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Tecnología no exclusiva: excluyente

En la ciudad de Buenos Aires pusieron los primeros contenedores anti-pobres

Por ahora, son 18 y están sobre la remodelada avenida Corrientes. Los inauguró este lunes el jefe de Gobierno porteño, Rodríguez Larreta. Sólo lo pueden abrir, con tarjeta magnética, los frentistas. Es para que personas o familias indigentes no puedan acceder a su interior


Por ahora son pocos, y están sobre una sola arteria, pero puede ser tendencia. El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, inauguró este lunes sobre la renovada avenida Corrientes los primeros 18 contenedores “inteligentes”. No son una novedad, existen en otras ciudades del mundo, pero no para el fin que les dio la administración Cambiemos de la Ciudad Autónoma: los vernáculos son para “evitar que la gente se meta y saque basura”, explicó Eduardo Macchiavelli, ministro de Espacio Público porteño.

El sistema no es un invento argentino. Similares en la incorporación de tecnología hay en muchos países. El objetivo es diferente: funcionan como parte de políticas de premios y castigos a los ciudadanos para inducirlos a reciclar o separar los residuos en origen.

Los nuevos contenedores funcionan con tarjetas magnéticas que el gobierno entrega sólo a los frentistas de Corrientes. Los recolectores informales, personas o familias desplazadas del mercado laboral y en situación de indigencia, ya no podrán conseguir en esos contenedores un mínimo paliativo de sobrevivencia.

Los llamados contenedores “inteligentes” tienen una cerradura electrónica y un sensor magnético en su estructura que, con el paso de tarjetas también magnéticas, habilitan la apertura de la tapa. Cuando un vecino quiere abrir la tapa del contenedor, debe apretar un botón y apoyar el plástico en el lector.

Autoridades porteñas señalaron que “si bien sólo funcionan en esta calle del centro porteño, podrían ampliar el sistema al resto de la capital”.

“Hoy 7am estrenamos 18 nuevos contenedores inteligentes con el Jefe de Gobierno y máximas autoridades del GCBA. Los vecinos recibieron tarjetas magnéticas para uso exclusivo de los contenedores que se mantienen cerrados en este plan de renovación de Av. Corrientes”, difundió la empresa Veolia, contratada para el desarrollo del sistema y que se presenta como dedicada a “servicios ambientales”.

La nueva Calle Corrientes.

Hay en muchos países, pero a favor del medio ambiente y no contra los pobres

Los contenedores inteligentes no son una novedad de Rodríguez Larreta, su objetivo “antipobres” sí.

En otros países, los recipientes con dispositivos electrónicos están orientados a sistemas de métodos de pago por residuo en función de un mayor reciclaje y separación en origen de la “basura”. Son conocidos como Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR). En general,  los Estados ofrecen dinero o premios a los ciudadanos que asuman esas responsabilidades ambientales.

Hay varios sistemas de este tipo, como RecycleBank, Bottle Bills, Envirobank, Gazelle, YouRenew o BuyMyTronics.

Con diferencias, lo que hacen es validar los desechos para, después, reembolsar al ciudadano, por ejemplo, el valor que se cobra para utilizar los contenedores.

Otros contenedores compactan la basura para permitir guardar más residuos. Hay varios de estos sistemas en todo el mundo. En Sant Cugat del Vallés, Barcelona, la empresa estadounidense BigBelly Solar instaló contenedores que realizan esta acción con la ayuda de la energía solar.

En Londres se pueden usar contenedores fabricados a prueba de bombas y con pantallas LCD en las que se pueden ver las últimas noticias o la información del tráfico. Nueva York, Tokio o Singapur cuentan con contenedores de este tipo.

En Holanda, país con políticas públicas de conservación del medio ambiente, también hay. En la ciudad de Groningen, instalaron contenedores que sólo se abren si identifican a determinados usuarios. Un lector RFID (radiofrecuencia) hace posible este servicio. El objetivo es conocer a los ciudadanos que no reciclan.

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