Edición Impresa

Reflexiones

En La Meca no quieren la yihad ni la coalición

Los peregrinos denuncian en La Meca las atrocidades cometidas por los yihadistas del Estado Islámico en Irak y en Siria.


Los peregrinos denuncian en La Meca las atrocidades cometidas por los yihadistas del Estado Islámico (EI) en Irak y en Siria, pero también desconfían de la campaña militar dirigida por Washington contra este grupo.

“El islam no tiene nada que ver con las acciones del Estado Islámico”, afirma Alan Abdalá, un peregrino kurdo iraquí, que tacha a esta organización extremista de “virus que amenaza al mundo entero”.

El EI, que controla extensos territorios a caballo entre Siria e Irak, es acusado de matanzas y atrocidades contra soldados y civiles. Además, ha reivindicado la decapitación de dos periodistas estadounidenses y de un voluntario británico.

Cientos de miles de peregrinos seguían congregándose ayer en La Meca para el Hajj o peregrinación anual.

Arabia Saudita forma parte de la coalición internacional dirigida por Estados Unidos que lleva a cabo ataques aéreos desde la semana pasada contra el EI en Siria. Los combatientes kurdos también se han movilizado contra los yihadistas.

“El EI comete actos terroristas degollando a gente y creando desorden”, dice otro peregrino kurdo en La Meca, Shawkat Ahmed Qader. “El islam está lejos de sus acciones y creencias”, añade este quincuagenario que lamenta la situación que vive el Kurdistán.

“Tenemos por un lado (a los yihadistas) del EI y por otro aviones estadounidenses que los bombardean. Queremos seguridad”, afirma.

Un peregrino sirio de la región de Alepo, que llegó a La Meca desde Turquía, donde se refugió hace unos meses, es crítico con la coalición de Estados Unidos, que ha tardado en intervenir tres años desde el comienzo de la guerra.

“Esperábamos que una coalición pusiera fin a la opresión contra el pueblo sirio y no se limitara a atacar sólo al EI y a otros grupos”, dice Mohamed, visiblemente nervioso. Prefiere no dar su apellido.

La semana pasada, el emir de Catar, cuyo país forma parte de la coalición, afirmó que el objetivo a corto plazo era eliminar a los movimientos extremistas pero insistió en que a la larga hay que “castigar” al régimen del presidente sirio Bashar al Asad.

El islam no es “fanatismo”

En La Meca, Petra, una francesa que se llama Nur desde su conversión a la religión musulmana, asegura que el islam en el que cree “no es un islam fanático”.

Cuando se le pregunta por su opinión sobre los bombardeos de la coalición, esta mujer, vestida con una abaya (túnica) negra y tocada con un velo blanco que cubre su cabello rubio, es muy crítica.

“Es inadmisible”, dice. “Nos intentan hacer creer cosas que no se corresponden necesariamente con la realidad”, añade, recordando el ejemplo de Irak en 2003, cuando Estados Unidos intervino alegando la presencia de armas de destrucción masiva.

Según ella, “actualmente hay una voluntad de hacer que la gente tema al islam”.

Reconoce que oculta su religión en sus actividades profesionales. “Es imposible, si llevo el velo no puedo trabajar”, confiesa.

Y concluye: “El islam tal como se vivía en la época del profeta no tiene nada que ver con lo que nos hacen creer hoy”. Un comentario que despierta aprobación y sonrisas entre los demás peregrinos franceses.

Comentarios