Policiales

Fuga

Encontraron en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez a uno de los evadidos de la cárcel de Piñero

Lo hirieron en zona norte el martes por la noche. Dio un nombre falso y terminó internado en el HECA pero la mentira le duró poco. Los investigadores descubrieron que se trata de uno de los fugados del penal en junio pasado


Se trata del sexto recapturado tras la extraordinaria fuga cometida a finales de junio pasado en la Unidad Penitenciaria Nº 11 de Piñero donde ingresó un grupo comando que disparó con armas largas a los centinelas y abrió los alambrados con amoladora permitieron la fuga de ocho internos. Se trata de Daniel David Piscione, de 31 años, a quien hirieron este martes por la noche en zona noroeste y fue trasladado al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) donde terminaron identificándolo. Ahora se encuentra internado con custodia policial.

Cerca de las 21 de este martes y a la altura de Garzón al 100 los vecinos alertaron sobre detonaciones. Personal policial llegó en un móvil y vio a dos hombres correr mientras otro quedó tendido en el piso. Cuando se acercaron, presentaba heridas de arma de fuego en un miembro superior y miembro inferior, contó una fuente policial.

Cuando le preguntaron por su identidad dijo llamarse Gabriel Juncos y aseguró que no recordaba su número de documento. Los uniformados llamaron a una ambulancia del Sies cuyos médicos lo trasladaron hasta el Heca donde quedó internado.

Con el correr de las horas se determinó su verdadera identidad. Se trataba de Daniel David Piscione. Uno de los ocho fugados el pasado 27 de junio de la cárcel de Piñero.

El hombre quedó con custodia policial mientras se recupera de las lesiones sufridas. Tras el alta médica será sometido a una audiencia imputativa, informaron voceros judiciales.

Con la recaptura de este interno quedan dos prófugos de la cinematográfica evasión: Martín Alejandro Cartelli y Claudio “Morocho” Mansilla.

La evasión

La tarde del domingo 27 de junio cuatro hombres llegaron en un Peugeot 3008 hasta las inmediaciones de la cárcel de Piñero. Eran las 17 y mientras uno se quedó al mando del volante con las puertas y el baúl abierto, Franco Ezequiel C., Rodrigo Leonel G. (imputados el 15 de julio pasado) y Walter Ezequiel Soraire (29), se bajaron. Uno tenía un pasamontañas, otro una capucha y el tercero una careta de mono, contó la Fiscalía.

Con una amoladora cortaron el primer cerco perimetral del penal y portando cinco armas de fuego –un revólver calibre 38, una pistola 9 milímetros, una ametralladora FMK3 del mismo calibre, la cuarta era una 380 y una 11.25– comenzaron a disparar contra los centinelas que estaban en las garitas. El grupo avanzó unos 200 metros donde pasaron 4 garitas a los tiros y se ubicaron debajo de la quinta, a la altura del módulo D del pabellón 14. Mientras dos disparaban, Soraire cortaba los dos cercos que faltaban para llegar a los detenidos con una amoladora.

Los internos comenzaron a tirarles piedras al centinela de la garita. En este cruce de balas y cascotes, Soraire recibió un disparo en el pecho que resultó fatal aunque terminó su trabajo y el cerco quedó abierto.

Sus dos compañeros más los ocho internos, algunos de los cuales recibieron armas de los intrusos y dispararon contra el personal penitenciario, se fugaron del lugar.

Recapturados

Era la primera hora del lunes cuando Elizabeth A. iba al mando de un Honda Civic junto a Leonel Rodrigo G. e intentó escapar de un operativo policial sobre la ruta 14. La persiguieron hasta Cabín 9, en Pérez. En el baúl del auto estaba escondidos los evadidos Joel Rojas (25) y Sergio Cañete (35), este último señalado por la Fiscalía como el organizador de la fuga. Todos fueron imputados el 30 de junio, la mujer y su acompañante por el encubrimiento de la fuga entre otros delitos.

Ese mismo día pero pasadas las 14 fue recapturado Alejandro Schmittlein (40) junto a un acompañante en una camioneta Volkswagen Amarok por un camino rural entre las localidades de Carmen y Venado Tuerto.

Ezequiel Rodolfo “Colo” Romero (20) se entregó el miércoles 30 de junio pasado ante el personal de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) luego de que las viviendas de sus familiares fueran allanadas en barrio Santa Lucía.

El quinto fue Alejandro Candia (35) cuando un ciudadano llamó al 911 y dio el dato de que se escondía en una casa de pasillo de Presidente Quintana al 2000. El personal policial lo detuvo el mediodía del 12 de julio pasado y el fiscal Carbone imputó a otras dos personas que lo acompañaban por encubrirlo.

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