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En San Pedro, Francisco pidió “un aplauso para la Virgen de Luján”

El Papa la recordó esta mañana con donde una imagen de Nuestra Señora de Luján, que presidió la ceremonia. Se mostró enfático con el tema y arengó a los fieles. Ver video. El Vaticano confirmó que Francisco visitará Brasil en julio


El papa Francisco puso hoy en manos de la Virgen de Luján, patrona de Argentina, “todas las alegrías y preocupaciones de los argentinos”.

En la festividad de la patrona de Argentina, que se celebra hoy, el papa Jorge Bergoglio -devoto de la Virgen- la recordó durante la audiencia pública de esta mañana en San Pedro, donde una imagen de Nuestra Señora de Luján presidió la ceremonia, a la que asistieron unas 80 mil personas de todo el mundo.

“En este día en el que se celebra Nuestra Señora de Luján, celestial Patrona de Argentina, deseo hacer llegar a todos los hijos de esas queridas tierras mi sincero afecto, a la vez que pongo en manos de la Santísima Virgen todas sus alegrías y preocupaciones. Muchas gracias”, afirmó Bergoglio hablando en español.

Según consigna un despacho de la agencia EFE, sus palabras fueron recibidas con aplausos y ondear de numerosas banderas argentinas que portaban ciudadanos del país de procedencia del papa Francisco.

Antes de comenzar la audiencia, el Papa se acercó hasta la imagen de la Virgen de Luján, frente a la que depositó un ramo de flores blancas y tras rezar un momento, pasó la mano por la imagen y comenzó la audiencia.

Cuando saludó en español recordó que hoy era la festividad de la Virgen de Luján, “celestial patrona de Argentina”. “Un aplauso, un gran aplauso”, pidió el papa para la patrona argentina. Sonriendo, con aspecto feliz, agregó -siempre hablando en español-: “Más fuerte, que no lo escucho”, mientras se colocaba una mano en una oreja.

Los presentes rompieron en un gran aplauso, que agradeció Francisco, gran devoto de la Virgen de Luján.

Antes de comenzar la catequesis, el papa Francisco recorrió la plaza de San Pedro en el papamóvil, en medio de los aplausos, vivas y ondear de banderas, de las decenas de miles de fieles presentes.

Como ya es habitual, en un ambiente de cordialidad y alegría, el papa Francisco, al que se le vio sonriente, feliz, besó a niños y enfermos y estrechó las manos de los fieles.

Luego, en su catequesis, dijo que el Espíritu Santo es el “agua viva” que Dios dona a los hombres para que tengan una vida “plena, justa y buena, una vida que no esté amenazada por la muerte”, e insistió en que hay que escucharle, “ya que nos dice que Dios nos ama como un padre, siempre nos perdona”.

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