La Defensoría del Pueblo de Santa Fe pidió reducir la cantidad de residuos domiciliarios que se dejan en los contenedores. El organismo reconoce que en esta situación de aislamiento social, preventivo y obligatorio, que obliga a gran parte de la población a permanecer más tiempo en sus hogares, hay una mayor generación de residuos. Pero explica que, por lo mismo, hay limitaciones de algunos servicios de recolección.
A raíz de consultas sobre la recolección y los servicios de higiene urbana recibidas en los últimos días, la Defensoría consultó a las dependencias correspondientes de la ciudad de Rosario y su zona metropolitana. Varios municipios del departamento se encuentran con servicios reducidos, mientras que en Rosario se lleva a cabo con normalidad. En la ciudad, incluso, se intensificaron las tareas de desmalezamiento y fumigación en el marco de la lucha contra el dengue.
La generación y disposición de residuos es uno de los problemas de los grandes centros urbanos. En la Argentina, en promedio y según la Defensoría, cada habitante genera 1,3 kilogramo de basura por día. La dependencia pidió que, en esta situación excepcional, se extremen las prácticas para reducir los impactos ambientales, como la separación de residuos y el reciclaje
Las reglas de la separación:
Reciclables (siempre limpios y secos):
Plásticos (botellas, telgopor, tapitas, envases, envoltorios)
Metal (latas, aerosoles, desodorantes, bandejas de aluminio, llaves)
Vidrio (botellas, frascos, vajilla)
Papel (revistas, diarios, folletos, tickets)
Cartón (cajas, bandejas de comida, rollos de papel)
Tetra Brik (envases de yogur, leche, jugos, salsas)
Compostables (residuos orgánicos):
Se pueden disponer los restos de frutas, de verduras, cáscaras de huevos, café, yerba, interior de bolsitas de té, aserrín, ramas y hojas secas.
No se pueden disponer los restos de origen animal, restos de cebolla, cítricos, aceites y lácteos, excrementos de animales, colillas de cigarrillos.
Basura:
Es el resto de lo generado, como colillas de cigarrillos, papeles sucios, pañales, toallas femeninas, servilletas usadas, cartón engrasado con comida, trapos impregnados con sustancias, entre otros.
“Uno de los grandes problemas que enfrentamos es la gran cantidad de basura que generamos, por eso es muy útil recordar la regla de las tres R: reducir, reutilizar y reciclar. Pensar si lo que estás por consumir es realmente necesario, darle un nuevo uso a los materiales y, de lo contrario, disponerlo para que mediante diferentes procesos se pueda convertir en nueva materia prima. Rechazá lo que no necesites. Repará lo que ya tienes para darle otros usos”, pidieron desde la Defensoría del Pueblo.
Y concluyeron con un dato que arroja el aislamiento obligatorio adoptado por muchos países para contener la pandemia de covid-19: “Estamos viendo cómo los ecosistemas se adecuan rápidamente a nuestra ausencia, cómo mejoran las condiciones de sistemas que ante nuestra presencia se ven seriamente afectados, cómo la naturaleza nos invita a reflexionar. Es momento de pensar en evolucionar a una relación armoniosa y respetuosa con nuestro entorno”.
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