Los padres de Paula Perassi, desaparecida desde septiembre de 2011, se encadenaron ayer frente a la puerta de los Tribunales de la localidad de San Lorenzo para exigir a la Justicia avances en la causa que investiga qué ocurrió con la mujer de 36 años. La semana pasada la Fiscalía a cargo del caso presentó pruebas y solicitó la detención de nueve personas, entre ellas cinco policías de la Unidad Regional XVII. En tanto, este lunes el Equipo Argentino de Antropología Forense comenzó la búsqueda de los restos de Paula en una cava ubicada en un campo lindero con la ruta 11. “Confiamos en las tareas de búsqueda, pero no en la Justicia. Por eso vamos a estar acá hasta que nos den una respuesta”, dijo Alberto, el papá de Paula.
El lunes por la noche Alicia y Alberto Perassi no podían dormir. Esa mañana, en un campo ubicado en la ruta 11 (entre San Lorenzo y Timbúes) el Equipo Argentino de Antropología Forense puso en funcionamiento las máquinas excavadoras con un objetivo: remover toda una cava de 60 por 40 metros, y cinco de profundidad, para encontrar los restos de su hija.
Según Alberto, el lunes fue un día de muchas emociones pero, sobre todo, de volver a revivir tres años y siete meses de búsqueda incansable en los cuales sólo encontró trabas por parte de la Justicia, la Policía y la Municipalidad de San Lorenzo. Por eso, después de toda la noche sin pegar un ojo, se levantó y, junto a su esposa, decidió encadenarse a los Tribunales provinciales de dicha localidad. “Queremos que aparezcan los huesos de Paula y que el juez tome alguna decisión en relación a esta causa, que no lo siga tirando para adelante sin dar soluciones”, dijo Alberto a El Ciudadano y agregó: “Vamos a estar acá hasta que nos den una respuesta”.
Paula Perassi fue vista por última vez el 18 de septiembre de 2011 cuando salió de su casa de San Lorenzo. Tenía 36 años y dos hijos pequeños. Pero, además, estaba embarazada. Al parecer, ese fue el móvil de un crimen que involucra a Gabriel Strumia, un empresario de esa localidad con quien mantenía una relación sentimental, y a su empleado Darío Díaz.
En diciembre pasado, la causa tomó un giro debido la intervención del fiscal Donato Trotta quien, según Alberto, fue el primero que se puso a investigar la muerte de su hija y a tener en cuenta las pruebas “que estaban desde el día que desapareció”. A partir de esto, la Fiscalía presentó pruebas que involucran a nueve personas y pidió su detención al juez Juan José Tutau.
Según la hipótesis de la Fiscalía, que coincide con la querella representada por los abogados Adrián Ruiz y José Ferrara, Paula fue llevada contra su voluntad a practicarse un aborto, y luego murió desangrada. La causa, caratulada como “”privación ilegítima de la libertad, seguida de aborto contra voluntad de la víctima y posterior muerte”, involucra, a una partera, también a la esposa de Strumia y a cinco funcionarios policiales de la Unidad Regional VII.
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