El Ciudadano
En la séptima noche de la celebración judía de Janucá, un hombre irrumpió en la casa de un rabino en Nueva York y apuñaló a cinco personas, dos de ellas gravemente, incluido el anfitrión, en un ataque que el gobernador Andrew Cuomo calificó este domingo como “un acto de terrorismo interno” y un nuevo ejemplo de “un cáncer estadounidense que está comiendo el cuerpo político” del país.
El gobernador informó que de los cinco heridos, dos se encuentran en estado crítico, según la CNN. Desde Israel, el primer ministro Benjamin Netanyahu y el presidente Reuven Rivlin también condenaron rápidamente el ataque.
El ataque sucedió a las 22 de este sábado (hora local) y ya de madrugada el jefe de la policía de Ramapo, el pueblo cercano de Monsey, Brad Weidel, informó a la prensa que la Policía de Nueva York había encontrado un auto y buscaba a un posible sospechoso.
Weidel anunció más tarde que Grafton E. Thomas, un hombre de 37 años y domicilio en Greenwood Lake, en el estado de Nueva York, fue detenido como sospechoso y acusado de cinco cargos, entre ellos intento de homicidio y robo, según CNN.
Por el momento, ni las autoridades políticas ni la Policía informaron sobre las motivaciones del ataque. Uno de los pocos relatos que se conocen del ataque es el de Aron Kohn, una persona que le dijo al diario The New York Times que estaba en la casa del rabino en el momento del ataque.
“Estaba rezando por mi vida. Ni bien entró por la puerta comenzó a atacar a la gente. No tuvimos tiempo de reaccionar”, contó el hombre de 65 años y agregó que el atacante intentó llegar hasta la sinagoga contigua a la casa, pero se lo impidieron.
El de este sábado es el último de una serie de ataques antisemitas en esa zona de Estados Unidos. El anterior fue hace apenas dos semanas contra un almacén judío en el estado vecino de Nueva Jersey. Fue un tiroteo y terminó con los dos atacantes, un policía y tres clientes del local de comida, muertos.
En octubre de 2018, el ataque contra una sinagoga en Pittsburgh, Pensilvania, conmocionó al país y puso en el centro del debate la presunta responsabilidad del presidente Donald Trump en el incremento de expresiones y ataques racistas, antisemitas y xenófobos en el país.
En ese ataque, una persona irrumpió en medio de un bautismo y, al grito de “todos los judíos deben morir”, acribilló y mató a 11 fieles.
Seis meses después, otro joven atacó una sinagoga en Estados Unidos, esta vez durante la celebración de la Pascua judía en California. Mató con un rifle semiautomático a una mujer e hirió a tres personas, entre ellas el rabino del templo y una niña.
Según la Liga Anti Difamación, una organización que releva y denuncia ataques y agresiones antisemitas en todo el mundo, registró al menos 50 incidentes en Estados Unidos en lo que va del año.
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