El Ciudadano
La causa que investiga el homicidio del prestamista Lucio Maldonado, secuestrado y asesinado en noviembre pasado, sigue en busca de pistas relacionadas al entorno del sindicado instigador del crimen mafioso, Esteban Lindor Alvarado. Este miércoles, el fiscal de la Unidad de Gravedad Institucional, Matías Edery, ordenó un allanamiento en un domicilio de zona noroeste para dar con “elementos muy puntuales” de la pesquisa. Pero allí encontró algunas plantas de marihuana, dos chalecos y dos gorras con el logo de la Policía de Santa Fe y municiones de armas. Los tres hombres y la mujer que estaban en la vivienda quedaron a disposición de la Justicia Federal. Uno de ellos sería miembro de la banda de Alvarado, según confió un investigador.
El allanamiento fue realizado por efectivos de las Tropas de Operaciones Especiales (TOE) en una vivienda de Génova al 8500, ubicada en barrio Stela Maris. Allí encontraron un par de chalecos, con gorras y porta credenciales de la Policía de la Provincia de Santa Fe, además de cargadores de pistola y cartuchos de calibre 9 y 380 milímetros. También incautaron un punto laser adaptable para pistolas Bersa, una granada de agresivo químico, además de masetas con plantas de marihuana y una balanza de precisión, informó un vocero.
Por esos secuestros se le dio intervención a la Justicia Federal, donde quedaron detenidas cuatro personas: Alejandro A., de 19 años, Sabrina R., de 20, césar G., de 33, y Elvio A., de 34.
Lucio Maldonado era un prestamista rosarino que a mediados de noviembre fue secuestrado en la puerta de su casa de barrio Tablada y arrojado sin vida horas después, en Circunvalación y Oroño, con las manos atadas en la espalda, cuatro tiros y una nota en el bolsillo que decía “con la mafia no se jode”. Tres meses después, Alvarado fue imputado como instigador del crimen y quedó detenido con prisión preventiva.
En la audiencia imputativa, la Fiscalía relató la evidencia en su contra que construyó principalmente con el seguimiento del auto de la víctima durante la noche de su secuestro y que los llevó a una casa quinta de Piñero, propiedad de los hijos del acusado. En su defensa Alvarado aseguró que no conocía ni había tratado nunca a Maldonado.
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