Un tercer estudiante universitario fue imputado este jueves en la causa que investiga agresiones sexuales a tres adolescentes y el incumplimiento de las medidas sanitarias por pandemia en la localidad de Las Parejas. Este miércoles, habían sido acusados otros dos jóvenes por el mismo hecho. Las circunstancias, que están bajo investigación, ocurrieron la noche del sábado 13 de junio cuando, pese al impedimento para reuniones por coronavirus, seis jóvenes invitaron a cuatro adolescentes a una fiesta con música para llevarlas engañadas hacia un garaje donde perpetraron violencia en manada. Los tres imputados permanecen en libertad, más allá de la gravedad de la acusación, hasta tanto avancen otras medidas probatorias.
“Tenemos expectativas. Estamos confiadas porque hay una buena investigación donde se tomaron numerosas pruebas. Pude juntarme con las chicas, ellas están firmes, sólidas, informadas, aunque a veces les afectan algunas declaraciones que se hacen respecto de ellas. Es una situación muy difícil pero tienen madres de hierro bancándolas y acompañándolas”, dijo a El Ciudadano, Analía Abreu, abogada de las tres adolescentes.
Este jueves se realizó la tercera audiencia imputativa en libertad en la sede de la Fiscalía de Cañada de Gómez. Al igual que a los otros dos jóvenes acusados, se los imputó por abuso sexual con acceso y el incumplimiento de las normas sanitarias dictadas por el Gobierno Nacional (Covid). Según precisó la abogada de las adolescentes, ninguno de los jóvenes quiso declarar.
A partir de la imputación, “se solicitará la extracción de muestra genética de los tres imputados para hacer pericia comparativa de ADN con muestras extraídas de la denunciante”, precisaron fuentes de Fiscalía, y agregaron que, en paralelo, se esperan las pericias sobre cámaras de seguridad del local donde se denunció que sucedió el hecho.
Para la abogada, la prioridad actual es producir las pruebas que faltan. Dijo que si bien las cámaras de la zona ubican a los acusados en tiempo y espacio, resta escuchar a las adolescentes quienes por ser menores de edad lo harán en Cámara Gesell. Además falta conocer el resultado de las pericias a los teléfonos celulares solicitadas por la letrada, quien no descartó pedir alguna medida cautelar o la prisión preventiva de los jóvenes con los resultados de las pericias.
“Es un proceso de dolor, indignación y bronca. Sabemos que van a poner en duda lo que sucedió porque el patriarcado opera de esa forma y llega incluso por momentos a hacer sentir a las chicas culpables o responsables por lo que sucede”, señaló Abreu.
La letrada dijo que los tres imputados son mayores de 20 años, mientras que las chicas son adolescentes humildes y menores de edad. Y confirmó que una fue agredida sexualmente, otra tuvo lesiones en el rostro, y a dos les sustrajeron el teléfono celular. “La asimetría material y económica supera a la de género. Nos tranquiliza saber que ellas están pensando en terminar la escuela y en encarar algún emprendimiento”, agregó.
Abreu destacó que las adolescentes son acompañadas por profesionales de la provincia, además de integrantes del Dispositivo Las Parejas, un espacio feminista local, y por militantes de Ciudad Futura de Cañada de Gómez.
“Nos sabemos compañeras y hermanas en el territorio. Sabemos que el derecho penal llega tarde y a destiempo para reparar o acompañar. Si esta lucha se gana, va a ser para unirnos y que esto no le suceda a mi hermana, ni a mi prima, ni a nadie. Nadie va a poder solucionar lo que pasó, pero al menos buscamos una reparación que ayude a prevenir y a hacer visible lo que nos pasa a muchas”, agregó la abogada.
En manada
Según lo que se conoce hasta ahora, seis jóvenes de Las Parejas, en principio todo ellos estudiantes universitarios, invitaron a cuatro amigas adolescentes de la misma ciudad a una fiesta en una casaquinta. No tenían vínculos entre sí, pero uno de los muchachos estaba contactado a través de una red social con una de las chicas.
Así, según trascendió, durante la noche del sábado 13 de junio los jóvenes pasaron a buscar a las chicas en una camioneta, pero en lugar de ir a una casa en las afueras fueron a un estacionamiento dentro del casco urbano, donde se estaba improvisando una fiesta clandestina.
A partir de allí todo se torna confuso: una de las chicas amaneció al día siguiente en su casa, con la ropa arrugada y sin acordarse de cuándo y cómo había regresado. Otra de las chicas se despertó golpeada en el rostro: aparentemente había querido impedir un abuso en manada de su amiga. Entre todas lograron reconstruir con dificultad qué había ocurrido. Y ninguna tenía consigo su teléfono celular.
Un dispositivo de contención de casos de violencia de género les brindó atención y, finalmente la situación desembocó en la presentación de la denuncia judicial que impulsó la investigación de lo ocurrido y las audiencias dispuestas. El caso generó escándalo local, ya que involucra a jóvenes de familias con cierta opulencia económica del lugar.
“Las pasó a buscar un joven, hijo de una de las familias más adineradas del pueblo, en una camioneta, y en vez de ir a la fiesta entraron a una cochera, donde había otros tres muchachos y comenzaron a beber, a bailar. A la mañana siguiente una de las muchachas que estamos asistiendo se despertó en su casa y no se acordaba de nada. Estaba semidesnuda, con la ropa interior desacomodada”, reveló Abreu.
El fiscal Santiago Tosco, a cargo de la investigación, había avanzado con allanamientos en los que se secuestraron los teléfonos de los jóvenes y también prendas de vestir y “un montón de alcohol, muchas bebidas blancas”. Ocurre que una de las amigas refirió que en un momento del encuentro uno de los jóvenes le hizo una advertencia más que sugestiva: “No tomés de esto”.
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