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En Río Negro pinta la historia de su pueblo en 14 murales

En Allen, en el Alto Valle, el artista Chelo Candia cuenta en viñetas los 101 años de su tierra.

En el paisaje urbano de la ciudad rionegrina de Allen, en el Alto Valle, sobresalen 14 murales con el relato de la historia popular de esa localidad fundada por laboriosos colonos hace 101 años. Chelo Candia, muralista responsable de las pinturas, explicó que la idea surgió a principios del año pasado, cuando la localidad celebraba su centenario, cuando se la transmitió al intendente Graciano Bracalente.

El artista plástico trabajó en conjunto con la historiadora local Graciela Vega, y se basó en la recuperación de antiguos testimonios fotográficos proporcionados por los descendientes de las familias fundadoras de Allen, ubicada sobre la ruta nacional 22 a 14 kilómetros de General Roca.

El primer mural se pintó sobre un lateral del palacio municipal y representa la jornada del 25 de mayo de 1910, cuando el grupo de colonos pioneros se reunió para acordar el reparto de las tierras y, en sintonía con la fiesta patria, cantó el himno nacional.

Otra de las obras, todas con medidas aproximadas de tres metros de alto y cinco de largo, rinde homenaje a los pueblos originarios, de ascendencia mapuche, instalados en la zona desde principios del siglo XIX.

Pero la mayor parte de los murales está referida a aquellos momentos de la historia local que permanecen grabados en el imaginario colectivo y siguen siendo las referencias inolvidables en las charlas con los vecinos de Allen.

La primera escuela y el primer maestro, el desarrollo de la fruticultura y las industrias asociadas, las glorias del deporte local y en especial la pasión por el automovilismo que hizo furor en los años 70, el desaparecido cine San Martín y la magia de su pantalla con la figura mítica de Chaplin, son algunas de las secuencias que se muestran desde las veredas.

Candia dijo que “los antiguos vecinos se reconocen en los murales al punto que uno de ellos, un señor de más de 80 años que formó parte de la banda municipal de música, se acercó para pedirme que lo hiciera lo más parecido posible, para que sus hijos y nietos lo reconozcan”.

Durante las largas jornadas de mateada y pintura sobre el mural siempre algún perro del barrio se acercaba para curiosear, “por eso decidí incorporarlos a la escena y ellos también son reconocidos por los vecinos”, dijo.

En el mural relacionado con la historia del cine local, desde la ventana de una vivienda contigua a la sala, en un primer piso aparece saludando un vecino.

“Es un hombre que ya casi no sale de su casa, pero cuando se enteró que yo lo había pintado fue hasta el mural y se sacó una foto” contó orgulloso el artista.

Otra de las pinturas refleja la creación del hospital público de Allen que, en los años 20, fue un acontecimiento social muy importante porque se trataba del centro sanitario de mayor complejidad de la región.

“Cuando estaba buscando una pared para pintar el viejo hospital y algunas escenas de su funcionamiento, siempre en base fotos antiguas, el doctor Isidoro Kantor, que fue durante muchos años el jefe de pediatría, ofreció el frente de su propia casa y allí pinté el mural” destacó Chelo.

La serie culminará con el mural número 15, dedicado a algunas escenas de las tradicionales competencias ciclísticas, que desde hace 30 años identifican a Allen en el calendario deportivo rionegrino.

“Estoy contento, pude armar un relato gráfico de la historia de mi pueblo, como si fuera una historieta gigante” manifestó Candia, quien destacó la labor de su asistente María Langa, también pintora y su discípula.

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