientos a los estudiantes, con el objetivo de involucrarlos dentro del proceso. El primero se trata específicamente sobre las Leyes de Newton, y el segundo sobre refracción. “Fueron dos prácticas que surgieron de conceptos e ideas que aprendimos de un curso que realizamos. Estamos interiorizándonos en el abordaje de la enseñanza desde otro punto de vista. A partir de esto, hicimos un análisis de como se venía enseñando a Newton en el nivel secundario, y comprendimos que para los chicos muchas veces sólo significa que fue una persona que vivió hace mucho tiempo y con el que no tienen nada en común. Encontramos una serie de videos que manejan una lógica explicativa diferente y los proyectamos para ver qué sucedía”, argumentó Rosenfeld.

Los estudiantes respondieron de buena manera a esta propuesta, involucrándose en el contenido y haciendo propias las explicaciones. “En primer término vimos que se desestructuraban en relación al contenido, y en segunda instancia al conocer aspectos de la vida de Newton, quién produjo un quiebre en la historia de la ciencia, hizo que hayan podido comprender que detrás de ese gran nombre, había una persona común y corriente. A veces pasa que los chicos no asimilan esto al tratarse de alguien que vivió muchos años antes que ellos”, resaltó Rosenfeld.

Romper con lo tradicional

Las docentes hacen énfasis que otra de las cuestiones que descolocan a los estudiantes y provocan que se encuentren de otra manera con los conocimientos es que se levanten de los pupitres y la clase se pueda realizar en movimiento. “Les decimos a los chicos que caminen por el aula, que se acuesten en el piso, que se empujen levemente entre ellos, entre otras acciones, para que comprendan con la experiencia propia de donde surge la fuerza. Y creemos que esto es sumamente importante, ya que el año pasado hicimos esta actividad antes de unas semanas de paro y cuando regresamos, se acordaban de las Leyes y su aplicación a la perfección. Eso habla de que muchas veces el problema son las formas y no el desinterés de los estudiantes por los conocimientos”, aseguró Caviglia.

Un dato anecdótico es que, dentro del video que utilizaron las docentes, los realizadores marcan que no hay registro alguno de que Newton haya tenido pareja. Aunque parezca algo menor, los chicos se interesaron en esta parte y las docentes lo celebraron, ya que marcaba que de alguna manera estaban interesándose en el autor. “Pudieron sacarlo, como comúnmente se dice, de los bronces. Es importante porque lo identificaron como alguien que podría ser su igual, y no como alguien que solamente teorizó en libros. Los rendimientos académicos, a partir de esta experiencia, fueron muchos mejores que los de otros años. Para nosotros que los chicos aprendan viendo también la parte práctica de una teoría, es una tranquilidad ya que sabemos que va a ser más difícil que se olviden”, propuso Rosenfeld.

Algo similar ocurrió a la hora de dar refracción, ya que la dinámica de clases llevaba a dar primero todas las leyes para luego recién ir al laboratorio. Pero, teniendo en cuenta esta nueva lógica se hizo totalmente al revés: se llevó primero a los estudiantes al laboratorio para que ellos mismos puedan comenzar a preguntarse la razón de esos procesos y poder deducir las leyes. “Cuándo el edificio estaba en obras y el laboratorio no se podía utilizar, llevamos el laboratorio al aula. Ahí hacemos que ellos se autogestionen, que hagan, experimenten y puedan explicar lo que está sucediendo. Fue totalmente distinto a lo que veníamos trabajando, se engancharon mucho más, lo entendieron y tuvieron una actitud totalmente activa”, recordó Caviglia.

Este tipo de experiencias ya llevan dos años realizándose por las docentes, y los resultados que arrojan son realmente buenos. “A los estudiantes le genera interrogantes, de preguntarse porque pasan las cosas. De la manera en la que tradicionalmente se implementan los contenidos, les dábamos todo armado y sólo tienen que estudiarlo. Acá tienen que preguntarse, buscar caminos, involucrarse, armar un concepto, con nosotros atrás ayudando”, reflexionó María Belén Caviglia.

El aprendizaje como desafío constante

En la facultad un docente cobra por un cargo, dentro del cual están contempladas horas para dar clases, otras para investigación, y dependiendo que tipo de jerarquía se tenga, puede que también esté estipulado un espacio a divulgación o extensión. En escuelas medias, la mayoría de los profesores son remunerados por hora cátedra, sin que esté incluidas las actividades extras que hace este profesional. “Con este panorama, todo lo que sea investigación a nivel medio se da a partir de las ganas de los docentes, con el apoyo de su familia, o los que además de eso tenemos un cargo. En mi caso estoy a cargo del departamento de física y María Belén de la coordinación de física. Eso nos posibilita dedicarnos a investigar y encontrar nuevas formas de enseñar”, analizó Rosenfeld.

El equipo trata en las clases de no trabajar con el academicismo, sino que partir de la motivación del alumno. “Es un proceso que vamos avanzando de a poco porque los cambios no se hacen de la noche a la mañana. Tenemos la suerte que la escuela nos permite incursionar en estas nuevas modalidades, y que a nosotras nos gusta innovar. Surgió con el tema de Leyes de Newton porque encontramos un material audiovisual de apoyo que sugería la misma idea que buscábamos desarrollar, pero hemos implementado esta lógica a otras temáticas.”, recalcó Rosenfeld.

El Superior de Comercio tiene una instancia como los seminarios, que no tienen otras instituciones secundarias. Los estudiantes tienen, a partir del tercer año, que cursar y aprobar dos seminarios electivos. La idea de estos es que el alumno se inicie en lo que es un proceso de investigación. Tienen la duración de un cuatrimestre, con un encuentro inicial y otro final, mientras que en el medio de ambos la idea es que se comuniquen con el docente coordinador vía Web.

Rosenfeld ha dictado algunos, entre ellos Introducción a la Astronomía, y ha comprobado que cuando al estudiante aprende algo que le interesa cambia su actitud. “Si nosotros como docentes podemos hacer que lo que estamos enseñando sea más llevadero, dinámico y atractivo vamos a obtener mejores resultados. Basta que con sólo un estudiante te de una señal positiva para que entendamos que es el camino a seguir”, confesó.

Las docentes hacen énfasis en la importancia de que el estudiante aprenda, y para eso es necesario no atarse a libros de textos específicos o a una metodología determinada. “La idea es tener ganas de hacer algo nuevo, que el alumno aprenda y no que apruebe, lo que son dos cosas muy distintas. Ver las caras de los chicos en clases es el mejor indicador de cómo está saliendo esa experiencia, ya que muchas veces los docentes preparamos actividades que para nosotros están geniales y luego resulta que a los estudiantes no les resulta así. Son cosas que se van aprendiendo, y con este tipo de metodologías vemos que el alumno se engancha”, explicó Rosenfeld.

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