José Odisio
Si en Argentina la falta de fútbol en medio del aislamiento obligatorio tiene a los hinchas desesperados, en Estados Unidos está situación se potencia a partir de la decisión de Donald Trump de iniciar una cuarentena a partir de transformarse en el país con más casos de coronavirus.
El deporte profesional norteamericano mueve millones, y un parate genera pérdidas incalculables para los equipos, las ligas, y también para muchas ciudades que mueven parte de su economía con la actividad que rodea a las distintas franquicias de NBA, MBL, NFL y en menos medida el hockey sobre hielo y el fútbol. Ni hablar de las perdidas que vaticina la televisión, a partir de la baja de auspiciantes y la imposibilidad de las ventas de eventos deportivos “pay per vieu”, una especie de codificado como el de nuestro fútbol.
Por eso la NBA empezó a analizar alternativas para terminar una temporada que ya había cumplido con un promedio de 60 partidos (en total son 82) e incluso tenía clasificados a los playoffs: Milwakee Bucks, Toronto Raptors, Boston Celtics y Los Ángeles Lakers.
“El show debe continuar”, es la frase que parece encabezar esta idea del comisionado de la NBA Adam Silver. Y si de show se trata nada mejor que Las Vegas. Sí, la idea es completar la temporada de forma “express” y jugar los playoffs en la capital de Nevada, que con pocos casos de coronavirus y que incluso tuvo hasta hace dos días sus casinos abiertos.
Una posibilidad es hacer un torneo corto entre todos los equipos no clasificados y cubrir los lugares faltantes en cada conferencia. Y luego disputar los playoffs al mejor de cinco partidos, aunque no se descarta que sea a un solo partido, salvo la final.
Todo se disputaría en el Thomas y Mack Center y Cox Pavilion de Las Vegas, donde juega la Universidad de Nevada y se realiza cada año una etapa de la Summer League de la NBA. Con capacidad para 19.000 personas, aunque eso a esta altura parece un dato irrelevante.
Parece una locura, pero varias franquicias al parecer ya dieron el visto bueno. Aunque podrían chocar con la oposición de los jugadores, preocupados por la posibilidad de contagio, como sucedió con el francés Gobert y Mitchel en Utah, lo que obligó hace varias semanas a parar la liga. “Cómo sé si al ir a disputar una pelota no me estoy contagiando al tocar a otro colega”, comentó LeBron James hace unos días cuando se le preguntó si veía factible reiniciar la liga.
Hay otra opción en estudio: aislar a los equipos en Las Vegas durante un mes y jugar todo a puertas cerradas, pero con trasmisión de TV, una especie de circo romano al que difícilmente los jugadores accedan. Pero hay un “gancho” en esta idea: recaudar fondos para la lucha del coronavirus u organizaciones benéficas. No hay dudas, en Estados Unidos el show debe continuar.
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