Espectáculos

Panorama musical

En el año que pasó, los clásicos dijeron “presente”

Nombres históricos del rock argentino, como los de Charly García, Fito Páez, Carlos El Indio Solari y Andrés Calamaro, entre otros, volvieron a dar señales de vigencia, en algunos casos con destacados shows en importantes escenarios, y en otros con la edición de nuevos discos


El 2018 dejó importantes novedades en el panorama de la música argentina. Tras una seguidilla de años que se caracterizaron por la efervescencia de la escena emergente, los nombres históricos del rock argentino, como los de Charly García, Fito Páez, Carlos El Indio Solari y Andrés Calamaro, entre otros, volvieron a dar señales de vigencia, en algunos casos con destacados shows en importantes escenarios, y en otros con la edición de nuevos discos.

El año que se despidió hace unos días también se caracterizó por la lucha que las artistas feministas llevan adelante por la igualdad de derechos, a partir, entre otras cosas, de una ley que garantice un cupo mínimo de mujeres en las grillas de los festivales nacionales.

Acaso la vuelta a los escenarios del gran ícono del rock argentino Charly García sea una de las grandes noticias del año, con presentaciones en los porteños teatros Coliseo y Gran Rex, que lo mostraron en un muy buen nivel musical. Y con giras nacionales que lo condujeron, el 5 de septiembre, a Rosario, a varios años de su último concierto en la ciudad. El recital de García en el ex predio de la Rural tuvo su cuota de polémica entre el público y los organizadores. El corte abrupto del concierto, por cuestiones de salud del músico, impidió la realización integral del esperado show y manchó la velada.

Aunque el gran patriarca del rock nacional había lanzado, en 2017, Random, un buen trabajo de estudio, los conciertos de 2018, que agotaron localidades en apenas unas horas, a pesar de anunciarse de manera sorpresiva y sin publicidad, sirvieron de excusa para que desempolvara inoxidables clásicos y gemas que recordaron el valor de su extensa obra.

Casi a la misma altura de este clásico se ubicó Fito Páez, quien el año pasado echó a rodar los shows en vivo para presentar su celebrado álbum  La ciudad liberada, de fines del 2017. El 30 de mayo lo mostró en el Salón Metropolitano, donde Fito trazó un puente imaginario con uno de sus discos icónicos: Ciudad de pobres corazones, dado a conocer treinta años atrás, casi en los comienzos de su carrera. Como aquél, éste último material entrelaza lo bello, el amor y al mismo tiempo el horror del mundo en un puñado de canciones, algunas con destino de clásicos, como la que da nombre el disco. Con ella abrió el show en el Metropolitano a partir, precisamente, de los acordes del tema que hace alusión a la  “puta ciudad” en la que “todo se incendia y se va” y donde “matan a pobres corazones”.

En ese contexto, al rosarino se lo vio en su salsa sobre las tablas, con una afilada banda y un repertorio en donde conviven sus más aclamadas composiciones con nuevo material que ya se ganó un lugar privilegiado en su catálogo.

Novedades discográficas

Entre las novedades discográficas del año que pasó, se anotaron tres nombres fuertes de la escena: El Indio Solari con El ruiseñor, el amor y la muerte, Andrés Calamaro con Cargar la suerte y Babasónicos con  Discutible.

El ex líder de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota dejó atrás el mal trago del año anterior por su accidentado show en Olavarría con un lanzamiento en el que volvió a poner de manifiesto su excelente pluma y el cuidado en el tratamiento sonoro dado a sus canciones.

Calamaro ofreció doce nuevas composiciones en su ya conocido estilo cancionero, del que se descuenta que arrojará algunos clásicos del futuro; mientras que la banda comandada por Adrián Dárgelos demuestra su madurez sonora luego de  Impuesto y Repuesto de fe, sus dos discos anteriores en vivo y acústicos, en los que dio pistas de su crecimiento artístico.

Por el cupo femenino

El buen año de los nombres fuertes del rock argentino no actuó en detrimento de la escena emergente que, al igual que en los años anteriores, mostró una gran variedad y, en muchos casos, gran nivel artístico.

Sin embargo, y como se desprende de esta descripción en la que los nombres que aparecen son estrictamente masculinos, las mujeres siguen dando pelea para contar con las mismas oportunidades dentro de la escena local.

Aunque abundan los nombres de excelentes artistas con propuestas de un altísimo nivel y se naturalizó la presencia de mujeres ejecutando instrumentos en diferentes bandas, el espacio en los grandes escenarios pareciera estar reservado sólo para unas pocas artistas.

Por esto, en el marco del reclamo generalizado del colectivo femenino por la igualdad de derechos, un destacado número de mujeres militó por una ley que garantice un cupo mínimo de mujeres en la grilla de los grandes recitales.

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