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Enrique Piñeyro, entre la risa y la reflexión profunda

Llega a la ciudad la atractiva conferencia teatral “Volar es humano, aterrizar es divino”, de la mano del ex piloto de aviación comercial, actor, director y productor de cine Enrique Piñeyro


Víctimas del dengue mueren en el mundo 125 mil personas por año, al tiempo que en accidentes aéreos las víctimas fatales son 348. El contraste de este promedio le sirve Enrique Piñeyro, actor, director y productor de cine, además de médico aeronáutico, activista y piloto de transporte de línea aérea, como disparador para su jugosa conferencia-espectáculo teatral Volar es humano, aterrizar es divino, que este sábado por la noche presenta en Rosario.

Piñeyro fue particularmente comandante de la malograda empresa aérea Lapa e investigador de accidentes aéreos, al tiempo que dirigió los films Whisky Romeo Zulú, Fuerza Aérea Sociedad Anónima, Bye Bye Life y El Rati Horror Show.

Volar es humano, aterrizar es divino es una exitosa propuesta que en 2018 completó su quinta temporada a sala llena en el porteño Teatro Maipo al tiempo que tuvo un importante estreno internacional en España.

Mientras recorre otros escenarios argentinos y va por su sexta temporada en la cartelera porteña, ahora en el Teatro Coliseo, Piñeyro convierte este original show en un nuevo género que alterna sin pausa entre la risa y la reflexión profunda, demostrando frente al público que si se copiaran muchas de las cosas que se hacen a diario en la aviación, “éste sería un lugar más bello e infinitamente más seguro para convivir y respetuoso de los derechos ajenos”, sostiene el creador.

El material tiene mucho de cine, “pero por otro lado tiene un simulador de vuelo, una cabina de avión a tamaño real, como si hubiésemos cerrado la nariz de un avión”, explicó Piñeyro en declaraciones a la prensa acerca de la escenografía de su espectáculo, que comienza reproduciendo un accidente de Avianca de 1990 en Nueva York, cuando se quedaron sin combustible.

Desde ahí en más, entre el humor y la crítica, “se muestra cómo y por qué se fue aprendiendo de los accidentes y porqué esos accidentes ya no pasan más. Y cómo acabamos aprendiendo que no hace falta que lleguen los accidentes, que apenas la operación normal se desvía un poquito de la media ya sabemos que tenemos algo que investigar”, expresó.

De este modo, “cuando uno compara la forma de actuar en aviación con las cosas que hacemos en superficie, obviamente, muchas cosas se vuelven ridículas y con ellas se hace un espectáculo gracioso, porque todo lo que hacemos bajo esa óptica es bastante risible”, expresó finalmente el actor y cineasta.

Piñeyro ingresó a la empresa Lapa en 1988. Como representante de la Asociación de Pilotos participó en la investigación del accidente del vuelo Austral 2553 del 97, estrellado en Fray Bentos, Uruguay. Renunció a Lapa en 1999. En su paso por esta aerolínea denunció su mal estado operacional y de sus aeronaves, que sufrían graves falencias e irregularidades. El 31 de agosto de 1999, en el Vuelo 3142 de Lapa murieron 65 personas.

Ese mismo año, Piñeyro creó Aquafilms, a partir de su actuación en el film Garage Olimpo, dirigido por Marco Bechis, del cual fue además coproductor junto con Amedeo Pagani y Eric Heuman.
Luego, en 2004 dirigió y protagonizó su primera película, Whisky Romeo Zulu, basada en su historia personal como piloto de Lapa y su anticipación al desenlace de la tragedia de esa empresa poco después de su renuncia.

Para agendar 

Volar es humano, aterrizar es divino se presenta este sábado, a partir de las 21, en el Auditorio Fundación Astengo, de Mitre 754, donde también se venden las entradas o bien a través del sistema Ticketek

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