Fue un golpe quirúrgico: al menos ocho personas a bordo de dos vehículos emboscaron en la tarde de ayer a un empresario de 46 años minutos después de que la víctima se retirara de una distribuidora de gaseosas de zona oeste a bordo de un auto de alta gama con una suma de dinero. Durante la tarde de ayer circuló la versión de una cifra cercana al medio millón de pesos, pero nadie lo confirmó. Ni siquera la víctima, quien se mostró reticente a dar precisiones. Portando armas de fuego y chalecos antibala, los asaltantes irrumpieron el paso de Luis M., quien viajaba junto a una mujer de 45 años, y se llevaron el dinero sin provocar heridos. Momentos después, uno de los rodados utilizados en el asalto fue encontrado en la vía pública y se constató que había sido robado días atrás en la localidad de Venado Tuerto.
Fuentes del caso dijeron que alrededor de las 14 de ayer, Luis M., de 46 años, salió de una importante distribuidora de gaseosas ubicada en Provincias Unidas al 1400 a bordo de su Audi A5 color blanco. Estaba acompañado por Miriam, de 45. El hombre alcanzó a recorrer sólo tres cuadras por calle Casilda cuando fue emboscado en la intersección con Colombia por dos vehículos, un Ford Fiesta azul y un Peugeot gris, con cuatro ocupantes en cada uno. Según las fuentes, los asaltantes estaban armados, con chalecos antibalas y actuaron a cara descubierta. Tras exigirle el dinero y obtenerlo, se dieron a la fuga con una cifra que rozaba el medio millón de pesos, según la información brindada en un principio pero no confirmada.
Voceros del caso explicaron que el hombre asaltado se mostró reticente a brindar información: no especificó en qué lugar del vehículo llevaba los billetes ni cuál era la cifra exacta. “No sabía si eran 200 mil o 500 mil”, aclaró un pesquisa. Tampoco habría querido responder por qué transportaba tanto dinero en el auto, cuál era el origen del mismo ni mucho menos su destino.
En ese sentido, desde la fiscalía de Flagrancia y turno, a cargo del Álvaro Campos, se confirmó la existencia del robo pero tampoco trascendieron datos precisos. “El hombre estaba en estado de shock y no pudo brindar detalles”, fue la explicación de una fuente judicial sobre la vaguedad de sus declaraciones.
Momentos después del golpe, perpetrado en jurisdicción de la seccional 17ª, efectivos de esa misma comisaría hallaron uno de los vehículos utilizados en el robo abandonado en la vía pública. Entonces se pudo constatar que el Ford Fiesta color azul había sido robado, a mano armada, en la localidad de Venado Tuerto, por lo que pesaba un pedido de secuestro.
Los investigadores dan por hecho que la banda que perpetró el golpe tenía un dato preciso sobre el movimiento de dinero que se estaba realizando, y que el grupo había realizado una inteligencia previa. En ese sentido, un especialista en la materia reseñó que este tipo de organizaciones suele tener una “cabeza con capacidad operativa” y otros integrantes que ejecutan la mano de obra, que son los que “pierden siempre”. La aclaración remite a una banda que en parte fue desarticulada en noviembre pasado, pero cuyas cabecillas continúan en libertad. “Son delitos muy complejos, donde las mismas organizaciones se van reciclando”, explicó el investigador tras remarcar los avances en materia delictiva. “Antes, el escruchante era escruchante, el ladrón de autos, ladrón de autos, el transero, transero. Pero ahora, la misma organización hace de todo un poco y este tipo de golpe tiene una inteligencia compleja”, describió.
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