Ciudad

Sin estribos

En marzo comienzan a sacar los caballos de las calles rosarinas

Son los que usan unas 1.500 familias que viven de los residuos. Invertirán 8 millones de pesos para el fin de la “tracción a sangre”.


En poco más de dos meses en las calles de la ciudad no se verán más carros tirados por caballos. Así lo prometió ayer la tarde la intendenta Mónica Fein, al presentar en el Palacio de los Leones el programa “Andando”, el cual incluye la entrega de subsidios por un monto de 8 millones de pesos a cooperativas y trabajadores que actualmente se ganan la vida con la recolección informal de residuos para el reciclaje y que, de acuerdo al censo realizado por el Ejecutivo local, son 1.500 familias con 1.800 equinos. El anuncio se ajusta, además, a la ordenanza 8.726, aprobada en 2010 que prohíbe en el ámbito de la ciudad la llamada “tracción a sangre”.

En cuatro años a esta parte, ni el Ejecutivo local ni el Concejo Municipal y los distintos sectores involucrados habían podido llegar a un consenso para darle curso a la normativa.

El programa presentado por Fein se basa en la distribución de 8 millones de pesos a los cartoneros para que lo inviertan en cooperativas de trabajo dedicadas a higiene y mantenimiento urbano –como poda y escamonda en espacios públicos y particulares–, capacitación laboral para los involucrados y la coordinación con centros comerciales responsables del reciclado para los cuales los carreros serán los encargados de la recolección de residuos.

La recepción de animales comenzará el próximo 4 de marzo en el predio de la ex Sociedad Rural, de bulevar Oroño y 27 de Febrero, ocasión en la que desde las distintas áreas municipales que trabajan en el tema le informarán a las familias cuáles son las nuevas posibilidades de trabajo que tendrán a partir de la eliminación de la tracción a sangre. A partir de la inscripción de los carreros en el programa Andando, tendrán un plazo de dos meses para entregar sus caballos.

Equidad educativa

“Queremos que los hijos de quienes hoy trabajan en la recolección informal tengan una perspectiva futura de inserción laboral”, señaló la intendenta, al tiempo que destacó que se les brindará a los recolectores informales la posibilidad de acceder, tanto al programa Nueva Oportunidad como al de Equidad Educativa para que los más jóvenes puedan recibir una capacitación laboral.

Fein, además, aseguró que desde el Ejecutivo se hará “un abordaje integral en las familias para que todos tengan documentación, puedan acceder a planes nacionales y provinciales que hay, y tengan una reinserción laboral adecuada”.

En este sentido, el secretario de Control y Convivencia Ciudadana, Pablo Seghezzo, subrayó que el 70 por ciento de las 1.500 familias que trabajan de manera informal a bordo de los carros no sabe leer ni escribir, por lo que destacó la decisión de Fein de impulsar un “cambio cultural en grupos que son altamente vulnerables”.

Distintas opciones

Seghezzo explicó que a los grupos que trabajan en la recolección de residuos con carros tirados por caballos y que están constituidos como cooperativas, se les dará la posibilidad de acceder al subsidio para adquirir vehículos utilitarios que les mejoren su labor. En tanto, a aquellas personas que establezcan contacto con centros comerciales encargados del reciclado, podrían comprar bicicletas con carros, ya que las distancias a sortear desde los sectores de recolección hacia las plantas son mucho menores.

Para la subsecretaria de Promoción Social, Susana Bartolomé, la efectivización de la ordenanza que prohíbe la tracción a sangre es el resultado de un considerable esfuerzo.

“Es el trabajo que venimos haciendo en los barrios Polledo, La Lagunita, Vía Honda y Empalme Graneros, en los que hemos probado distintas propuestas y en donde también hay una gran concentración de carreros”.

Con todo, Seghezzo señaló que los animales que se reciban serán enviados, en principio, a una estancia propiedad del Estado provincial en el departamento de Vera a donde ya se llevaron durante el año pasado 78 animales. “Hay mucha gente que tiene lugar y disponibilidad para adoptar animales“, concluyó.

Una normativa con discusión de vieja data

La ordenanza 8726, que prohíbe la tracción a sangre en la ciudad data de hace más de cuatro años y fue producto de la intervención de numerosas organizaciones que bregan por los derechos de los animales y que se acercaron al Concejo Municipal para hacerlo eco de sus reclamos, ocasiones en la que también denunciaron en el Palacio Vasallo haber sido testigos de muchos maltratos a caballos por parte de algunos carreros.

Al momento de aprobarse la normativa, el presidente de la Comisión de Ecología del Concejo era el socialista, mandato cumplido Pablo Colono. Sin embargo, participaron en la construcción del proyecto de decreto definitivo el ex edil Oscar Greppi, de la Coalición Cívica-ARI y el radical Jorge Boasso. Este último, incluso, propuso oportunamente distinguir a quien hizo prohibir las corridas de toros en Cataluña y que también lanzó una campaña para prohibir la tracción a sangre en toda América latina.

Finalmente, la actual concejala del PRO, María Julia Bonifacio, se hizo eco de la propuesta para erradicar los caballos de las calles de la ciudad, como también su par del bloque Peronismo Solidario, el veterinario Carlos Cossia.

Al enterarse de la medida dispuesta por la intendenta Mónica Fein, Bonifacio recordó:
“Nosotros lo hemos llevado adelante, estudiándolo y analizándolo desde el Concejo, no solamente con los carreros sino también con distintas organizaciones no gubernamentales”.

“Hubo experiencias exitosas en otros lugares, como en la Ciudad de Buenos Aires, que se han organizado distintas cooperativas pero estas cooperativas de trabajo fueron precisamente fortalecidas por el gobierno, que les brindó toda la infraestructura para que las personas puedan trabajar con condiciones dignas y todos los derechos que tienen hoy en día todos los trabajadores. Esto es algo que se está planteando en la ciudad de Rosario”, concluyó la edila del PRO.

Mieres, con 400 familias

Desde la cooperativa de cartoneros Mieres, una de las más importantes de la ciudad, ya que agrupa a unas 400 familias de la zona noroeste, las que viven del trabajo de recolección y reciclado de residuos urbanos, calificaron de positiva la decisión del gobierno municipal, anunciada ayer, sobre la entrega de subsidios.

No obstante, recordaron que del total de los trabajadores que forman parte del emprendimiento, sólo 25 son los que en turnos de ocho horas diarias realizan su tarea a bordo de dos vehículos utilitarios. Según señalaron desde la cooperativa, los rodados fueron comprados sin ayuda externa y fruto de su propio esfuerzo. Es por ello que señalaron que “la distribución de subsidios que entregará la Municipalidad sería una gran ayuda”, ya que así podrían adquirir nuevos rodados y elementos que los ayuden a mejorar el trabajo.

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