Edición Impresa

En la Legislatura el libro de pases está siempre abierto

José Tessa se fue del Frente Progresista. Antes lo había hecho Brignoni. El peronismo, un archipiélago.

La salida del diputado José Tessa del bloque del Frente Progresista –la segunda en cuatro meses tras el alejamiento de Marcelo Brignoni– y la multiplicidad de bloques justicialistas en la Cámara baja provincial (actualmente hay ocho contra los dos de fines de 2007) son un termómetro del dinámico escenario político nacional y sus efectos locales. El conflicto entre la Casa Rosada y las patronales rurales en el peronismo y el acierto de algunas políticas por parte del gobierno nacional –resistidas por el oficialismo local– producen reacomodamientos que permiten a la Legislatura mantener el libro de pases siempre abierto.

La actual Cámara de Diputados quedó conformada a fines de 2007 cuando Hermes Binner ganó la Gobernación frente a Rafael Bielsa. El Frente Progresista se quedó con 28 escaños y los 22 restantes se repartieron en la oposición peronista, cuya lista de legisladores para la Cámara baja estaba conformada por la mixtura de las nóminas que habían presentado en las primarias Bielsa y Agustín Rossi.

Apenas iniciado el año legislativo ya había dos bloques: el mayoritario del Frente para la Victoria y uno de tres integrantes, de cuño reutemista, conformado por Alberto Hammerly (quien falleció en septiembre de 2008), Jorge Lagna y Alberto Monti.

Sin embargo, en ese entonces todo el peronismo santafesino era kirchnerista. Dos años y medio después –conflicto con el “campo” mediante– y de cara a las renovación presidencial y de cargos provinciales en 2011, el justicialismo se convirtió en un archipiélago que, en la Legislatura, desembocó en la presencia de 8 bloques.

La pelea por las retenciones puso a prueba el “ser kirchnerista” de los dirigentes santafesinos, provincia en la que el conflicto entre las patronales rurales y la Casa Rosada caló hondo. Carlos Reutemann, el principal elector del PJ provincial, se cruzó de vereda política y defendió sus intereses de productor agropecuario. En espejo, Jorge Obeid imitó la decisión de su jefe pero antes votó a favor de la resolución 125 que impulsaba la luego odiada Cristina Kirchner.

Más cerca en el tiempo, las especulaciones sobre las candidaturas del año próximo –en las que el peronismo no tiene una conducción unificada– terminaron de diseminar la tropa justicialista.

Esas decisiones repercutieron en la Legislatura, donde quedó abierto el libro de pases. Uno de los primeros en abandonar el FPV fue Federico Reutemann, sobrino de Carlos, quien se enemistó con su par Gerardo Rico cuando éste presentó un pedido de informes por las inundaciones que tuvieron como protagonista al senador, entonces principal morador de la Casa Gris. Con él se fue también de la bancada mayoritaria Silvia De Césaris.

Luego se fue Norberto Nicotra, quien fichó para el duhaldismo y creó la bancada Federal, divisa con la que también juega Alejandra Vucasovich. Tras el conflicto con “el campo”, los obeidistas Mario Lacava, Marcelo Gastaldi y Silvina Frana también cambiaron de camiseta, para ponerse la de Compromiso con Santa Fe.

Rosario Cristiani, vinculada al intendente de Rafaela Omar Perotti, abandonó las filas del FPV en marzo de 2009 cuando su jefe decidió alinearse tras la figura de Reutemann y creó Peronismo santafesino. Finalmente, salió del techo original el diputado Alberto Cejas, de extracción gremial, quien conformó el bloque Movimiento Obrero. En tanto, Oscar Urruty mantiene su bancada FPV-Partido del Progreso Social, conseguida por ser un extrapartidario en aquella lista de diputados de Bielsa en 2007.

Si bien en el oficialismo conviven varias fuerzas partidarias, su conducta ha sido más monolítica, aunque no del todo. En marzo de este año anunció su salida Marcelo Brignoni, de Encuentro por la Dignidad y la Equidad (EDE), quien había integrado la lista de candidatos del Frente Progresista tres años antes, pero de a poco se fue recostando sobre el kirchnerismo santafesino.

Ahora llegó el turno de José Tessa, proveniente del sector gremial y de origen peronista, que se arropó bajo la cobija binnerista en 2007. El ex titular de Amsafé y dirigente de la CTA santafesina no tiene una mirada de oposición sistemática respecto del gobierno nacional, sino que forma parte del kirchnerismo crítico que orienta Martín Sabbatella. Hacia allí partió ayer junto al titular de la CTA nacional Hugo Yasky. A un año de las elecciones nacionales y provinciales, el libro de pases no está cerrado.

Comentarios