El cuerpo de un hombre de entre 35 y 40 años fue encontrado en la mañana de este miércoles en un terreno, sector utilizado como basural, de Larralde al 3400 entre Jauretche (calle 1701) y bulevar Seguí al 7700, en el sudoeste de Rosario. El cadáver mostraba, al menos, un disparo con orificio de entrada por la nuca y golpes. Hallaron una vaina servida calibre 9 milímetros y el personal del Instituto Médico Legal (IML) trabajaba para identificar a la víctima.
El cuerpo fue hallado pasadas las 10 a escasos metros del club Loma Negra y a media cuadra de la escuela primaria Victoriano Montes y de la escuela técnica 346, unos 40 metros hacia el oeste de calle Larralde al 3400. Es un descampado que se extiende sobre dos manzanas en barrio Godoy por el cual los vecinos, ante los medios que fueron a cubrir el hecho, se refirieron enojados.
Sobre Larralde son patente los desechos: plásticos, bolsas y hasta televisores rotos, todo separado de la calle por una zanja con agua podrida. Incluso, a unos metros del lugar de la ejecución hay un viejo colchón, una frazada y residuos tales como atados de cigarrillos.
Ningún vecino pudo acreditar la identidad del cuerpo. “De acá no debe ser”, se escuchó. Algunos aseguraron haber escuchado detonaciones a las 22 del martes último y otros dijeron que sintieron dos tiros alrededor de las 2, aunque los primeros indicios de los investigadores apuntan a ubicar el asesinato ya en las primeras horas de la mañana de este miércoles. Un hombre que buscaba entre la basura del lugar fue quien alertó, a media mañana, sobre el cuerpo. El aviso llegó a Sebastián, quien según vecinos es una especie de sereno del terreno. A las 10.30 llegó al lugar un móvil del Comando Radioeléctrico. Luego el fiscal Florentino Malaponte, a cargo del caso, ordenó medidas al personal del Gabinete de Criminalística y de la División de Homicidios de la PDI. A simple vista, los pesquisas determinaron que el cuerpo presentaba un disparo a la altura de la nuca. Cuando levantaron el cadáver hallaron una vaina servida calibre 9 milímetros, la cual será peritada.
El encargado del terreno, contó a los investigadores que el martes el cuerpo no estaba en ese lugar mientras que un vecino agregó que a las 2 llamó al 911 porque escuchó detonaciones. Este hombre aclaró a los uniformados que si los policías patrullaron la zona, no podrían haber visto nada porque el cuerpo se camuflaba entre la basura y los matorrales, describieron las fuentes policiales.
Voceros judiciales señalaron que el personal del IML trabaja en identificar a la víctima a través de pericias dactiloscópicas.
Denuncia de los vecinos por el abandono del lugar
Según contaron los habitantes, el terreno pertenecía a “un tal Ricardo”. Y agregaron que se lo cedió a la hija, que es abogada, quien “no se ocupa de mantenerlo en condiciones”. Años atrás, contaron, estuvo usurpado pero tras el desalojo la extensión de tierra no fue cercada y con el tiempo sobrevino el abandono. Las imágenes de Google Maps, de hace un lustro, evidencian el deterioro. En 2014 lo que era un potrero con pasto prolijo, hoy anida escombros, matorrales y desniveles.
Los vecinos de ese sector de barrio Godoy dijeron que ya denunciaron en varias ocasiones a la Municipalidad el estado en el que se encuentra, con vegetación alta, sin iluminación y proliferación de roedores.
“Es una boca de lobo”, lo calificaron. Agregaron que es territorio propicio para descartar un cadáver o convocar a gente vinculada con el delito. “De día nos corren los ratones”, se quejó uno de los habitantes de las casas que se asoman a pocas cuadras del terreno.
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